sábado, 1 de enero de 2011

Domingo II de Navidad (A)

2-1-2011 DOMINGO SEGUNDO DESPUES DE NAVIDAD (A)

Eclo. 24,1-4.12-16; Sal. 147; Ef. 1, 3-6.15-18; Jn. 1, 1-18



Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:

En estos días recibimos muchas felicitaciones de Navidad. Unas contienen los mensajes tradicionales y otras con algo no demasiado habitual. Yo he recibido una de estas últimas felicitaciones con una poesía de un autor anónimo. La poesía te titula: “Navidad es...”. Os leo la poesía:

“Si tienes enemigos, reconcíliate con ellos.

Navidad es Paz.

Si en tu corazón tienes soberbia, sepúltala.

Navidad es Humildad.

Si tienes deudas, págalas antes de gastar todo.

Navidad es Justicia.

Si tienes pecados, arrepiéntete y conviértete.

Navidad es nacer al Espíritu.

Si tienes pobres a tu lado, ayúdalos.

Navidad es un Don.

Si en tu mente tienes sombras y dudas, ilumina tus pensamientos.

Navidad es Luz.

Si tienes errores, piensa y reflexiona.

Navidad es Verdad.

Si tienes tristezas y preocupaciones, alégrate.

Navidad es Gozo.

Y si sientes odio y resentimiento, arrepiéntete, perdona a todos,

y perdónate a ti mismo, porque entonces Dios ya te ha perdonado.

Navidad es Amor”

¿Os acordáis que ayer os animaba a elaborar una oración para el nuevo año 2011 que estamos estrenando? Pues una manera de hacer esta oración consiste en tomar como base esta poesía y trabajarla durante unos cuantos días. Ciertamente la Navidad es sobre todo don y regalo de Dios. La Navidad nos es ofrecida completamente gratis. Pero también es verdad que la Navidad ha de ser “trabajada” por nosotros y tener una serie de frutos dentro de nosotros y a nuestro alrededor, pues de lo contrario quedaría reducida a una mera parafernalia o a una celebración vacía de contenido.

Por lo tanto, si la Navidad es paz, tendré que pensar quiénes son mis enemigos y para quién soy yo enemigo, y buscaré la paz y la reconciliación con todos ellos, al menos en lo que de mí dependa.

Si la Navidad es humildad, procuraré esconder mi enorme y gran ego detrás de los demás y de Dios. Buscaré que no se me vea tanto, que no se me oiga tanto, no presumir tanto, no hacerme tanto la víctima, no vanagloriarme tanto de mis virtudes y de mis éxitos. Desapareceré yo para que aparezcan Dios y lo demás.

Si la Navidad es justicia y don, buscaré reconocer lo bueno de los demás y disculpar lo malo ajeno, pues del mismo modo Dios hace siempre conmigo. Procuraré devolver las cosas prestadas que están meses y meses en mi casa. Haré lo posible por compartir mis bienes, pues son primero de Dios que míos, y Él quiere que también los entregue (al menos parte de ellos) a otras personas mucho más necesitadas que yo.

Si la Navidad es nacer al Espíritu, procuraré ir dejando atrás mis pecados sempiternos, mis vicios y defectos omnipresentes (con la ayuda de Dios, de su Santo Espíritu). Empezaré este mes de enero por uno solo de ellos; por el más fácil, y haré como el Papa Juan XXIII, “sólo por hoy procuraré…”

Si la Navidad es luz, aunque yo no pueda disipar mis propias dudas e incertidumbres, procuraré ser luz, certeza, compañía y comprensión para quien está a mi lado y duda. Quizás no logre ahuyentar mis dudas, pero habrá un poco más de luz en el mundo, si logro despejar una sola duda del que está cerca de mí, aunque sólo sea para decirle: ‘No sé darte ninguna razón de por qué te suceden esas cosas; sólo sé que estoy a tu lado y que te quiero’.

Si la Navidad es verdad, procuraré no vivir en la mentira, no mentir a lo tonto o para justificarme o para sobresalir o por cobardía. Soy como soy, y Dios me ama así. Vivir en verdad significa aceptarse tal y como soy, presentarme tal y como soy ante los demás. Si los demás nos aceptan así, ¡enhorabuena! Si no nos aceptan como somos, mejor así… que estar siempre sobreactuando para caer bien al otro y estar roto por dentro entre lo que soy y lo que aparento ser.

Si la Navidad es gozo, buscaré dicho gozo en lo profundo de mi vida, de la vida de los demás y en Dios. No dejaré que mi alegría dependa sólo y exclusivamente de las cosas externas a mí o de las circunstancias que me rodean. No maldeciré la oscuridad, sino que encenderé una vela; no pondré gestos oscos, sino que mostraré la sonrisa que Dios me ha dado.

Si la Navidad es amor, procuraré que el odio, el resentimiento, el egoísmo y la distancia respecto a los demás no ahogue mi espíritu, mi ser más íntimo. No dejaré que la amargura y el egocentrismo aniquilen la semilla del amor que Dios ha sembrado en mí al crearme. Si un hombre no ama o tiene el corazón endurecido como una piedra, no es hombre; es un monstruo. El hombre está hecho para ser amado, pero también está hecho para amar. El hombre es el ser para el amor: amor que se da y amor que se recibe.

La Navidad es una realidad y es posible porque nos lo dice Dios a través de la Sagrada Escritura: “Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria”. En esta frase está resumido el significado más hondo de la Navidad.

9 comentarios:

  1. Desde hoy buscaré a mis enemigos, esconderé mi ego, no presumire, no me harè la victima, no me vanagloriare, dejaré que DIOS aparezca, buscaré lo bueno de los demas, y disculpare, compartiré mis bienes, entregaré a otros mas necesitados,procuraré ir dejando mis pecados sempiternos, procuraré ser luz, certeza y compañía, comprensión para quien está a mi lado, procurare no vivir la mentira, no justificarme, buscare gozo en lo profundo de mi vida, no maldeciré la oscuridad, encenderé una vela y mostraré la sonrisa, no dejaré que la amargura, el egocentrismo aniquilen la semilla de amor de DIOS……esta es mi ALIANZA don EL, pero todo ello es posible si DIOS hace esta ALIANZA conmigo… y mi FE me dice que desde siempre esta a mi lado, solo necesitaba que yo le llamara.
    Gracias por recordarme que DIOS sin mi nada puede hacer, y yo sin DIOS nada soy.
    A.P.C.

    ResponderEliminar
  2. Desde hoy buscaré a mis enemigos, esconderé mi ego, no presumire, no me harè la victima, no me vanagloriare, dejaré que DIOS aparezca, buscaré lo bueno de los demas, y disculpare, compartiré mis bienes, entregaré a otros mas necesitados,procuraré ir dejando mis pecados sempiternos, procuraré ser luz, certeza y compañía, comprensión para quien está a mi lado, procurare no vivir la mentira, no justificarme, buscare gozo en lo profundo de mi vida, no maldeciré la oscuridad, encenderé una vela y mostraré la sonrisa, no dejaré que la amargura, el egocentrismo aniquilen la semilla de amor de DIOS……esta es mi ALIANZA don EL, pero todo ello es posible si DIOS hace esta ALIANZA conmigo… y mi FE me dice que desde siempre esta a mi lado, solo necesitaba que yo le llamara.
    Gracias por recordarme que DIOS sin mi nada puede hacer, y yo sin DIOS nada soy.
    A.P.C.

    ResponderEliminar
  3. Querido Andrés y demás hermanos asiduos y abiertos a la Palabra de Dios.

    Buenos días y ¡¡FELIZ AÑO 2011!! recién estrenado.

    Tenemos la gran suerte de que la Palabra de Dios nos toca siempre en la “llaga” y por si no nos enteramos bien, nos ayudan a descubrirlo otras personas, que primero se dejaron tocar, en este caso es Dº Andrés, a quien le doy las más expresivas gracias.

    Buena y acertada felicitación, como bien dices un programa de vida para este nuevo año. Veo el calendario como páginas en blanco, para que yo, con mis acciones, vaya escribiendo día a día mi propia historia, aquella que quiero se haga realidad. Ahora estoy a tiempo, con la ayuda de Dios puedo ir escribiendo, mejor dicho haciendo, para que no tenga que lamentarme si llego al final. Es un buen consejo poner en práctica ese programa Navideño, porque cada día puede ser Navidad, si lo cumplimos.

    Lo veo difícil de conseguir, pero me consuela el párrafo último que dice: La Navidad es una realidad y es posible porque nos lo dice Dios a través de la Sagrada Escritura: “Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria”. En esta frase está resumido el significado más hondo de la Navidad.
    Jesús, se hizo carne en las entrañas de María…, yo me amparo o me refugio en su regazo de madre, lleno de ternura y compasión, para que haga en mí aquello que me quiere el Señor, y me ayude a descubrirlo. Confío plenamente en su intercesión.

    Sólo me atrevo a añadir que, deseo para ti y para los que queremos hacer vida la Palabra de Dios, que esos buenos deseos se cumplan en nosotros y en las personas que amamos.

    ResponderEliminar
  4. Qué bueno es Dios que pone en mi camino a gente como tu, que trabaja por mi felicidad y me lo pone tan masticado que no tengo mas que cogerlo.

    Esta homilía es un buen regalo de reyes para utilizar a lo largo de todo el año.

    Y cada dia diré, "solo por hoy voy a..."

    Gracias Andres por tu regalo de Reyes.

    Feliz año y un abrazo para cada un@

    ResponderEliminar
  5. Yo también me apunto, pero en una medida un poco más acorde a mis posibilidades...¿pasos de bebé?.Me parece un buen comienzo de año el poder vivir la Navidad como lo que es, un tiempo de gracia. Me encantó la homilía.Gracias Andrés.

    ResponderEliminar
  6. "SOLO POR HOY..." valoraré aquello que de bueno, bello o verdadero pueda apreciar/ver en el otro, aunque a mi me apetezca ver otras cosas en él/ella; pensaré que es eso lo que Dios desea que yo vea y aprecie en mis hermanos como Don Suyo para ellos y para mi.
    ¡Hermosa homilía! Gracias por este regalo anticipado de Reyes,Pater.
    ¡FELIZ EPIFANÍA DEL SEÑOR!!
    ¡

    ResponderEliminar
  7. Me acaban de avisar que en www.buigle.com ponen como ejemplo nuestro BLOG, como buen medio de evangelización; ¡ENHORABUENA PATER!!
    Nos sentimos todos -estoy segura- parte de tu Blog y nos alegra inmensamente este reconocimiento hacia tu trabajo fiel, constante y que tanto bien nos hace a tantos.
    Gracias a todos...aportamos un granito de arena a nuestra querida Iglesia con nuestras aportaciones.
    Abrazo a todos y os pongo en mi oración ante el Niño que se nos ha dado y cuyo nombre hoy celebramos: JESÚS.

    ResponderEliminar
  8. ¡¡¡Que homilía mas hermosa y jugosa!!!
    Es el mas valioso presente que puede hacernos al comenzar este año.
    Las cosas materiales, pueden hacernos ilusión, pero esto es pasajero; lo que te llega al alma permanece y te ayuda a crecer.
    Quiero agradecer profundamente a D. Andrés, el esfuerzo que cada semana realiza, como buen pastor de su rebaño, para darnos los mejores pastos, y conducirnos hacia las aguas de la Vida.
    El programa que nos presenta hoy, es francamente atractivo, y despierta en mi un profundo deseo de que se lleve a cabo en mi vida. Yo me conozco, y conozco mi debilidad, pero también se que, con Dios todo lo puedo, también lo que me parece impensable, por eso este plan no me acobarda, me anima a luchar, con la ayuda del E.S. para que sea una realidad, una preciosa realidad en el vivir de cada día.
    Yo también como Juan XXIII, digo "sólo por hoy procuraré..."pienso que lo importante es el día a día; es mas sencillo programar un día, y tratar de hacer aquello que te has propuesto, que pensar en todo un año, incluso un mes.
    Yo quiero que mi vida sea una Navidad continua, y la Navidad como dices es paz, humildad,justicia, nacer al espíritu, luz, verdad,gozo, Y para terminar, es amor.
    Como Satª Teresita quiero ser el amor, Creo que esta palabra encierra todas las demás. Deseo amar, y dejarme amar, conservar en mi esa alegría que el Señor me ha concedido, y tener siempre la sonrisa en los labios, para acoger con cariño a todo aquel que lo necesite; esto contando siempre con la Gracia del Espíritu Santo.
    Estoy gozosa, y veo en ello el amor de Dios, porque a mi alrededor hay mucho dolor, que desde luego comparto, pero a pesar de mis lágrimas, no consigue quitarme la alegría que produce la intimidad con el Señor, y es que esto está muy por encima de todo.
    Gracias, gracias Andrés y a todos los que ponéis vuestro corazón en cada comentario, ¡que el Señor os bendiga!
    BENDITO SEA DIOS.

    ResponderEliminar
  9. Padre Andés, termino ahora de leer su última homilía, y, le doy las gracias por una cosa que ha dicho y a mí me há calado profundamente.
    Gracias por estar a mi lado, por disipar mis temores,por que ya no me siento tan sola, por que usted está ahí conmigo, aunque sea a través de un correo electrónico y sé que tambien reza por mí.
    Siga, por favor, ahí, que no sabe cuánto bien nos hace, y Dios que lo vé todo, le dará 100 por 1.
    Gracias tambien por querernos, nosotros tambien le queremos.
    Un abrazo en Jesús y Maria.

    ResponderEliminar