lunes, 31 de octubre de 2011

Todos los Santos

1-11-11 TODOS LOS SANTOS (A)

Ap. 7, 2-4.9-14; Slm. 23; 1 Jn 3, 1-3; Mt. 5, 1-12


Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:

Celebramos hoy la fiesta de todos los Santos. Cuando se nos habla de los santos, a nuestra imaginación vienen las imágenes de la Iglesia. Nos recuerda a gente muy buena, gente especial que hizo mucho bien, que sufrió mucho, que hizo grandes cosas, pero… en tantas ocasiones son para nosotros gente lejana, que vivieron hace muchos años, que parece que no tienen nada que ver con nosotros, a no ser para pedirles algo, para que por su intercesión se nos conceda un favor. Todo esto es verdad, pero… se queda corto.

La Iglesia con esta fiesta de hoy quiere celebrar a todos los hombres y mujeres que han cumplido la voluntad de Dios a lo largo de los tiempos, a todas aquellas personas, que, a pesar de no estar en el santoral de la Iglesia “oficial”, sin embargo, sí que son santos y están gozando de la presencia de Dios en su Reino.

También la Iglesia quiere hacer hoy con esta fiesta una llamada de atención a todos los cristianos, ya que todos estamos llamados por Dios a ser santos. La santidad no es algo que se consigue con el propio esfuerzo; la santidad es una gracia que Dios nos da y yo nosotros acogemos. La santidad en un cristiano es un regalo que Dios le da y que el hombre no rechaza. Todos podemos y debemos llegar a ella. Es nuestra meta.

¿Cuál es el camino de la santidad? Cumplamos la voluntad de Dios y para ser más explícito os diría que la voluntad de Dios no es sólo cumplir los mandamientos, como quería el joven rico. La santidad cristiana, la que Dios quiere para mí, es que viva en mi vida las bienaventuranzas. Pero no las del mundo: felices los ricos, felices los que ríen, felices los que están saciados, felices aquellos de los que habla bien todo el mundo, felices los famosos… El evangelio de hoy nos propone un mensaje maravilloso. Dice así:

- Bienaventurados (dichosos) los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Los pobres de espíritu no son los que no tienen dinero, a los que les da lo mismo ‘ocho que ochenta’, los que no tienen fortaleza de carácter o de ánimo. Pobres de espíritu son aquellos que no tienen puesta su confianza en los títulos, en la salud, en la riqueza, en el poder, en la fuerza, en la aceptación social, en su propia valía, sino únicamente en el Señor. Aquí nos viene muy bien unas palabras de S. Francisco de Asís, él que fue el pobre de espíritu por excelencia: un día de invierno iban Francisco y el hermano León [su compañero inseparable] por un camino lleno de barro y nieve. Tenían los hábitos empapados y embarrados. Anochecía y les faltaban unos kilómetros aún para llegar a uno de los conventos franciscanos. El santo preguntó a su compañero si sabía en qué consistía la perfecta alegría. El hermano León decía que si consistía en tener mucho amor a Dios, que si consistía en que todos los hombres se convirtieran y se salvaran, y Francisco le respondió que no, y añadió que la perfecta alegría consistía en que, si al llegar al convento, picaran en la puerta y no les quisieran abrir y les obligaran a pasar la noche a la puerta del convento llenos de frío, hambre y cansancio; si volvieran a picar en la puerta y pidieran, por amor de Dios, que les dejaran entrar y quedarse en cualquier esquina, y desde dentro les respondieran esta vez con malas palabras, y no les abrieran y los dejaran fuera; si de nuevo ellos dos tornaran a picar y a suplicar y, hartos ya de aquellos dos pesados, salieran algunos frailes a la puerta del convento y molieran a palos al hermano León y al mismo Francisco y los dejaran definitivamente fuera: hambrientos, cansados, llenos de barro, de frío y de heridas, y ellos dos no perdieran la paz de su corazón ni lanzaran, ni exterior ni interiormente, quejas o insultos contra los de dentro, entonces ellos dos tendrían la PERFECTA ALEGRÍA. ¿Por qué? Porque serían los pobres de espíritu del Señor, que ponen toda su confianza en El y no en ellos ni en que las cosas les vayan bien.

- “Bienaventurados (dichosos) los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra”. Los mansos son aquellos que están llenos de la paz del Señor. Paz que los serena. Paz que les hace desaparecer la ira, la impaciencia, la incomprensión, los gestos y las palabras hirientes. Los mansos no hieren, porque también es muy difícil que se sientan heridos por los demás. Así, S. Francisco de Asís en su cántico a las criaturas podía exclamar que había que alabar al Señor “por los que perdonan y aguantan por tu amor/ los males corporales y la tribulación:/ ¡felices los que sufren en paz con el dolor,/ porque les llega el tiempo de la consolación!”

- “Bienaventurados (dichosos) los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.” Son limpios de corazón aquellos que no ven doblez en las intenciones de los demás, quienes no están siempre buscando las posibles intenciones torcidas de los demás. Piensan que, si ellos no harían mal a nadie, por qué alguien querría hacerles mal o engañarlos a ellos. Es muy apropiado traer aquí el ejemplo de Sto. Tomás de Aquino, el cual siendo novicio era blanco de las bromas de los demás por ser muy crédulo o ingenuo (al menos, a los ojos de los otros). Así, en una ocasión en que estaban todos en el recreo, se le acercan a Tomás dos connovicios y le dicen señalando para el cielo: ‘Mira, Tomás, un burro volando’ Y Tomás levanta los ojos al cielo y pregunta: ‘¿Dónde, dónde?’ Hubo una gran juerga y, al final, le confesaron que era una mentira. A lo que Tomás replicó: ‘Creo antes que un burro vuele a que un connovicio, que quiere ser perfecto en este mundo por amor a Jesucristo, pueda mentir.’ Con estas palabras todos quedaron confundidos y con gran provecho espiritual. Por eso, el limpio de corazón puede ver a Dios, puede ver al hombre tal y como es, y no tal y como se viste de ropas, títulos, riquezas, harapos, ignorancias… Así, cuando Jesús (el limpio de corazón por excelencia) miró a María Magdalena no vio lo que los demás. Los demás vieron una prostituta para tocar y manosear; vieron a una mala mujer, que quitaba a las mujeres decentes sus maridos, o que “chupaba” los dineros a los incautos con su belleza o con placeres. Jesús (el limpio de corazón por excelencia) vio a una mujer que sufría, que tenía necesidad de afecto, de ser acariciada y no manoseada, de ser protegida y escuchada, de ser querida por sí misma y no por su belleza o por su sexo.

No puedo seguir explicando más bienaventuranzas por falta de tiempo. Las demás las dejo a la reflexión y oración personal. ¡Que Dios os conceda la luz para comprenderlas y vivirlas!

Nuestros difuntos, los que ahora no están aquí, saben qué es lo verdaderamente importante; pidámosles ayuda en nuestro camino a la santidad.

32 comentarios:

  1. Con gran ilusión leo de nuevo las Homilías de D. Andrés en el blog.

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  2. Maravillosa homilía!!!!
    Me queda mucho camino que recorrer...los mansos son aquellos que están llenos de la paz del Señor.Paz que los serena.
    La fortaleza y el equilibrio emocional están en la vida interior y en evitar aquellos sentimientos que corroen el alma.
    Los sentimientos y emociones negativas dominan mi ánimo. Me apartan del camino del amor al Señor.
    Doy gracias a Dios, todos los días por toda la ayuda que me aportas, ánimo, amor, aprecio, amistad, acercamiento.
    GRACIAS de corazón.

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  3. La madre que te parió, D. Andrés!!!!.
    Estas homilías son sobrecogedoras. Estrujan la conciencia, retuercen el alma, y te ponen la cabeza patas arriba!.
    Cuatro CURAS como éste y cambian esta ciudad, y lo que se les ponga por delante.
    Doy gracias por haberte conocido!

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  4. La madre que te parió, D. Andrés!!!!.
    Estas homilías son sobrecogedoras. Estrujan la conciencia, retuercen el alma, y te ponen la cabeza patas arriba!.
    Cuatro CURAS como éste y cambian esta ciudad, y lo que se les ponga por delante.
    Doy gracias por haberte conocido!

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  5. La homilía de hoy "tiene tela" para digerirla.

    Me vaís a permitir que aporte unos testimonios de la Madre Teresa:

    Si las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas, ámalas de todos modos.

    Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros motivos egoístas, haz el bien de todos modos.

    Si tienes éxito y te ganas falsos amigos y enemigos verdaderos, lucha de todos modos.

    El bien que hagas hoy será olvidado mañana, haz el bien de todos modos.

    La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerables, se sincero y franco de todos modos.

    Lo que has tardado años en construir puede ser destruido en una noche, vuélvelo a construir de todos modos.

    Alguien que necesita ayuda de verdad puede atrasarte si le ayudas, ayúdale de todos modos.

    Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán a pesar de ello, Dios conoce nuestras debilidades y nos ama de todos modos.

    El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.

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  6. el burro de Balán (o sea, yo)31 de octubre de 2011, 20:52

    Una homilía preciosa. Pero, me parece un poco MUY FUERTE (dicen los chicos de ahora) lo de San Francisco: que lo muelan a uno a palos.....;!!

    No obstante, menuda moraleja.

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  7. Suscribo el comentario del Anónimo del 31 de octubre de las 19,34, y todos los demás.

    Después de leer estas Homilías, me vienen siempre los buenos deseos de ponerlas en práctica, estoy en ello. Hoy intentando ser lo más pobre de espíritu que puedo, quiero dar gracias a Dios por haber puesto en mi camino a D. Andrés, no es fácil en la vida tener una suerte así, para mí es una bendición del Señor.
    Un fuerte abrazo D. Andrés, y para todos ustedes.
    Aloya

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  8. Suscribo el comentario del Anónimo del 31 de octubre de las 19,34, y todos los demás.

    Después de leer estas Homilías, me vienen siempre los buenos deseos de ponerlas en práctica, estoy en ello. Hoy intentando ser lo más pobre de espíritu que puedo, quiero dar gracias a Dios por haber puesto en mi camino a D. Andrés, no es fácil en la vida tener una suerte así, para mí es una bendición del Señor.
    Un fuerte abrazo D. Andrés, y para todos ustedes.
    Aloya

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  9. el burro de Balán (o sea, yo)31 de octubre de 2011, 21:52

    Me permito repetir aquí el comentario que se quedó en la anterior homilía.

    Me ha encantado porque condensa todos los comentarios y las vivencias que hacen de este blog un maravillosa comunidad en las ondas.
    Bueno, también porque cita la Burra de Balán, que no soy soy. Yo soy el burro, de Balán.
    Eso de que le citen a uno, es malo o bueno!!!

    Cito textualemtne, para que nadie se quede sin leerlo; merece la pena:
    Es reconfortante volver a leer las Homilías de D. Andrés en el blog,y comprobar como tantas personas han estado al lado del Sacerdote valiente que sigue proclamando el Evangelio del Señor, Domingo tras Domingo, y desde hace tantos años, con esa característica tan especial de hacerlo actual, comprensible, cercano a nuestras vidas.

    Me emocionan los comentarios de todos ustedes, incluida esa "burra de balán" que nos situó en una espléndida realidad, y el de mi querida amiga Paz, que habla con tanta ternura de D. Andrés, en fin, de todos he aprendido mucho y bueno, y también después de reflexionar sobre esta situación en la que está inmerso D. Andrés y todos nosotros, yo también he sacado muchas cosas positivas, entre ellas constatar una vez más, el amor que tiene nuestro sacerdote a la Iglesia del Señor,y a nosotros sus fieles, el amor sin reservas que le profesa al Padre, y que nos transmite a través de sus homilías, he comprobado como cuida y mima su rebaño donde quiera que va, me da mucha paz, saber que no caminamos solos a nuestra suerte, que el Pastor está ahí, atendiendo nuestras inseguridades con la firmeza de su fe, y con el ejemplo de su fortaleza, humildad y coherencia.
    Me siento parte de una comunidad que camina herida, pero camina unida y espera en la Misericordia del Señor que todo este dolor pase, que vuelva la calma y la alegría del reencuentro de todos, los de arriba y los de abajo, todos estamos irremediablemente avocados a entendernos y perdonarnos si queremos ser libres, si deseamos llegar a la meta celestial.

    Estas Homilías que nos están llegando, vienen cargadas de la esperanza y las enseñanzas del Evangelio que siempre nos transmitió D. Andrés, aunque a mí se me hacen cortas, la Buena Nueva relatada por nuestro Pater como le llama cariñosamente Pepitina, suena a música celestial, y la de este Domingo, ha "resonado" entre las bóvedas de la Catedral con contundencia y a la vez con gran dulzura, quien se reconoce el primer pecador, es el mejor ejemplo a seguir.
    Un fuerte abrazo para D. Andrés y para todos ustedes.
    Aloya

    31 de octubre de 2011 19:45

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  10. En este blog, he tenido la suerte de toparme y poder leer lo que casi siempre pienso, pero lo que no he sido ni soy capaz de escribir.

    Pero, citándolo, no nos pasará desapercibido, y de paso, a mi se me quita el complejo de ser poco expresivo:

    "....El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz...." 31 de octubre de 2011 19:41

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  11. Otra vez las homilías; como Dios manda!
    El púlpito en las ondas. Mucho ánimo D. Andrés; muchos cariños para todos los que andan aportando, husmeando y cucando por este blog.

    Aquí se respira cariño, buena intención, ilusión y muchas, muchas enseñanzas. Buen trecho y camino para andar.

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  12. De la abundancia del corazõn habla la boca, creo haber leido en la Biblia. Por eso, no me extraÑan sus homilîas

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  13. el burro de Balán (o sea, yo)1 de noviembre de 2011, 7:36

    A mediados de octubre, Balán y yo anotábamos que este "púlpito" había tenido más de 51.000 entradas.

    Finalizado el mes, registra 936 nuevas entradas.

    En menos de 15 días, casi 1.000 personas se han molestado en entrar en este blog.
    Estoy, sencillamente, maravillado del poder de convocatoria que tienen estas homilías.

    Se le puede pasar a alguien por la cabeza, considerar justo, adecuado, ortodoxo, cristiano y ético, pretender, insinuar o instigar a que otros, decidiendo, se equivoquen.
    Puede haber equivocaciones en algunas decisiones, tenemos que admitir equivocaciones, puntos de vista desenfocados, pero, normalmente, al final, la verdad y las buenas intenciones, el tiempo se encarga de ponerlas en su sitio.

    "La astucia -decía Thomas Fuller- puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda. Thomas Fuller

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  14. Me estoy aficionando a leer y escuchar tus homilías ¡¡Gracias por enviármelas y por el trabajo previo de pensarlas, escribirlas, grabarlas, etc.!!

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  15. Querido Andrés:
    Menuda homilía la de hoy, que pena que no tuvieras tiempo para poder explicarlas todas las bienaventuranzas, a ver si para otra ocasión lo puedes hacer. Lo de S. Francisco, a mi parecer, se pasó a la otra orilla, eso es demasiado.
    Pienso, que si llegáramos a conectar con esa forma de vivir necesitaríamos muy poco para ser felices.
    La mayor parte de las cosas por las que nos afanamos aquí, no valen para nada. El evangelio pretende liberarnos de un montón de condicionamientos.
    Pero el mundo nos va envolviendo sin darnos cuenta.
    Las bienaventuranzas son un programa de vida, el secreto de la felicidad está ahí; en la medida que sepamos desprendernos de nosotros mismos, de nuestras cosas, ser generosos, limpios de corazón, dispuestos siempre a perdonar, a disculpar, a no ser vengativos, a no ser mal intencionados etc. etc.
    Yo cuando vivo cualquiera de estas experiencias, aunque en un momento lo pase mal, luego me siento muy bien y con mucha paz.
    Que el Señor, nos ayude a descubrir la belleza y la bondad que tiene para nuestra vida las propuestas que nos hace Jesús en las bienaventuranzas.
    Un abrazo para todos.

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  16. Quiero ante todo manifestar mi profunda alegría por el regreso de D. Andrés y sus homilías a este querido blog.
    Las palabras que se han proclamado este domingo son de una gran dureza, para los sacerdotes, y para todos los cristianos que, aunque no tenemos el sacerdocio sacramental, si lo somos a través del bautismo; así que aquí no se escapa nadie.
    El sábado escuché a una persona decir: Es que lo que dice este evangelio, es justamente lo que a mi me gusta, es decir; me encanta que me alaben, ser reconocida y quedar siempre bien....etc. si no fuese por la gran misericordia de Dios, estaría perdida. Yo también tengo que decir algo parecido; tantas veces me veo reflejada en esos fariseos; y yo no quisiera, pero hay momentos en que mi soberbia se impone a mis deseos; por eso hace tiempo que le pido al Señor que, me conceda ese maravilloso don de la humildad, el pasar desapercibida, y que todo lo que realice sea con limpieza de corazón, no buscando mi gloria, sino la de Dios.
    Preciosa la homilía y clara; ciertamente cuanto bien o cuanto mal puede hacer un sacerdote según su forma de proceder; aquí me refiero especialmente a los que han recibido el sacramento del orden, porque creo que son los que están en el pinto de mira, y expuestos al acecho de todo aquel que quiera cogerlos en un renuncio, que es lo que están deseando; luego vamos nosotros, los cristianos de a pié, pero que también somos observados.
    Al escuchar las palabras de D. Andrés, sobre las condiciones de como debe ser un buen sacerdote, creo que a todos nos ha venido a la mente un nombre y una persona; y porque él está adornado con todos esos maravillosos dones, creo que el fruto se está viendo a través de este blog. No hay mejor forma de evangelizar.
    Han querido silenciarlo, y el resultado de esta decisión ha sido justamente el contrario al que sin duda esperaban. La semilla sembrada con amor, regada, y abonada con cariño y en el momento preciso, ha brotado con toda la fuerza y vitalidad, para hacer patente que, la siembra estuvo hecha con esmero, y sigue necesitando de ese riego y atención continuo, para seguir creciendo y dando el fruto apetecido.
    Me alegra, me alegra en el alma cada comentario; el comprobar cuantos hermanos bebemos en la misma fuente, y comparten sus sentimientos con todos. Muchas gracias.
    "Ve por el mundo/ grita a la gente/ que el amor de Dios no acaba/ ni la voz de Dios se pierde.
    Sigue gritando profeta/cantos de vida o de muerte/ sigue gritando a los hombres/ que el reino de Dios ya viene/ no APAGARAN esa voz/ ni a nada debes temerle/ pues tu voz es voz de Dios/ y la voz de Dios no muere".
    Es un canto que siempre me ha gustado mucho, y que en estos momentos me parece muy apropiado; me ha venido a la mente al comprobar de que manera se ha extendido la palabra de este profeta tan coherente con su vida. Es como la piedra que se arroja al agua, y va formando esas hondas que se van expandiendo mas y mas; las ondas de estas palabras tanto se expanden que traspasan las fronteras.
    Muchas gracias Andrés, que Dios te bendiga y te ayude a seguir dando los frutos a su tiempo.
    Hermanos, muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Un fuerte abrazo a todos.
    BENDITO SEA DIOS

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  17. el burro de Balán (o sea, yo)1 de noviembre de 2011, 11:46

    Nueva bronca de Balán. Esta vez me dice que no puntúo bien mis aportaciones. La verdad, esta vez, tiene razón.

    Matizo; el siguiente comentario lleva una interrogación como la catedral de grande:

    ¿¿¿¿¿¿Se le puede pasar a alguien por la cabeza, considerar justo, adecuado, ortodoxo, cristiano y ético, pretender, insinuar o instigar a que otros, decidiendo, se equivoquen????.
    Puede haber equivocaciones en algunas decisiones, tenemos que admitir equivocaciones, puntos de vista desenfocados, pero, normalmente, al final, la verdad y las buenas intenciones, el tiempo se encarga de ponerlas en su sitio.

    Los de arriba, se hacen más grandes, cuando rectifican, como nos pasa a los de aquí abajo.

    "La astucia -decía Thomas Fuller- puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda. Thomas Fuller

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  18. "Andrés, para el mundo vos no sos más que una persona.
    Pero para, no pocas personas, vos podés ser el mundo.
    Sigue adelante, firme en tus convicciones, en tu fe. Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras, dicen que dijo Nietzsche. Con tu forma de ser, tu forma de conducirte por la vida, por la iglesia y por la sociendad es un estímulo a seguir por todos los que siguen tus testimonios, apoyos y orientaciones. No te imaginas el bien que haces a mucha, muchísima gente. Y este blog, que es una mínima expresión, puede dar fe de ello.
    Hoy, precisamente, he hablado con alguien muy cercano a la cúpula, que sigue este blog.
    Conoce, con detalle, el pequeño percance que te ha sobrevenido; tiene su propia opinión y se la reserva. Lo cual, para mí, ya constituye, en sí mismo, una opinión. Al despedirnos, sólo me ha dicho: No hay que preocuparse por Andrés, la mentira siempre dura hasta que la verdad no llega; y ésta, ya sabemos que está de camino.

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  19. Bienaventurado eres Andrés porque, golsando e interpretando, casi textualemtne, tus propias palalbras de tu homilía: eres rico de espíritu, no tienes puesta tu confianza en los títulos, en la salud, en la riqueza, en el poder, en la fuerza, en la aceptación social, en tu propia valía, sino únicamente, en lo que representas para todos los demás, en tu labor de Ministro, de amigo, de hermano. Bienventurado te puedes considerar. Un fuerte abrazo, extensible a esta gran comunidad que accede a esta ventana diariamente.

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  20. Bienventurados?
    El planeta Tierra aguanta sobre sus espaldas SIETE MIL MILLONES.
    Y la población mundial crece a razón de cien millones. Hay planeta suficiente para ello?
    Sólo China tiene más de 800 millones.
    Hacen falta alimentos, porque comemos más y "por demás", y, para colmo, nos morimos por ello (colesterol, dietas....).
    Bienaventurados los que tenéis que comer, espiritual y materialmente.
    Buenas noches, y buen provecho!
    Mil millones de gente que pasa hambre. MIL MILLONES!!!!!

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  21. Gracias por las homilîas.

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  22. Gracias por encontrar éste oasis!

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  23. Qué suerte, Mons. De tener tantos curas como este Cura!

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  24. Gracias por la homilía, D. Andrés. Hoy, un día especial, me han rondando en la cabeza.

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  25. el burro de Balán (o sea, yo)1 de noviembre de 2011, 23:46

    Hoy tuve que documentarme un poco. Pretendía contestar a una pregunta de un niño, siempre los niños, sobre el origen de la festividad de hoy. Y para despejar el tinglado comercial que nos han montado, con de Jalouín. HALLOWEEN.
    Se lo he dicho a Balán, y me dice que, aunque no es algo muy cienfíco, ya que lo he consultado, que los ponga a disposición de este blog.
    Si nos molesta el rollo, ahí os lo suelto:
    En casi todas las cultura se dedica un día del año a los antepasados. En unos casos, se les llama difuntos, en otros, santos. Ya en la cultura romana, los lares o manes.
    En estas fiestas paganas, la calavera es el fetiche principal.

    En la fiesta de los Difuntos se sacan a los muertos de sus tumbas para que participen, un día al año, de lo que nos dejaron al irse de este mundo.
    Los romanos tenían a los difuntos metidos en casa en forma de dioses o genios familiares, y les rendían culto diario. Tan importante consideraba Roma el culto a los antepasados, que para asegurarlo instituyeron la figura sagrada del heredero, cuya principal razón de ser y obligación era perpetuar este culto.

    Halloween tiene su origen en una festividad celta, y se celebra el fin del verano.
    Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado.

    Es lo que siglos más tarde recogería el cristianismo bajo la figura de la COMUNIÓN DE LOS SANTOS, uno de los dogmas que proclama el Credo. En él se afirma que todos los cristianos, tanto los difuntos de todos los tiempos como los vivos, viven en comunión formando un solo espíritu. Y que son precisamente los que se fueron a los que más propiamente se llama santos (igual que los romanos llamaron a sus antepasados lares, manes y lémures; quienes preservan desde el más allá la cultura y los valores de toda la comunidad (formada por los vivos y por los difuntos).

    "Consecuente con ese principio, el cristianismo ofrece como ejemplos para toda la comunidad cristiana a los difuntos que destacaron en las virtudes que forman la religión, a los que en su día proclamó como santos, inscribiéndolos en la lista llamada CANON (eso es CANONIZAR).

    Pero como la inmensa mayoría de los que murieron dentro de la fe de la iglesia y por eso son santos no fueron inscritos, se instituyó la fiesta de TODOS LOS SANTOS (los manes que dirían los romanos), que son los difuntos no canonizados, como parte de la celebración de la fiesta del día siguiente dedicado a los difuntos que están aún penando".

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  26. Alguien comentaba, además de soltar una espontánea jaculatoria: "La madre que te parió, D. Andrés!!!!.

    Añadía: estas homilías son sobrecogedoras. Estrujan la conciencia, retuercen el alma, y te ponen la cabeza patas arriba!.
    Y ya remataba: cuatro CURAS como éste y cambian esta ciudad, y lo que se les ponga por delante.
    Doy gracias por haberte conocido!

    Se me ocurre añadir aquello del Quijote: Qué buen vasallo si ....

    En definitiva, son virtudes que adornan a este Cura, de las que disfrutamos todos los que, de una manera u otra, tenemos la dicha de habernos topado con él en nuestras vidas.

    Tenemos la obligación y la responsabilidad de no quedarnos con este tesoro; que más gente conozca y comparta con nosotros esta gracia de la que disfrutamos. Tengamos muy presente aquello de "que las virtudes más grandes son aquellas que más utilidad reportan a otras personas".


    Aristóteles

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  27. Hola Andrés, escuché ahora la homilía, y pienso que la vuelva a escuchar, ¡qué bien hace!. Gracias. Me gustó y me llenó el comentario de Chony. Gracias por darnos la oportunidad de poder compartir nuestros sentimientos y experiencias de Dios.

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  28. A la salida de Misa, Mª Jessús ( mujer sensata donde las haya, y, amiga mia) y yo, comentábamos , como los dos de Emáus, las lecturas y la homília, en particular la reacción de Francisco de Asís y el Hermano Léon, yo de cía" responder pegando, no, pero que proclamo que soy el Fundador y que si no abren les cierro el "chiringuito", fijo , entonces Mª Jesús dijo: " Vamos, qué no sabe Vd. quien soy yo y con quién está hablando", cierto es frase que yo tuve que oir alguna vez y que, por educación nunca la dije, pero la cosa estaba bien aplicada.Para los Limpios de Corazón, ay!, ahí no tengo pérdida, miro a la Madre de Dios y Madre mia María, y ya sé donde estoy.Qué presencia tan limpia, tan pura, tan virgen que todo un Dios puede entrar en ella,desde luego en la mia, no,por mucho que la limpiara. imposible-.De todos modos, menos mal que Jesús vino y dió, no como yo, que cumplo y miento, sino el cumpliento que da VIDA.!Andrés, por tu madre, mira a ver si puedes ir de cinco en cinco que yo a la última no llego, qué soy muy mayor"Un abrazo.Paz

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  29. A la salida de Misa, Mª Jessús ( mujer sensata donde las haya, y, amiga mia) y yo, comentábamos , como los dos de Emáus, las lecturas y la homília, en particular la reacción de Francisco de Asís y el Hermano Léon, yo de cía" responder pegando, no, pero que proclamo que soy el Fundador y que si no abren les cierro el "chiringuito", fijo , entonces Mª Jesús dijo: " Vamos, qué no sabe Vd. quien soy yo y con quién está hablando", cierto es frase que yo tuve que oir alguna vez y que, por educación nunca la dije, pero la cosa estaba bien aplicada.Para los Limpios de Corazón, ay!, ahí no tengo pérdida, miro a la Madre de Dios y Madre mia María, y ya sé donde estoy.Qué presencia tan limpia, tan pura, tan virgen que todo un Dios puede entrar en ella,desde luego en la mia, no,por mucho que la limpiara. imposible-.De todos modos, menos mal que Jesús vino y dió, no como yo, que cumplo y miento, sino el cumpliento que da VIDA.!Andrés, por tu madre, mira a ver si puedes ir de cinco en cinco que yo a la última no llego, qué soy muy mayor"Un abrazo.Paz

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  30. Verdaderamente impresionante la homilía.
    ¡¡Que alto has puesto el listón, Francisco de Asis!!
    Leyendo y escuchando la vida de este santo, una se mira a si misma, y solo puede ver, basura; solo puede ver mas grandes los pecados, y la falta de entrega al Señor y a los demás.
    Imposible para mi, pensaba yo al escucharte, así como al escuchar las Vienaventuranzas, preciosas y deseables.
    Cada día me parece mas dificil el ser una buena cristiana, ya que es cierto que "el espíritu está presto, pero la carne es débil"
    También me atrae esa limpieza de corazón que poseía Sto. Tomás.
    Y seguí pensando, imposible, imposible si, pero....¿Y si a Dios le da la gana de hacerlo posible? ¿Como respondo yo? ¿me dejo llevar y deseo que lo haga, o quizás me produce cierto "temor"? porque puede ocurrir que por un lado sí desee el ser santa, aunque sea sin peana, pero veo que por otro a este "cuerpecito serrano" le cuesta mucho el salir de sus comodidades y de tantos apegos que quizá le están quitando "sitio" al Señor.
    Aún así, el domingo salí de la catedral mas contenta que unas castañuelas, y así permanecí todo el día.
    Que Dios te bendiga Andrés, Aunque entiendo la expresión de un par de anónimos al comienzo de su comentario: La madre.....y es que consigues remover las conciencias, y sacar a flote todo aquello que está tan oculto que, cuesta trabajo verlo. Muchas gracias.
    Mi cariño para todos.
    BENDITO SEA DIOS.

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  31. El ejemplo de Sto. Tomás me ha hecho reflexionar sobre la mentira/la Verdad:
    ‘Creo antes que un burro vuele a que un connovicio, que quiere ser perfecto en este mundo por amor a Jesucristo, pueda mentir.’
    Sabemos que es Satanás el Padre de la mentira, y Jesús se ocupó personalmente de decirnos que Él mismo era la Verdad: “Yo Soy el Camino, la Verdad, y la Vida”.
    También la Verdad forma parte de ese Reino que tantas veces hemos cantado, ese Reino que buscamos y a la vez deseamos vivir ya desde aquí: “Reino de Paz y Justicia –dice la canción-; Reino de vida y Verdad… ¡Y con cuánta facilidad rompemos esa Verdad!, con la exageración o bien su contrario, menospreciando la realidad sin atenernos a su contenido; la rompemos por el miedo a enfrentarnos a la responsabilidad que lleva consigo y no nos apetece asumir; la rompemos con nuestra falta de coherencia, cuando “decimos lo que no hacemos” y encima lo exigimos a otros..- con mentira y desde la mentira-; cuando callamos la Verdad, para evitar que nos critiquen o que no nos acepten. ¡¡cuántas veces hemos dejado oculta la Verdad!!Y si creemos en esas palabras de Jesús: Yo Soy la Verdad, es que le hemos ocultado a Él. ¡Qué serio me parece esto!
    Lo peor es que al no darle la importancia que tiene esa Verdad –que no vivimos- , tampoco la enseñamos….a los niños por ejemplo. Siempre recuerdo ese ejemplo de un padre que al oir sonar el teléfono dice a su hijo: Si es fulanito, dile que no estoy. Y nos quedamos tan tranquilos. Es un ejemplo que parece una tontería, pero…¿a qué es cierto?
    Le doy gracias a Dios porque a través del P. Andrés, gran amante de la Verdad –la Verdad de Jesucristo- he aprendido a buscarla y apreciarla cada vez mas sabiendo que forma parte de ese Reino que un día viviré en plenitud y que ahora el Señor, me permite ir saboreando en pequeñas dosis. Algunos de vuestros comentarios en ocasiones son tan sinceros que me emocionan y ¡cuántas gracias doy al Señor por ellos, por vosotros!!
    Pido para toda esta Comunidad fraterna de este Púlpito en Ondas, la Perfecta Alegría que es Pobreza de espíritu, que es confianza y abandono en el Único que nos salva, el Señor. Pido el “Ser limpios de corazón”, aprendiendo a mirar con Su mirada a cuántos se nos acerquen; pido para todos amigos, la mansedumbre que Él nos enseña a través de su ejemplo: “Aprended de Mí, que soy manso..”
    Si Jesús nos pide estos Pasos para seguirle en el camino hacia la Santidad, es porque pone a nuestra alcance las herramientas para conseguirlo. Si no, Él que la Verdad, nunca nos lo pediría.
    Siento que el comentario llegue con retraso.
    Buena semana para todos.

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  32. El ejemplo de Sto. Tomás me ha hecho reflexionar sobre la mentira/la Verdad:
    ‘Creo antes que un burro vuele a que un connovicio, que quiere ser perfecto en este mundo por amor a Jesucristo, pueda mentir.’
    Sabemos que es Satanás el Padre de la mentira, y Jesús se ocupó personalmente de decirnos que Él mismo era la Verdad: “Yo Soy el Camino, la Verdad, y la Vida”.
    También la Verdad forma parte de ese Reino que tantas veces hemos cantado, ese Reino que buscamos y a la vez deseamos vivir ya desde aquí: “Reino de Paz y Justicia –dice la canción-; Reino de vida y Verdad… ¡Y con cuánta facilidad rompemos esa Verdad!, con la exageración o bien su contrario, menospreciando la realidad sin atenernos a su contenido; la rompemos por el miedo a enfrentarnos a la responsabilidad que lleva consigo y no nos apetece asumir; la rompemos con nuestra falta de coherencia, cuando “decimos lo que no hacemos” y encima lo exigimos a otros..- con mentira y desde la mentira-; cuando callamos la Verdad, para evitar que nos critiquen o que no nos acepten. ¡¡cuántas veces hemos dejado oculta la Verdad!!Y si creemos en esas palabras de Jesús: Yo Soy la Verdad, es que le hemos ocultado a Él. ¡Qué serio me parece esto!
    Lo peor es que al no darle la importancia que tiene esa Verdad –que no vivimos- , tampoco la enseñamos….a los niños por ejemplo. Siempre recuerdo ese ejemplo de un padre que al oir sonar el teléfono dice a su hijo: Si es fulanito, dile que no estoy. Y nos quedamos tan tranquilos. Es un ejemplo que parece una tontería, pero…¿a qué es cierto?
    Le doy gracias a Dios porque a través del P. Andrés, gran amante de la Verdad –la Verdad de Jesucristo- he aprendido a buscarla y apreciarla cada vez mas sabiendo que forma parte de ese Reino que un día viviré en plenitud y que ahora el Señor, me permite ir saboreando en pequeñas dosis. Algunos de vuestros comentarios en ocasiones son tan sinceros que me emocionan y ¡cuántas gracias doy al Señor por ellos, por vosotros!!
    Pido para toda esta Comunidad fraterna de este Púlpito en Ondas, la Perfecta Alegría que es Pobreza de espíritu, que es confianza y abandono en el Único que nos salva, el Señor. Pido el “Ser limpios de corazón”, aprendiendo a mirar con Su mirada a cuántos se nos acerquen; pido para todos amigos, la mansedumbre que Él nos enseña a través de su ejemplo: “Aprended de Mí, que soy manso..”
    Si Jesús nos pide estos Pasos para seguirle en el camino hacia la Santidad, es porque pone a nuestra alcance las herramientas para conseguirlo. Si no, Él que la Verdad, nunca nos lo pediría.
    Siento que el comentario llegue con retraso.
    Buena semana para todos.

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