jueves, 15 de septiembre de 2011

Domingo XXV del Tiempo Ordinario (A)

18-9-11 DOMINGO XXV TIEMPO ORDINARIO (A)

Is. 55, 6-9; Slm. 144; Flp. 1, 20c-24.27a; Mt. 20, 1-16a



Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:

- Fijaros que en la primera lectura del profeta Isaías se dice: "Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón". En la visión del Antiguo Testamento, es el hombre el que tiene que buscar al Señor, el que tiene que invocarlo, el que tiene que abandonar el mal camino, el que tiene que regresar al Señor. Sin embargo, en el Nuevo Testamento Cristo da la vuelta a todo. Fijaros: “El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña [...] Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo [...] Salió de nuevo al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros parados, y les dijo: -¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”

El movimiento primero de acercamiento para Jesús no procede el hombre, sino de Dios mismo. Es Dios el que nos llama. En los días del Jubileo de la Santa Cruz de este año y de otros años se han dado varios casos de gente que entraba simplemente a hacer una visita turística a la Catedral o a venir a Misa, pero sin intención de confesarse. De repente, estas personas se sintieron impulsadas a acercarse al confesionario y pedir perdón por sus pecados.

- El evangelio de hoy nos llama a trabajar por el mensaje de Cristo en nuestras vidas diarias. No importa el momento de nues­tra vida en el que descubramos que somos llamados por Dios para ser cristianos y trabajar en su viña. Como hemos visto en el evangelio, el Amo de la viña, que es el mismo Dios, sale a todas las horas del día a buscar obreros para su campo. Algunos van desde el principio del día, otros a media mañana, al mediodía, a media tarde o al anochecer. Siempre es un buen momento para empezar.

Veamos varios casos: 1) Yo siempre estuve metido en la Iglesia y actué como monagui­llo, como catequista y entré en el Seminario con diecisiete años recién cumplidos. 2) José Manuel, que siempre nos ayuda en la Catedral en la Misa de 11, tenía a Dios de lado y, cuando contaba con unos treinta y pico años se le murió su padre; a partir de ahí se produjo un encuentro entre él y Dios y desde ese día su fe y su amor a Dios se mantienen firmes. 3) Conozco también una mujer casada que desde hace un año se convirtió. Antes creía en Dios a su modo y manera, pero ahora lleva una vida de fe muy fuerte y de ayuda a los demás. 4) O aquél otro hombre, que una vez retirado con sesenta y cinco años está trabajando en Caritas y en la parroquia. 5) Asimismo los casos de tantos jóvenes que, algunos fueron a regañadientes a la JMJ de Madrid de este año y han venido totalmente impactados de lo allí vivido y su vida está dando un vuelco; o el caso de un hombre de unos cuarenta años, que acompañó a sus hijos hasta Madrid y al ver el ambiente que había, se volvió a Asturias para arreglar las cosas del trabajo y bajar inmediatamente a Madrid de nuevo, pues no quería perderse lo que allí pasaba; esto lo hacía por sus hijos, pero sobre todo por él mismo. Siempre es un tiempo oportuno para creer en Dios y hacer algo de lo que él quiere de nosotros.

Lo importante es encontrarse con Dios cara a cara, y sin importarme aquello que pueda pensar la gente, pues empezar a actuar tal y cómo Dios quiere. En esta semana hablaba con una chica de menos de 20 años. Y ella me preguntaba: “¿Por qué tengo que confesarme, por qué tengo que venir a Misa, por qué tengo que llevar una vida de obediencia con mis padres y de no enfrentamiento con ellos, por qué tengo que dejar de beber hasta caer o hasta que me siente mal, por qué tengo que dejar de hacer el acto sexual con mi novio de ese momento? ¿Por qué?” Y tiene toda la razón. Si todo esto tiene que hacerlo porque sí, entonces es un puro voluntarismo: Es algo que ella se propone por sí y ante sí, o porque otros, desde fuera, se lo digan. Y aquí estamos en uno de los problemas más grandes que tenemos los cristianos en Europa (hablo por lo que conozco en España, Italia, Suiza y Alemania, al menos). Los cristianos estamos sacramentalizados, es decir, hemos recibido el bautismo, la 1ª comunión, la confesión, la confirmación, el sacramento del matrimonio, y, sin embargo, no nos hemos encontrado con Dios, con Jesús cara a cara nunca. Creemos en Dios, pero creemos de oídas, y no por tener una experiencia directa y nuestra propia de encuentro personal con el Cristo Jesús, el Hijo de María, el Hijo de Dios Padre. A esta chica le he dicho que, aunque ella me pidiera ahora mismo confesarse, yo no le podría dar la confesión, aún no está preparada. No. Primero tiene que encontrarse con Dios. Sólo cuando esto suceda entenderá en la fe lo que significa la realidad del pecado.

Resumiendo: las tres ideas que hoy querría transmitiros son éstas: 1) La iniciativa en nuestra relación con Dios siempre parte de Él. Él es quien nos busca y quien nos ama. Yo busco a Dios, cuando siento necesidad de Él, que ya me ha encontrado y está actuando en mi corazón. 2) Siempre es un buen momento para que Dios nos salga al encuentro. Cada uno de nosotros tenemos nuestra historia con Dios. No podemos decir que somos mejores o peores por haber llegado antes o después a la fe, al encuentro con Dios. Todos tenemos nuestro momento. Dios nos lo marca. Ya lo dice Isaías en la primera lectura: Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos. 3) Nunca me cansaré de insistir en este punto: nuestra fe se basa en un encuentro personal con Jesús. Así le sucedió a San Pedro con Jesús, a San Pablo con Jesús, a San Mateo con Jesús, a Santa María Magdalena con Jesús y un largo etcétera de hombres y de mujeres a lo largo de la historia.

12 comentarios:

  1. Andrés,
    Se me queda corta. ¿No hay más?

    ResponderEliminar
  2. Verdaderamente no importa como vivamos, si estamos sacralizados o no, si pensamos en vivir forzando nuestras buenas acciones…. Todo esto carece de importancia y de valor si en un momento de tu vida, cuando DIOS te habla, cuando te acaricia, te susurra, de arropa, no le escuchas; es cierto que EL te prepara para abrir todos tus sentidos a su mensaje, pero tambien es cierto que muchas veces hemos vuelto el rostro, porque los caramelos de la vida nos resultaban mas atrayentes. Pero cuando te encuentras cara a cara con EL, ¡ DIOS SANTO!, es el placer mas grande que nadie pueda soñar, todo en tu vida cambia sin cambiar, tu corazón da sin dar, nada en ti es fruto de ningun esfuerzo, es todo gratuito, sin apenas darte cuenta, y todo ello vuelve a ti multiplicado por cien, el amor engendra amor y este te envuelve como una sabana.
    ¡ BENDITO SEA EL SEÑOR!.
    Un abrazo a todos

    ResponderEliminar
  3. Hola Andrés, 1ª lectura: "Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos". Sin duda, que es así, ¿cuántas veces programamos hacer algo y luego no se puede? Dios nos conoce y si nos ponemos en sus manos de verdad, nos lleva a donde Él quiere y como quiere, solo tenemos que aceptar su voluntad y dejarnos educar por ÉL, al igual que hace un niño con sus padres.
    Me consuela la lectura del evangelio. "Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos". Dios es Misericordioso y sobre todo Padre, quiere que nos salvemos todos y que no caigamos en la soberbia, somos todos iguales e hijos de Él. Coincido contigo totalmente en que: "Nuestra fe se basa en un encuentro personal con Jesús", cuando esto sucede, te enamoras de Él, Él te transforma, te purifica, te convierte. En una homilía del año pasado decías: "Hablar de seguimiento de Cristo, es hablar de conversión".

    ResponderEliminar
  4. Querido Andrés y demás hermanos:
    Según el profeta Isaías, el modo de actuar de Dios no coincide con el de la gente de Israel. Tenemos que escuchar al profeta para ver lo Dios quiere y lo que nosotros debemos hacer. Dado que el camino de Dios es el del bien y la perfección del hombre, animémonos a seguir la propuesta que el profeta nos hace en nombre de Dios.
    En el Evangelio, los obreros contratados a primera hora representan al pueblo de Israel. Los contratados al final, a los pueblos gentiles. Los primeros, como tenían el jornal asegurado, no se esmeraron en cumplir la voluntad del Amo. En cambio, los últimos se esforzaron por rendir al máximo. Por todo esto y porque el Reino de Dios se da como gracia, la actitud del Señor no ha sido injusta.
    Con los siglos, el amor de Israel hacia Dios ha decaído mientras que los pueblos gentiles abrazaros el Evangelio con gran ilusión.
    Un abrazo a todos. Paz y bien.

    ResponderEliminar
  5. Querido Andrés:
    ¡¡¡¡¡Qué buena la lectura del propietario que contrata jornaleros, de este Domingo !!!!!. Justo lo que necesitaba yo, otra vez, para quedar con el trasero al aire. Me explico: cuando lo estabas leyendo pensaba: "Otra parábola del estilo a la del hijo pródigo (que sigo sin estar de acuerdo con ella). A ver por donde sale esta vez mi querido amigo". Y vaya si saliste bien. Como siempre. Convencido me dejaste.
    Tienes muchas cargas encima, pero una de las más pesadas me parece que estoy siendo yo, porque creo que eres el elegido por Nuestro Señor para indicarme el camino. Algo se va consiguiendo.
    Un fuerte abrazo y que Dios te bendiga.
    Un penitente agradecido.

    ResponderEliminar
  6. Querido Andrés:
    Que cosas tan hermosas nos has dicho ayer en la Homilía. Muchas veces te las he oido y
    no sé si es que no acabo de comprenderlas o que es tanta mi limitación que no puedo llegar
    hasta donde tu nos envitas, no sé lo que es,pero lo que si sé, que al final de la Homilia, sentía el
    deseo de cerrar los ojos y quedarme alli para siempre.

    ResponderEliminar
  7. Esta homilía ha sido un verdadero regalo para mi; me pone delante una realidad que estoy viviendo ultimamente, es decir, siento que no soy capaz de buscar al Señor, y esto me entristece porque veo mi realidad, yo no puedo; pero si se que, aunque no lo sienta Él está, y estará siempre, es una promesa suya.
    Me llama la atención en las lecturas de hoy algo que lo que nunca había reparado, pero gracias a las palabras de D. Andrés, me queda claro, y alienta mi esperanza.
    Veo que la primera lectura puede llegar a cumplirse en mi vida, cuando se hace realidad lo que ocurre en la segunda.
    El Señor me sale al encuentro, no una vez, ni dos, ni diez; Él nunca se cansa de llamarme e invtrame a trabajar en su viña; Él desea que le conozca de verdad, ese amor ilimitado que siente hacia mi; y hermanos cuando te encuentras cara a cara con Él, ocurre en tu interior una especie de terremoto que lo pone todo patas arriba; es tanto el "placer" que te producen sus caricias, sus besos, sus consuelos, que no tienes mas remedio que "Buscarle, invocarlo, abandonar el mal camino, y regresar al Señor". Si yo no tengo o no he tenido este encuentro con Jesucristo en algún momento de mi vida, estoy segura de que no se cumplirá en mi la palabra del profeta Is. aún así, necesito que mi Señor me salga al encuentro cada día y cada hora, porque las cosas de este mundo me distraen tantas veces, que no puedo escuchar a mi Dios, y por tanto no consigo discernir su voluntad en mi vida.
    Andrés, que Dios te bendiga, tus palabras han sido una caricia para el alma un beso para este corazón un tanto cansado y desanimado, que me invita a seguir adelante de la mano de Jesús; ya he comprobado que yo sola no puedo caminar, necesito un punto de apoyo, y una fuerza que me sujete en los momentos de "peligro".
    Son muchas las cosas que podría decir, pero ya me he alargado demasiado. Hermanos os pido perdón, pero es que no se porque razón, cuando hablo de mis experiencias con mi Dios, no tengo límite, porque son tantas que no acabaría nunca.
    Hermanos que el Señor Jesús os bendiga y salga a nuestro encuentro .
    BENDITO SEA DIOS.

    ResponderEliminar
  8. Esta homilía me ha llenado de Esperanza. La certeza de que es el Señor el que actua el primero sobre mi vida, mi persona, -incluso permitiendo cuánto me ocurra-, me da tranquilidad y evita que me haga mas preguntas que no sabría responderme.Ese saberme amada por Él,cuidada y siempre acompañada por el Amado, es una verdad de Fe que me reconforta inmensamente y me hace renovar mi confianza en Dios. Él siempre tiene su momento para mi; para cada uno de nosotros ¡qué gozo tan grande!
    Gracias por recordármelo,Pater.
    Buena semana amigos;que San Mateo bendiga de forma especial nuestro querido Blog, que ha nacido en Oviedo.

    ResponderEliminar
  9. Que San Mateo te de mucha fuerza para seguir ayudándonos a ver y gustar al Señor.
    Que San Mateo te ilumine para explicar en pocas palabras tanta sabiduría recogida en el Evangelio.
    Que San Mateo te acaricie el corazón y te diga al oído que eres uno de los elegidos, que tienes el don de la palabra y que no puede hacerse callar a un ruiseñor.
    Que San Mateo te haga saber que me estás ayudando mucho en mi crecimiento espiritual.
    Que San Mateo te regale paciencia para entender las cosas de los cercanos.
    Que San Mateo vele tu sueño y te permita descansar para emprender un día nuevo y pleno cada mañana.
    Que San Mateo llene de luz tus atardeceres oscuros.
    Que San Mateo te llene de paz el espíritu.
    Andrés, muchas gracias por todo tu hacer.

    ResponderEliminar
  10. ¡¡Precioso poema el de nuestro amigo anónimo del
    "21 de septiembre de 2011 08:03".
    Gracias. También yo me sumo a cuánto dices, que te sale del corazón con tanta verdad.
    Gracias, porque San Mateo, sabe que Andrés se merece todos esos regalos que pides para él y se los seguirá concediendo.
    Gracias, porque tus palabras en verso, nos recuerdan ¡cuánto hemos de agradecer a Dios, por este gran sacerdote que ha puesto en nuestro camino!!
    ¡San Mateo te siga bendiciendo, Pater!

    ResponderEliminar
  11. Tambien me sumo y suscribo esa hermosa oracion a S. Mateo; creo que todos estamos en deuda contigo, y este herman@ ha sabido expresar el sentir de cada uno de nosotros. GRACIAS ANDRES, ANIMO Y ADELANTE, EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO.

    ResponderEliminar
  12. Hola Andrés, sentí un poco de tristeza cuando miré el correo y no vi la homilía, ¡espero que no estés enfermo!. Me fui a la del domingo pasado y visité el blog, ¡qué maravilla!, ¡cómo me emocionó! ver que te quieren tantas personas al igual que yo, ¡que nos hace tanto bien lo que dices!. Me emocionó el reconocimiento que te hace el penitente arrepentido ¡que Dios te ha puesto en su camino para ayudarle a caminar hacia Él! Y el comentario de Chony, me daban ganas de abrazarla y lo haré cuando tenga oportunidad. En definitiva, te necesitamos todos. Le doy gracias a Dios por ti.

    ResponderEliminar