jueves, 12 de julio de 2012

Domingo XV Tiempo Ordinario (B)


15-7-2012                               DOMINGO XV TIEMPO ORDINARIO (B)
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            Lo mismo que el domingo pasado se nos hablaba de dos grupos de personas: 1) de los familiares y de los vecinos de toda la vida de Jesús, por una parte, y 2) de los discípulos de Jesús, por otra. También en el evangelio de hoy se nos mencionan otros dos grupos de gentes: 1) aquellos que hablan en nombre de Jesús y 2) los que escuchan lo predicado por los discípulos de Jesús. Vamos a examinar a estas personas, pues no cabe duda de que nosotros nos encontramos en uno o en otro grupo y, en tantas ocasiones, incluso en los dos grupos.
            - Los discípulos de Jesús. Les envió con una misión muy concreta, la cual nos es revelada al final de este evangelio: “Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”. Para cumplir esta tarea Jesús les da los siguientes ‘instrumentos’: 1) Su autoridad, pues sin ella no pueden hacer nada. Los discípulos predican en el nombre de Jesús y en el nombre de Dios, pero no sólo eso, también y sobre todo hablan y actúan con el poder de Dios y con el poder de Jesucristo. Sin esto los discípulos estarían totalmente desarmados y serían como cualquier charlatán de feria. 2) Les dice que lleven sólo un bastón, el cual sirve para apoyarse en el caminar. Este caminar les llevará de un sitio a otro; este caminar les acercará a las personas a las que tendrán que hablar de Jesús y de las enseñanzas de Dios. 3) También les dice Jesús que lleven consigo unas sandalias, que igualmente les ayudarán en su caminar. Es decir, Jesús indica a sus discípulos que han de llevar consigo sólo aquello que les es necesario en la misión que les ha confiado.
Pero, para que las cosas les queden más claras, Jesús les dice lo que NO tienen que llevar: no debe portar consigo ni pan, ni alforja, ni dinero, ni túnica de repuesto. ¿Por qué les dice que no lleven estas cosas? Pues, porque lo otro (la autoridad, el bastón, las sandalias) les servía para apoyarse en Dios y eran cosas totalmente necesarias para la misión encomendada. Sin embargo, las cosas que les dice ahora que no lleven (ni pan, ni alforja, ni dinero, ni túnica de repuesto) sólo les servirían para apoyarse en las seguridades que dan las cosas humanas, pero no para apoyarse en la única SEGURIDAD, que es Dios. En efecto, si el discípulo lleva comida consigo, ello le dice a él y a los demás que, para comer, no necesita pedir nada a nadie. Llevar alforja le dice al discípulo y a los demás que tiene lo necesario para él en este viaje que está haciendo, que este discípulo tiene más cosas en su casa y que no es un pordiosero o transeúnte cualquiera. Llevar dinero consigo le dice al discípulo y a los demás que puede comprar en cualquier momento lo que necesite y que tiene más dinero, pues, lo que trae ahora, es sólo una parte de lo que tiene. Llevar una túnica de repuesto viene a indicar lo mismo de lo que se está diciendo hasta ahora. En definitiva, quien va 'armado' con pan, alforja, dinero y túnica de repuesto está diciendo que camina apoyado en sus seguridades y viene predicando sostenido en su propia fuerza, en su propia riqueza, en su propia sabiduría, pero no en el nombre de Jesús ni con la autoridad de Jesús.
Si los discípulos van sólo en el nombre de Jesús y con su única autoridad, entonces Él cuidará de sus discípulos, y les dará alojamiento, comida y hospitalidad en casa de aquellos a los que van a predicar y a sanar: “Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio”.
            - Los que escuchan a los discípulos de Jesús. De éstos nada más se nos dice lo siguiente en el evangelio de hoy: “Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa”. Porque Jesús no sólo contempla la posibilidad de que haya gente que no quiera escuchar a sus discípulos, sino también que ni siquiera quieran recibirlos.
¿Por qué motivos puede un hombre rechazar a los enviados de Dios y negarse a escucharlos? Veamos diversas posibilidades: 1) Porque tiene el corazón y el espíritu tan embotados y llenos de cosas materiales, que todo ello le incapacita para escuchar y acoger la Palabra de Dios. Este embotamiento puede provenir de la falta de sensibilidad religiosa existente ya desde la infancia o juventud, o también porque a lo largo de su vida ese hombre ha vivido para lo externo y para lo material, de tal manera que ha perdido la capacidad de percibir a Dios en su vida o en la de los demás. Hace un tiempo me llamó una persona que ha sufrido mucho, y un día que oraba a Dios y le preguntaba el por qué de tanto dolor, sintió cómo Dios le decía que ella siempre había sido una persona muy superficial y que no valoraba otras cosas más profundas. También le dijo que, gracias a ese dolor (no provocado por Dios, sino por los hombres), se había acercado a Él, pues todo lo demás no le servía y/o le había fallado. Y ahora esta persona daba gracias a Dios por su situación, pues gracias a ella había descubierto el TESORO de Dios en su vida. Si todo le hubiera ido a pedir de boca, esto no hubiera sucedido. 2) También tenemos que decir que, lo mismo que el sufrimiento acerca a muchas personas a Dios (como el caso anterior), otras personas rechazan todo lo que “huela” a Dios por considerarlo culpable de su desgracia o de la de sus seres queridos. Por ello, no quieren saber nada ‘de ese Señor ni de sus mensajeros’. 3) Asimismo conocemos el caso de otras personas que no quieren recibir ni escuchar a los mensajeros de Dios… ni a Dios mismo, porque, si los recibieran y los escucharan, tendrían que cambiar de su forma de vida, y eso no lo quieren en modo alguno. Están muy a gusto como están y no quieren que nadie les ‘complique’ la vida. 4) (Aquí vayamos poniendo nosotros mismos otros casos… o nuestro propio caso, pues estoy seguro que, en tantas ocasiones y momentos de mi vida, yo no he querido recibir ni escuchar a Jesús ni a sus mensajeros, que venían a darme luz, salvación, paz, alegría, esperanza…).

9 comentarios:

  1. Al leer los comentarios del blog de los últimos días, y en concreto el de ALOYA del día 11 (con el que me identifico) quiero poner mi granito de arena con mi propia experiencia.

    Conozco a D. Andrés desde hace poco tiempo. Había oído hablar de él, mucho y bien. Me acogió con todo interés y cariño no escatimando ni tiempo, ni trabajo; porque él no sólo pastorea su rebaño "conoce a cada oveja y la llama por su nombre", y a esto no estamos acostumbrados ya que sacerdotes con esta entrega no se encuentran con frecuencia. (Al menos yo).Gracias padre.

    No dudo de que el Sr.Arzobispo sabe bien cúal es la labor y los frutos de la evangelización que imparte D. Andrés (para lo que está a la vista no se necesita candil) basta con asistir a la misa de 11 de la Catedral; y pienso que precisamente por eso lo envía a otros lugares en donde seguirá con el mismo celo. Pero....¿Y los que quedamos al garete qué? ¿No contamos? Con esta medida se ha desvestido a un santo para vestir a otro.

    Comparto con todos vuestras preocupaciones y deseos.

    Pido a Dios que le proteja y que podamos seguir su ejemplo y enseñanzas.

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  2. Querido Andrés:
    Hace dos años entré en la misa de 11 de la catedral por primera vez. No fue casualidad, el Espíritu me guió. Recuerdo la homilía, hablaba sobre la Oración, después de decir cosas preciosas terminó con una pregunta: ¿os ha gustado? el próximo domingo termino. Así que el domingo siguiente regresé, y el siguiente, y el siguiente...
    Después descubrí el blog y poco a poco fui leyendo homilías anteriores, y sobre todo escuchándolas. Algunas las he escuchado muchas veces y me han ayudado mucho,como ésta de junio de 2011: "...las palabras que acabamos de escuchar son un texto bellísimo: "venid a mi los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré" cuando escucha uno ésto dan ganas de correr, correr, correr, abrazarse a Jesús y llorar... tanta pena, tanta soledad. Llorar de alegría porque Él está con nosotros..."
    Me gustan mucho sus homilías testimoniales, y las del Espíritu Santo, pero las más bonitas de todas son aquellas en las que nos habla de su amor y devoción a la Virgen. Después de oírlas nuestro corazón se llena también de amor hacia Ella.
    No sólo voy a misa por las homilías, me gusta mucho como cuida toda la celebración,como dice la misa con recogimiento, "desde lo hondo". Me gustan sus gestos:
    cuando se inclina durante el Credo y en la Consagración, cuando ayuda al sacerdote con el que concelebra, cuando colocó la foto de una niña enferma sobre el altar durante la misa,...cuando aquel día de septiembre miró hacia el cielo y dijo: "te quiero y se que me quieres".
    Sé que está triste por su marcha, nosotros también. Tenemos en la Catedral nuestra familia de la Fé, no sé que va a ser de ella. No nos quejamos, porque usted no se queja. Hemos aprendido con su Palabra, con su Amor (si así es el Amor del sacerdote,¡cómo será el AMOR DE DIOS!), y con su Ejemplo. Usted obedece y nosotros obedecemos.
    Le vamos a echar muchísimo de menos. Afortunados los de Mieres, y todavía nos pide que recemos por ellos.
    Termino con una Oración suya que yo he rezado muchas veces:
    ¡Señor, en tantas ocasiones no sabemos cuál es tu voluntad!
    ¡Señor, en tantas ocasiones sabemos cuál es tu voluntad,pero nos cuesta trabajo seguirla por la pereza que impera en nosotros, por el egoísmo, por la soberbia, por el amor propio herido...!
    ¡Señor, que siempre siga tu voluntad: la que me manifiestas directamente a mi corazón o la que me manifiestas a través de otras personas como, por ejemplo mis superiores! Sé que si obedezco, si te quiero obedecer a tí, nunca ,me equivocaré.
    Te quiero y sé que me quieres.
    Amén, así sea.
    ¡Un abrazo muy grande! ¡Que Dios le siga bendiciendo siempre!

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  3. ¿Para qué llamar caminos
    a los surcos del azar?...
    Todo el que camina anda,
    como Jesús, sobre el mar.


    Que este pequeño y precioso poema de Machado acompañe a don Andrés en su nueva andadura; que nosotros también “caminemos sobre el mar”, con la Palabra de Dios que él nos ha trasmitido, en estos años, con tanta dedicación, afecto, cercanía…, y que permanezca en nuestros corazones para siempre…, como roca…

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  4. Gracias, querida ALOYA. No sabía dónde estabas...

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  5. Estimado P. Andrés :

    En tantas ocasiones, no he querido recibir ni escuchar a Jesús ni a sus mensajeros. Pero hoy, es todo muy distinto, gracias a D. Andrés, es el mensajero que el Señor a puesto en mi camino para darme la luz, salvación, alegría, esperanza.
    Estoy comenzando a caminar en esta experiencia de fe, soy una persona nueva, renovada. Hace un año que soy asidua de la Misa de 11h, desde ese dia, mi vida cambia de escenario, ni yo me reconozco. En el transcurso este año, me ha pasado de todo, perdida de mi madre, enfermedad de una hermana, cambio de trabajo, y hace días, recibimos la noticia del nuevo destino de nuestro querido P. Andrés. Cuanto consuelo, fortaleza, respeto, ternura, he recibido de este sacerdote, que tiene un corazón generoso y humilde, para todos los que nos acercamos a pedir ayuda. Esta perdida, para esta familia de la fe de la Misa de once, nos deja huérfanos, desolados, tristes, es el sentir general. El Señor nos dara la fuerza necesaria para sobreponernos a esta gran perdida.
    ¡¡¡¡¡¡Andrés!!!!!!! Estamos contigo en la oración, que la semilla del " AMOR " crezca entorno a todas las personas de la familia de la fe de la Misa de 11 h. " Amor con Amor se paga."
    Pidamos hoy a Jesús, que nos de la fortaleza de crecer en la vida interior, en lo espiritual, que es lo más transcendental. Al lado de nuestro querido P. Andrés.

    Feliz semana para tod@s.

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  6. En tantas ocasiones nos hes mas facila no escuchar al Señor ¡¡¡ pues hombre que es mas facil .. pero dentro nuestro sabemos que el hacer oidos sordos no es bueno .. pues en mas profundo del corazon donde habita El Señor .. sabemos que el se entristece por ello .. es dificl seguir su palabra aveces ¡¡pero se puede lo se ¡¡
    Por lo que he leido se que te marchas .. se de tu tristeza y la de tanta gente ¡¡¡ pero vayas donde vayas llevame en tu oracion .. no solo a mi sino a todos los que amas y a todos a los que con tus palabra haces tanto bien ¡¡¡ Que el Señor este siempre contigo ¡¡¡ y aqui espero siempre encontrarte¡¡¡

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  7. Hola Andrés, impresionante la homilía de hoy, no pude ir a misa de once, la escuché en Audio, al pensar lo que ibas diciendo; es como si me fuera abriendo interiormente a Dios que me iba llenando de su paz y al mismo tiempo dándome una fuerte sacudida, para hacerme despertar de tanta mediocridad.
    Que gran riqueza el poder escuchar la Palabra de Dios cada domingo de esta forma tan peculiar que tienes de predicárnosla. Sí, que cosas tan preciosa dices y al miso tiempo tan duras, pero como atraen, como llenan el corazón y nos fortalecen.

    Las cosas de Dios son siempre sorprendentes, lo vemos en la primera lectura; Amós un vaquero y picador de sicómoros, sin tener ninguna relación con la profecía. Amós recibe la llamada del Señor, que interrumpe me su vida con un mandato ciertamente sorprendente. Amós remarca que el profeta es una persona escogida por Dios, arrebatada por él. Tiene que abandonar su tierra, su casa, su trabajo para ir a profetizar al reino del Norte, precisamente el era del sur.
    Se le denomina con toda razón “el profeta de la justicia social”, tan necesaria en estos tiempos que nos ha tocado vivir.

    Sí, los enviados de Jesús se ponen en camino: les envía “de dos en dos”, es decir, en gesto de solidaridad misionera para que se ayuden mutuamente y para que puedan expresar el carácter comunitario del reino, lo más importante el espíritu que les anima. Desprovistos de bienes materiales, van ligeros de equipaje. Se hacen así solidarios de los demás, pues no solo confían en quien les envía sino también en quién les ofrece hospitalidad. Por otro lado, Jesús, tal como se nos repetía con fuerza el domingo pasado, les proviene ante la posibilidad del fracaso. El lo ha experimentado, y sus discípulos, con toda certeza también lo experimentarán en algún momento, sus personas, y especialmente el mensaje que llevan.
    Que el Señor nos siga teniendo de su mano. Feliz semana para todos.

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  8. D. Andrés, le felicito por su austeridad y buen hacer. Me alegra y llena de orgullo no verle en las fotos con los curas que van a comer a Latores al lado del Sr. Arzobispo.
    Interpreto las parroquias que le han adjudicado como una venganza, pero no se preocupe, que siga algún cura de la Catedral frotándose las manos de alegría, que Dios y el tiempo ponen las cosas en su sitio.

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  9. ¡Qué alegría tener para nosotros un sacerdote de la talla de Andrés!
    Dios quiere para él otros caminos, los de la humildad,sencillez, servir a Dios y a su Iglesia conforme a la voluntad de Dios.
    Ocupar altos cargos tiene el riesgo de no poder percibir y servir a Dios como se debe.
    Andrés está muy bien como está,es la voluntad de Dios, Dios sabe el por qué.

    Un abrazo para todos.

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