jueves, 19 de abril de 2012

Domingo III Pascua (B)

22-4-2012 DOMINGO III DE PASCUA (B)
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
El otro domingo hablábamos de una serie de experiencias que tienen aquellos que perciben la presencia de Cristo resucitado: la paz en sus corazones, el perdón de los pecados, la alegría de la fe. En el evangelio de hoy se nos apunta otro fruto de la resurrección de Jesús en sus discípulos: Jesús “les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras”. Y qué sucede cuando Jesús abre a alguien el entendimiento sobre las Escrituras. Pues le sucede lo mismo que les pasó a los discípulos de Emaús cuando Jesús les hablaba: “¿No nos ardía el corazón cuando nos explicaba las Escrituras?”. Sí, nos arde el corazón de fe y de amor a Dios cuando Jesús nos habla al corazón de Dios.
En la homilía[1] de hoy quisiera hablaros un poco sobre las Escrituras, es decir, sobre la Biblia y qué podemos hacer por nuestra parte para comprenderla:
1) Yo siempre digo que la Biblia es como un álbum de fotografías. Cuando abrimos un álbum nuestro y vamos pasando página tras página, nos encontramos con rostros familiares, con situaciones pasadas, normalmente alegres. Un álbum es algo personal. Pues lo mismo nos ha de pasar con la Biblia: Hemos de tener algunos pasajes muy queridos, pues nos acompañaron en determinados momentos de nuestra vida y nos dieron aliento, luz, fuerza, ánimo y fe de parte de Dios.
2) Siendo seminarista me di cuenta que yo nunca había leído la Biblia entera. Conocía muchos pasajes, pero no había leído la Biblia entera. Pensé que sería bueno y necesario que, uno que iba a ser cura, la hubiera leído, al menos, una vez entera. Así empecé un día y todas las noches, antes de acostarme, leía dos capítulos del Antiguo Testamento y uno del Nuevo. Hubo muchos trozos, sobre todo del Antiguo Testamento, que los encontré aburridos y sin demasiado sentido. Hubo otros trozos que me maravilló el descubrirlos, pues no sabía de su existencia. Hubo otros trozos que me dieron respuestas actuales a problemas o situaciones actuales. Hubo trozos que leí y no di en aquel momento demasiada importancia, pero después, mientras estudiaba o daba catequesis en la parroquia en la que ayudaba como seminarista, vinieron a mí mente y a mis labios y cobraron todo su sentido. Me di cuenta que lo que leía era palabra viva y no palabra muerta, o del pasado, o de una historia antigua.
3) Con el tiempo, y al leer diariamente tres capítulos, terminé la Biblia y entonces pensé en empezar otra vez por el principio. Y seguí haciéndolo del mismo modo: todos los días leía dos capítulos del Antiguo Testamento, y todos los días leía un capítulo del Nuevo Testamento. Y empecé a observar que ocurrían en mí dos cosas, que luego escuché que también les pasaba a otras personas: a) Si lees la Biblia una vez, entiendes algo. Si la lees dos veces, entiendes cada vez más. Si la lees tres o más veces, tiene mucho más sentido y sus palabras entran muy dentro de ti. b) Quien lee la Biblia profundiza cada vez más en Dios y en las cosas de Dios, y ya no soporta demasiado bien leer cosas espirituales de otros hombres, salvo que sean cosas escritas por los santos. Es decir, Dios da un sentido muy certero para percibir claramente lo que es de Dios, dónde está Dios, y todo lo demás cansa o se nos cae de las manos y es considerado como una pérdida de tiempo.
Y ahora quisiera leeros algunos trozos de la Biblia que a mí me han hecho mucho bien y que en un momento de mi vida iluminaron mi ser y mi espíritu. Estas son algunas de mis "fotografías". Cada uno debe buscar las suyas:
- “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de vida, ¿quién me hará temblar?” (Slm 26, 1). Con este salmo empecé a gustar el Antiguo Testamento, pues descubría cosas hermosas y no sólo matanzas, como me habían dicho. Con este salmo mi espíritu se puso en comunión con Dios y Él me quitó miedos y complejos. Si Él me quiere, qué más da que los demás no me quieran. Si Él me acepta como soy, qué más da que los demás no me aceptan. Si Él quiere a los otros, quién soy yo para no quererles. Si Él acepta a los demás, quién soy yo para no aceptarles.
- “Jesús dijo: ‘Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontraréis alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera’” (Mt 11, 25-30). Este texto de Jesús me descubrió un Dios sencillo y preocupado por los débiles. También vi a un Dios que no buscaba sólo lo grande y lo extraordinario, sino lo pequeño y lo corriente. ¡Todos somos tan pequeños y tan corrientes!
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”. Esta frase de Jesús me descubrió y me animó a refugiarme en los brazos amorosos de Dios Padre y de Jesús, cuando estoy cansado. Él siempre tiene tiempo para mí. Pero esta frase también me enseñó a querer practicar ser como Jesús, cuando los demás están cansados y agobiados: Porque Jesús, porque Dios usa mis brazos para acoger a esos que están tristes y solos.

- “Para los que aman a Dios, todo les sirve para el bien” (Rm. 8, 28). Esta frase me enseñó a empezar a ver las cosas con los ojos de Dios. Antes yo pensaba que las cosas eran malas o buenas según me hicieran bien o mal al modo del mundo. Por ejemplo, si tenía demasiado frío o demasiado calor, si me cansaba, si no me reconocían…, todo eso era malo. Y si me sucedía lo contrario, entonces era bueno. Pero Dios me enseñó que tenía que mirarlo y juzgarlo todo desde Él. Lo que yo veo bueno, ¿es bueno para Dios? Lo que yo veo malo, ¿es malo para Dios? Y Dios me decía: Para los que me aman, “todo les sirve para el bien”.



[1] Esta homilía va a ser un poco testimonial.

8 comentarios:

  1. Buenas noches Andrés :

    No me habia dado tiempo a leerla durante el día. En tus palabras hay una gran ternura. Es de gran belleza, llega al corazón. Sí, Dios usa tus brazos para acoger a todos los que estamos tristes y solos.
    El Papa lo dijo de una forma hermosisima : << Cada santo es como un rayo de luz que sale de la Palabra de Dios.>>.
    Gracias por tú aportación. Un abrazo en Cristo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Preciosa homilía!! Es un gozo que compartas con nosotros,cómo la Palabra de Dios entra y actúa en tu corazón y en tu vida.
    Cuando el Espíritu de Jesús abre nuestro entendimiento a la Palabra, verdaderamente,¡¡qué gozo, qué alegría profunda vivimos!!
    Conocemos poco las Sagradas Escrituras y no toda, como dices Pater. Estas pasajes que mencionas de "tu álbum de fotos", las he profundizado mas gracias a ti, pues acudes a ellas, sin darte casi cuenta -creo-, incluso en la confesión o dirección espiritual.En esos momentos se hace Palabra Viva, y la introduzco en mi vida; pasan sin proponérmelo a formar parte de ese día a día, en tantas ocasiones dañados por la rutina. Ser consciente de ésto,de que actúa en mí, me da una gran alegría.
    Este versículo:“Para los que aman a Dios, todo les sirve para el bien”, por ejemplo (Rm. 8, 28), tomó forma y fuerza en mi vida, gracias a tu referencia a el,pues no me había llamado la atención de forma especial.Por eso, qué importantes son todos esos momentos en que compartimos nuestra Fe, con aquellos que la creen y profesan. Mi fe entonces se afianza, crece,es mas profunda.
    Leía ayer en el Mensaje del Papa para la JMJ 2012, que "nuestro corazón está hecho para la Alegría y que la primera causa de nuestra alegría es la cercanía del Señor, que me acoge y me ama." Es fácil pues encontrar esa Alegría en Su Palabra, esa que nos dirige a cada uno de nosotros, cada día, y que desgraciadamente en tantas ocasiones olvidamos "guardar en nuestro corazón", para poder entonces, hacerla vida.
    Feliz semana de Pascua. El Señor pasa por nuestra vida, resucitándola con Su presencia desde Su Palabra.Ojalá todos la aprovechemos, nos haría mas felices: "Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica". Y Él siempre cumple Su Palabra.

    ResponderEliminar
  3. Bella homilía y muy reconfortante, al leerla pausadamente una va recordando momentos en los que gracias a ese, “álbum de fotografías”, como tú las llamas, tantas y tantas veces, me han liberado, fortalecido, acompañado, arropado y animado para poder seguir adelante, porque sentía que alguien caminaba conmigo, enseguida venía a mi mente el, Sal. 22,1-3 o el Sal. 26,1, al ir haciendo ecos, me iba llenando de paz y seguridad, seguía teniendo el miso problema, pero con un sentido nuevo.

    Hoy los dos discípulos desconocidos de los que nos habla Lucas, hablan de cómo Jesús les había acompañado cuando volvían de Emaús y de como le habían conocido al partir el pan, (Lc 24, 13-35). Esta es una historia en la que yo me he sentido reflejada bastantes veces, y que me ha ayudado a salir a flote.
    Están desilusionados, habían hecho muchos propósitos, tenían muchas esperanzas en Jesús, pero murió, se les ha roto el proyecto de vida. Se marchan de Jerusalén llevando la amargura y el desencanto, huyen están asumidos en el fracaso, huyen desesperados. Si yo tantas veces he hecho lo mismo, con frecuencia vivo la ventura de Emaús. Tantas veces Él camina a mi lado y no le reconozco. (Lc 24, 15) Jesús se acercó y camina con ellos pero no le reconocen, siempre es difícil reconocer a Dios, pero Dios se hace el encontradizo, los discípulos de Emaús no le buscan pero lo añoran, lo desean, ellos no ponen más meritos que sus añoranzas. Jesús se mete en su problemática, se preocupa por lo que sienten, entra en su vida, en su conversación, en su soledad.
    Los discípulos de Jesús conocen todo lo de Jesús pero no lo llevan a la fe, si nuestro saber no nos lleva a Cristo, será que tenemos conocimiento pero no tenemos fe (Lc
    24,26). Lo voy a dejar aunque, la homilía de hoy daba para mucho, pero ya me estoy alargando. Gracias Andrés, por abrirnos los ojos a nosotros también.

    Señor Jesús, tú que siempre te haces el encontradizo, haz que te encuentre
    en mis quehaceres y en las personas con las que convivo, y con todas las que hagan el camino conmigo, que viva tú presencia constantemente.

    ResponderEliminar
  4. Cuanta razon tienes Andres ¡¡¡ sabes hace unos años para mi leer la Biblia era muy aburrido ... si me gustaba cdo daba clases de catesismo leer la biblia infantil a los niños .. Pero El Señor sabe el momento para todo .. cuando estaba embarazada de mi cuarto hijo ..(hace ya 28 años ) no sabiamos bien que nombre ponerle yo estaba segura que seria un varon .. ordenando unos cajones me encontre con mi antigua Biblia y la abri por que si ¡¡¡ es la verdad ¡¡¡justo en el Evangelio de Santiago y fue como una calor muy profundo .. que me dijo ese sera su nombre .. empece a leerlo y quede enamorada de su palabra ... aqui escribo algunas ...que impactaron en mi
    Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos
    para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; 20 pues la ira *humana
    no produce la vida justa que Dios quiere. 21 Por esto, despójense de toda
    inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con
    humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la
    *vida.
    22 No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan
    ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra pero no la
    pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de
    mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. 25 Pero quien se fija
    atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, recibira la bendicion

    El tiempo paso y luego hice un taller del Padre Igancio Larrañaga ¡¡ desde ese momento es mi libro de cabecera ..esta junto a mi y dia a dia lee la palabra .. y sabes siento que me habla .. que me guia ..

    ResponderEliminar
  5. Andrés, estoy alucinada en este momento. Acabo de leer el libro que me pusiste como penitencia, La Paz Interior, que había comprado y saqué conclusiones de mis fallos y el por qué estoy tan estancada. Lo primero que me vino a mi cabeza es la imagen de la Biblia que me habían regalado, que en mi vida leí entera, y también me paré en algo que dices en tu homilía y de lo que hace hincapié el libro: Lo que yo veo bueno, ¿es bueno para Dios? Lo que yo veo malo, ¿es malo para Dios? Y Dios me decía: Para los que me aman, “todo les sirve para el bien”. Leo la homilía y me dio un flash al ver que todo tenía sentido. Es decir me siento en conexión, puesta en camino.

    ResponderEliminar
  6. He leido tu última homilía, y es una coincidencia de que últimamente he estado leyendo la Biblia también así, simultáneamente parte del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles y cartas de San Pablo y San Pedro.

    Tampoco conocía el Antiguo Testamento. El Génesis es impresionante pero más adelante en el Exodo y Levítico y los Números me sorprenden capítulos cruentos en que Dios castiga con la muerte, en que exige holocaustos degollando animales, lo que se dice sobre la lepra, las impurezas sexuales, etc. Me parece muy distinto del Dios del Nuevo Testamento, el Dios del Amor, de la misericordia. Incluso he llegado a pensar que me hace mal leer el Antiguo Testamento, y me asusta el hecho de que a lo mejor deberé acatar algunas disposiciones de él. He interrumpido por ello su lectura.

    ResponderEliminar
  7. Hola Andrés, ¡vaya regalo de homilía!. He estado muy ocupada, no he tenido tiempo de leerla antes y hoy sin tiempo y de casualidad que tuve que imprimir una hoja para el catecismo, abrí el correo y dije rápido la voy a echar un vistazo. Me cautivó, me llenó, me sentí con una alegría que estuve bastante rato disfrutándola antes de ir al catecismo y una vez allí.
    Llevo mucho tiempo leyendo el versículo que tiene tu recordatorio de tus bodas de plata y que lo tengo como marcador del Evangelio diario dice: " Para los que aman a Dios todo les sirve para el "bien".
    Todas las "fotografías" de la Biblia que mencionas son medulares, gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  8. Querido Andrés: La Homilía de ayer me ha recordado tus intentos de conseguir que dedique algo de mi tiempo a leer la Biblia. Alguna vez lo he intentado, he sacado conclusiones muy positivas de los pasajes que me ibas recomendando, pero me falta constancia. Pero no me doy por vencido.
    Gracias por acercarte más fisicamente a nosotros.
    Un penitente agradecido.

    ResponderEliminar