jueves, 11 de octubre de 2012

Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario (B)



14-10-2012               DOMINGO XXVIII TIEMPO ORDINARIO (B)
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            La situación que nos presenta Marcos en este evangelio es la siguiente: Jesús va subiendo hacia Jerusalén con sus discípulos. Sabe que se va acer­cando el final de su vida y que eso supone para Él sufrimiento, cruz y muerte; pero Él sigue adelante, porque ésa es la voluntad de su Padre Dios y porque así logrará el perdón de los pecados de los hombres y la resurrección.
            En este contexto tiene lugar el episodio del encuentro de Jesús con el joven rico. Jesús se encontró a lo largo de su vida con muchos hombres y mujeres, pero sólo algunos de estos diálogos fueron recogidos en los evangelios: tenemos los casos de Nicodemo, de la samaritana, de María Magdalena, del centurión… y del joven rico. Vamos a adentrarnos en este pasaje del evangelio, que es de una riqueza extraordinaria.
            - Un hombre joven había oído hablar de Jesús, le habían dicho que Jesús era muy bueno y que enseñaba la verdad. Este hombre era un judío fervoro­so, cumplidor de la Ley de Moisés, pero quiere saber si puede hacer algo más. Por eso, se acerca a Jesús, se arrodilla ante él y le pregunta: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dice que guarde los mandamien­tos. Él replica que desde joven los ha guardado. Jesús se da cuenta que a aquel hombre no le basta con decirle ‘no hagas esto’, ‘no hagas lo otro’; Jesús se da cuenta de que este hombre busca algo más. Entonces Jesús le miró fijamente, le tomó cariño; toda su misericordia divina se volcó sobre él. Le miró como un padre mira a su primer hijo recién nacido, como un enamorado a una enamorada, pero todo esto elevado al infinito, ya que no era un hombre el que miraba: era Dios mismo el que miraba amando. Entonces Jesús le invita, no ‘a que no haga’, sino ‘a que haga’: Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme. Jesús le invita a dejarlo todo, a dárselo a los pobres y seguirle. De este modo será libre y Cristo podrá mostrarle un mundo nuevo, que nunca hubiera imaginado.
            Pero el hombre, al oír estas palabras, sintió un mazazo en su interior. Algo muy hondo se desgarró en él; no podía hacer lo que Jesús decía, porque era un hombre muy rico. Y este hombre, este joven se marchó muy triste: 1) triste, porque no se atrevió a hacer lo que Jesús le pedía; 2) triste, porque, durante toda su vida había pensado que él amaba a Dios sobre todas las cosas, y ahora Jesús le había hecho caer en la cuenta de que él, el que cumplía todos los mandamientos desde pequeño, resulta que amaba a su riqueza sobre todo y sobre todos, incluso sobre Dios. Sí, este joven cumplía los mandamientos de no hacer lo malo, pero no cumplía el Shemá, que es el mandamiento principal para un judío y para cualquier cristiano: “Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es uno. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt. 6, 4-5).
El joven se marchó muy triste, pero Jesús también estaba triste mientas le veía alejarse. Jesús tiene un momento de desconcierto. Nos lo indica el evangelio al decir: “Jesús, mirando alrededor, les dijo a sus discípulos…” (Mc. 10,23).
- Sobre esta escena existe un cuadro o un mural que a mí me gusta mucho. La pintura es de Heinrich Hoffmann, pintor alemán (1824-1911). Fue pintada en 1889 y está en la Riverside Church de Nueva York. (A los que recibís la homilía por correo o miráis el blog, os acompaño una copia de esta imagen):
En el cuadro que representa la escena entre Jesús y el joven rico se ve a éste con atributos de rico: un manto de buena calidad con ribetes dorados, un gorro con una joya, una cinta dorada a la cintura, el cabello cuidado… Se ve a Jesús que lo mira con inmenso amor y misericordia. Se ven a los pobres de los tiempos de Jesús representados así: 1) un anciano, que está tullido, que parece ciego y sin una pensión de jubilación (entonces no las había); 2) se ve a una viuda que no tiene quien la sostenga y mira al joven rico como esperando su sostenimiento de él y anhela su respuesta positiva; 3) se ve que ahí es donde viven: con un poco de paja sobre sus cabezas y por donde se cuela la lluvia y por los lados el viento frío del día y de la noche. También se ve a Jesús mostrándole a los pobres con las dos manos y diciéndole: “una cosa te falta: da tu dinero a los pobres y luego ven y sígueme”. Se ve al joven rico con el brazo izquierdo sobre su cadera con gesto descuidado, como diciendo: ‘y a mí qué’. Se ve sus dos manos para atrás, mientras que las de Jesús están en dirección a los pobres: Jesús invitando hacia ellos y él con las manos atrás como rechazando. Pero lo que más me llama la atención y me duele es el rostro del joven rico: un rostro bello y cuidado, pero un rostro duro. No le conmueven las palabras de Jesús, ni la visión de las necesidades de otros hombres. Me llama la atención que no mire para Jesús, pues eso indica que no ve ni a Jesús, ni a los pobres, ni a nadie que no sea a sí mismo.
Sacad vosotros más conclusiones de este cuadro. Me pregunto: ¿qué habrá sido del joven rico con el tiempo?, ¿qué habrá sido de él después de su muerte?, ¿quién ES el joven rico hoy para Dios?
            - Jesús nos está mirando con cariño hoy mismo a todos y a cada uno de nosotros. Nos mira con amor y quiere nuestra felicidad y nos invita a seguirle, a dejar todo por seguir sus pasos. Este evan­gelio no es un ejemplo, no es una parábola, ni una comparación. Debemos tomarlo tal como lo leemos.          Jesús nos dice que no podemos conformarnos con cumplir los mandamientos, con ser buenas personas; para eso no hacía falta que Él viniese a la tierra. Él quiere más de nosotros.
            Nosotros los cristianos podemos tomar el evangelio de dos formas, según lo que Dios nos pida a cada uno. 1) Para unos, la llamada de Jesús se tomará literalmente: dejarlo todo para seguirle (ejemplo de S. Francisco y compañero à biblia[1]; Francisco cambia su ropa  con la de otro más pobre. Teresa de Calcuta à abandonó el colegio en Calcuta para irse a las chabolas). Cada uno de nosotros hemos de preguntarnos si Dios nos llama a esto. Preguntárselo en la oración, sinceramente. 2) Para otros, los más, la llamada de Jesús significará permanecer con la posesión de las cosas materiales para mantener una familia y el progreso de la sociedad, pero esa posesión no es la de un propietario, sino la de un administrador: Los bienes son de Dios (lo de Job: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó”) y nosotros los hemos de administrar según su voluntad, es decir, al servicio de los demás. La riqueza, en sí misma, no es ni buena ni mala, pero hay que saber utilizarla, y Dios nos enseña a hacerlo.
            Hoy también, como al joven rico, Jesús nos dice a nosotros: Una cosa te falta… Escuchemos de labios de Jesús qué nos falta y sigamos su voz y sus indicaciones.



[1] Messer Bernardo llamó a San Francisco y le dijo: -- Hermano Francisco: he decidido en mi corazón dejar el mundo y seguirte en la forma que tú me mandes.
San Francisco, al oírle, se alegró en el espíritu y le habló así: -- Messer Bernardo, lo que me acabáis de decir es algo tan grande y tan serio, que es necesario pedir para ello el consejo de nuestro Señor Jesucristo, rogándole tenga a bien mostrarnos su voluntad y enseñarnos cómo lo podemos llevar a efecto. Vamos, pues, los dos al obispado; allí hay un buen sacerdote, a quien pediremos diga la misa, y después permaneceremos en oración hasta la hora de tercia, rogando a Dios que, al abrir tres veces el misal, nos haga ver el camino que a Él le agrada que sigamos.
Respondió messer Bernardo que lo haría de buen grado. Así, pues, se pusieron en camino y fueron al obispado. Oída la misa y habiendo estado en oración hasta la hora de tercia, el sacerdote, a ruegos de San Francisco, tomó el misal y, haciendo la señal de la cruz, lo abrió por tres veces en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Al abrirlo la primera vez salieron las palabras que dijo Jesucristo en el Evangelio al joven que le preguntaba sobre el camino de la perfección: ‘Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y luego ven y sígueme’ (Mt 11,21). La segunda vez salió lo que Cristo dijo a los apóstoles cuando los mandó a predicar: ‘No llevéis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni calzado, ni dinero’ (Mt 10,9), queriendo con esto hacerles comprender que debían poner y abandonar en Dios todo cuidado de la vida y no tener otra mira que predicar el santo Evangelio. Al abrir por tercera vez el misal dieron con estas palabras de Cristo: ‘El que quiera venir en pos de mí, renuncie a sí mismo, tome su cruz y sígame’ (Mt 16,24). Entonces dijo San Francisco a messer Bernardo: -- Ahí tienes el consejo que nos da Cristo. Anda, pues, y haz al pie de la letra lo que has escuchado; y bendito sea nuestro Señor Jesucristo, que se ha dignado indicarnos su camino evangélico.
En oyendo esto, fuese messer Bernardo, vendió todos sus bienes, que eran muchos, y con grande alegría distribuyó todo a los pobres, a las viudas, a los huérfanos, a los peregrinos, a los monasterios y a los hospitales” (De las Florecillas de San Francisco).

16 comentarios:

  1. Buenos dias ¡¡¡una maravilla tu homilía ¡¡¡ deja mucho para pensar .... gracias por compartir la pintura ¡¡muy bella y dice todo..
    Buen fin de semana ....

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  2. Andres, en mi cabeza pienso que no tengo apego en las cosas, pero haciendome esta pregunta del joven rico y pasándola por el corazón me inquieta. Un abrazo

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  3. ¡¡FELIZ COMIENZO DEL AÑO DE LA FE!!
    AYER OS TUVE PRESENTES EN MISA A TODOS.
    DESCUBRAMOS LA ALEGRÍA DE LA FE, AGRADECIÉNDOLA Y PROFUNDIZANDO EN ELLA EN ESTE AÑO QUE LA IGLESIA LE DEDICA.
    SI ESTO NOS DA IDEAS, ESTUPENDO:
    ....................
    El conocimiento de alguien se alcanza principalmente por el trato y el amor se despierta y crece a través del contacto personal. Estas sugerencias nos ayudarán al ENCUENTRO con JESUCRISTO, EL SEÑOR y percibiremos cada vez más la ALEGRÍA DE LA FE, de la que nos habla insistentemente el Papa.

    Cinco sugerencias concretas para celebrar y vivir el AÑO DE LA FE:
    1. Dedicar todos los días un tiempo para leer y meditar la Palabra de Dios. Puede servir esta guía sencilla sobre el método de la Lectio Divina:

    2. Participar en la misa con particular atención, fervor e intensidad. La misa es la oración más perfecta y es escuela de oración. Y la vida espiritual consiste en penetrar el Misterio de Cristo y vivirlo juntamente con Él.

    Para vivir mejor la misa puede ayudar la comprensión de lo que ella es y de cada una de sus partes. El mismo catecismo ofrece una explicación sintética de gran valor acerca del sacramento de la Eucaristía en general (cfr. NN 1322-1419) y de la misa en particular (cfr. NN 1345-1355). Nosotros como Grupo recibiremos una Catequesis mistagógica sobre la Eucaristía; estará abierta a cuántos lo deseen.

    Muchas personas tienen el hábito de hacer media hora o una hora de adoración eucarística semanal. Quienes quieran dar un paso adelante en su vida de oración, podrían considerarlo. Contemplando a Cristo Eucaristía podemos conocerle cada vez mejor. En mi comunidad religiosa hacemos media hora de adoración eucarística todas las noches y puedo decirles que es una extraordinaria fuente de gracias.

    3. Leer el Catecismo de la Iglesia (un capítulo a la semana, por ejemplo). Su rico contenido doctrinal constituye excelente materia para la meditación personal y el diálogo con Dios. Al leer cada número del catecismo se puede elevar una oración de acción de gracias a Dios por habernos dado el gran don de la fe el día de nuestro Bautismo. Así mismo les recomiendo la lectura del Youcat en español, para quienes quieran comenzar por una exposición más breve y asequible de las grandes verdades de nuestra fe.

    4. Rezar el Credo en familia, como lo sugería en el artículo que escribí el 21 de agosto: ¿Cómo celebrar el Año de la fe en familia? El Credo resume nuestra fe en unas pocas líneas. El rezarlo diariamente es una forma de agradecer a Dios el don de la fe, que vale más que la vida. Nuestra fe es el mayor regalo que hemos recibido de Dios.

    5. Cada vez que pases frente a una Iglesia, hacer un acto de fe. Es tan sencillo como acordarse de Dios y decirle: Creo que estás allí, te quiero.
    .................
    Y SIGA LATENTE EN NUESTRO CORAZÓN ESA PREGUNTA QUE NOS PLANTEA EL SEÑOR: “Una cosa te falta…”

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  4. ¡¡Maravillosa homilía!!
    No me canso de mirar el cuadro de Jesús y el joven rico, me encanta como vas explicando la escena entre Jesús y él, hoy hice la oración sobre el, es muy inrrequecedor porque hace que una se sienta involucrada en todas y cada una de las partes del mismo; como el espíritu me iba haciendo ver tantas cosas caducas, inútiles, sin sentido y llenándome de esa mirada de Jesús llena de ternura y cariño y de la que tantas veces me olvido. Sí, el joven no mira a Jesús, ni a nadie que no fuera él, es terrible eso de no ser capaces de salir de nosotros mismos, si el joven, se encontrara con la mirada de Jesús ya estaba salvado.

    Dos personajes destacan en la lectura de este domingo: un rey, Salomón (a quien se atribuye el libro de la Sabiduría) y un joven cuyo nombre no sabemos. Ambos buscan algo. Salomón pide inteligencia. El joven espera recibir una enseñanza referente a la vida eterna y a los medios para conseguirla. Entre estos dos textos la carta a los cristianos hebreos recuerda que la Palabra es viva, que penetra en lo más profundo del alma y que juzga los pensamientos del corazón. Nuestros dos personajes están, sin duda, familiarizados con la Palabra. Uno y otro la frecuentan cada día y se sienten interpelados por ella. También nosotros la frecuentamos y nos reunimos cada domingo para escucharla juntos. Nos hemos de preguntar si en verdad nos interpela, si una vez escuchada somos capaces de salir de nuestra posible rutina, en la que ya vamos tirando, o bien si, como el joven del evangelio, nos vamos tristes sin capacidad de reacción (LLUÍS PRAT-M.D.).

    La nota de pie de pagina “de Messer Bernardo a San Francisco...” al leerla a uno se le ensancha el alma al ver la grandeza y la generosidad de éstas personas con esa capacidad de entrega, de amor al Señor Jesús y a los hermanos.

    Muchas gracias Andrés, por el esfuerzo y tu tiempo que pasas para hacernos llegar a nosotros esta Palabra de Dios tan llena de vida y amor, que el buen Dios te bendiga y te lo recompense.

    Señor Jesús: ayúdame a ver las cosas desde Ti y a gustar el verdadero sentido a mi vida. Señor, que vea y que pueda.
    Un abrazo y muy buena semana para todos.

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  5. En el comentario de María, me interpelan unas palabras:
    "si una vez escuchada -la Palabra- somos capaces de salir de nuestra posible rutina, en la que ya vamos tirando, o bien si, como el joven del evangelio, nos vamos tristes sin capacidad de reacción (LLUÍS PRAT-M.D.-)."
    Ese: "somos capaces de" me recordó el Primer capítulo del CIC, -Cat. Iglesia Catolica, que este Año de la Fe se nos invita a profundizar-, que en su título dice: EL HOMBRE ES CAPAZ DE DIOS. Es una frase a la que he dado mil vueltas,¡¡cómo es posible!! yo con mi limitación y pequeñez pueda ser capaz de Dios... y lo creo. Demasiado para mi, pero Dios nos ha capacitado para Sí y este Año hemos de aprovechar las oportunidades que tengamos para saber responderle a tanto Don recibido.
    Tuve la suerte de estar en los EE en el que el P. Andrés mostró el cuadro, que hoy nos acerca. A través de él, habiendo éste tocado su corazón de pastor, nos acercó la dulzura de Jesús y la dureza de un corazón Joven aún. Me vuelven a interpelar ambos rostros y la misma pregunta: Una cosa me falta.. Quizás sea esta respuesta la que me ayude a entrar por la PUERTA DE LA FE, que la Iglesia abre ante mi.
    Ojalá atravesemos juntos, como Comunidada de las Once esa puerta, conscientes de que solos o individualmente no podemos hacerlo.
    Buena semana amigos.

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  6. La primera vez que entré en el despacho de D. Andrés me preguntó, por qué tenía tanta prisa e interes buscando un director espiritual; respondí que Dios me pedía algo mas, pero me encontraba estancada y no sabía por donde ir.
    Por eso pienso que me ocurrió como al joven rico, como dice la homilía.
    "Jesús se da cuenta que a aquel hombre no le basta con decirle ‘no hagas esto’, ‘no hagas lo otro’;"
    Esa mañana salí de aquel despacho con el corazón lleno de pinceladas de San Juan de la +. Aquel que me habló con claridad por medio de este buen sacerdote, comenzó en mi una labor de poda que continuará mientras le haga escuchar a mi corazón,lo que dijo al joven rico, una cosa te falta.

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  7. No quiero pensar en encontrarme con Jesús y que me diga “déjalo todo y sígueme”, sin embargo se que pese a todo ahí está.
    Lo siento muy cerca aunque yo no le responda ni de lejos del modo que El me dice.

    Me ha producido mucha emoción ver que el pastor conoce a sus ovejas y que ellas, en breve tiempo, también le conocerán y le seguirán.

    Gracias Andrés porque das cumplida respuesta al don que El te dio.

    Un abrazo para cada un@

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  8. Después de leer los preciosos comentarios de mis hermanos del blog y comprobar que tienen muy claro cómo van a vivir ese Año de la Fe que ha comenzado, también siento la necesidad de experimentar personalmente una vivencia de fe profunda, comenzando por intensificar mi oración y compartiendo más con mi prójimo, porque la fe sin obras..., no sirve.

    Este cuadro del diálogo de Jesús y el joven rico, que tan bien describe D. Andrés, me sugiere un juego de palabras "la riqueza, como fuente de pobreza". No voy a meterme con los ricos, los hay muy generosos, buenos administradores de los bienes que el Señor les da, y los hay que les gustaría como a los faraones, ser incluso enterrados con todas su pertenencias por si las necesitan en el más alla...
    El consuelo es que el Señor nos quiere a todos y a cada uno en particular, con nuestras virtudes y defectos, el amor de El es incondicional, el nuestro es más "mirado". Todos llevamos a un joven rico con nosotros, al menos yo. A mi me cuesta desprenderme de un sinfín de historias del pasado y del presente, son un verdadero lastre, impiden en muchas ocasiones seguir el camino con paz, no solo lo material puede estancarnos, también hay equipajes en el alma que conviene aligerar.

    Este año de la fe, puede ser también el año de un compromiso mayor de los laicos con la Iglesia, necesitamos con urgencia que Pastores como D. Andrés, próximos, caritativos, nos allanen el camino, nos abran nuevas expectativas para avanzar, para aproximarnos mucho más al Señor y a nuestros semejantes y si en algún momento se nos pregunta ¿Qué nos falta? Que la respuesta no sea el desánimo o la falta de interés, que personalmente me parecen indicadores muy preocupantes hoy en día de la tibieza en la iglesia, al menos que no nos falte entusiasmo y deseos de conocer mucho mejor a nuestro Padre.

    Me gustaría terminar con la una pequeña crónica sobre la Comunidad de las 11 en la Parroquia de la Peña de Mieres. Hoy tuve de nuevo la suerte de asistir a esa celebración dominical que cada vez está más concurrida, y D. Andrés dijo algo que me alegró mucho, y es que ve como los feligreses de la Peña, reciben con gran cariño a esta Comunidad peregrina de las 11, y ya se nota que hay un clima fraterno, casi familiar, es reconfortante sentirse bienvenido.

    Un fuerte abrazo y feliz semana para D. Andrés, los hermanos del blog, la Comunidad de las 11 y los feligreses de La Peña.

    Enhorabuena a Pepitina por ese trabajo extraordinario que realiza en Gijón.

    Aloya

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  9. “Jesús se encontró a lo largo de su vida con muchos hombres y mujeres, pero sólo algunos de estos diálogos fueron recogidos en los evangelios: tenemos los casos de Nicodemo, de la samaritana, de María Magdalena, del centurión… y del joven rico.” Leemos en la homilía.
    Me gusta esta manera de ubicarnos desde la homilía, para nuestro encuentro con la Palabra, con el evangelio que hoy profundizamos en la persona del Joven Rico. Mi encuentro con Jesús no ha sido recogido en ningún libro, igual que el vuestro amigos, pero ¡¡que importante ha sido esa mirada, esa palabra dirigida solo a mí, ese entorno que en ese momento me envolvía!! Sin embargo cada personaje que aparece en la Sagrada escritura, parece hablarme, tiene algo mio o para mi…Por eso me parece como otro nuevo encuentro con el Señor.
    Sí, este joven cumplía los mandamientos de “no hacer lo malo”; pero no cumplía el de hacer algo importantísimo, para un judío y para cualquier cristiano: “Escucha, Israel, …… (Dt. 6, 4-5), que es el mandamiento principal y ha de ser lo primero.
    Me encanta, ese SHEMÁ, YISRAEL, del que en tantas ocasiones nos habla nuestro pastor, el P. Andrés, animándonos al silencio y a la escucha. Y es que, sin la escucha, en primer lugar, no llegamos nunca a grabar en nuestro corazón ese mandamiento del Amor, ni hacia Dios ni hacia el prójimo.
    Buena semana amigos

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  10. Preciosa homilía, y clarificadora.
    Una cosa te falta: Señor creo que eres demasiado benévolo conmigo, porque mirándome a mi misma me veo "tan pobre" sin nada que ofrecerte, así pues, creo que la pregunta habría de ser: Que tienes? Señor no tengo nada que darte, ni nada que me justifique, así que me falta "todo" y ahora sé que solo Tu me lo puedes dar. Señor mío me falta amor al prójimo, creo que al igual que el joven rico, miro demasiado a mi ombligo, por eso deseo que me muestres aquello que quieres de mi, que sepa escucharte y no volver el rostro, sino poder mirarte a los ojos con humildad, de frente, y poder decirte: Señor confío en ti; aquí me tienes.
    !!Cuanta alegría y cuanto recibo siempre que me fío y confío en Jesús, y con su ayuda realizo aquello que me pide¡¡ ¡que cierto que nos concede el ciento por uno! y que todo aquello que El nos pide, y que tanto nos cuesta a veces obedecer, siempre siempre va dirigido a nuestra propia felicidad.

    Dichoso se habría marchado aquel joven, si fiándose de Dios, le hubiera hecho caso; en lugar de tanta tristeza, y de sentirse decepcionado al descubrir que no era tan bueno como el pensaba, habría mirado al Maestro, y se habría encontrado con aquella mirada llena de misericordia y aprobación. Se habría sentido mas libre, mas ligero, con paz y alegría; porque su lucha por ser el "mejor" ya no sería necesaria.

    Ayúdame Señor a que se cumpla en mi vida esta palabra: Shemá Israel, escucha Israel. Saber escuchar cuando el Señor mi Dios me habla, y estar muy atenta a aquello que me pida.
    Señor, Tu lo puedes todo, no hay nada imposible para ti, es por eso que te ruego me concedas todo aquello que me falta, o que me sobra, para seguirte con libertad.

    ¡¡Cuanto tengo que agradecerte Andrés!!
    Queridos hermanos, cada día estoy mas contenta, porque veo que esta comunidad, está decidida a seguir adelante, y a crecer en la fe y en la unidad.

    Que El Señor os bendiga a todos.
    BENDITO SEA DIOS.

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  11. ¡QUÉ ALEGRÍA!! YA TENEMOS CRONISTA DESDE EL CRISTO DE LA PEÑA. ESTAREMOS INFORMADOS CUANDO NO PODAMOS ASISTIR. ADEMÁS CON LA SEGURIDAD DE QUE ALOYA, LO HARÁ MARAVILLOSAMENTE.
    GRACIAS ALOYA.

    PD. ESTE DOMINGO PUDE ASISTIR A LA PEÑA Y VI ENTRAR UN RAMO DE FLORES NATURALES Y DURADERAS EN LA SACRISTÍA. ¿FUERON BIEN RECIBIDAS POR LOS PARROQUIANOS?

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  12. V Centenario Santa Teresa de Jesús
    Este es otro acontecimiento que celebramos este AÑO DE LA FE.
    Más completo…imposible. Doctora y Maestra de Oración. ¿quién osará soltarse de su mano? Sería darle la espalda al Señor -que la buscó, la eligió y la enamoró-, como hizo el Joven rico, de nuestro cuadro. También el P. Andrés, hizo “real” este movimiento en la homilía en vivo y en directo, y al comentarlo, dio por un momento la espalda a los feligreses. Al llegar a casa pensaba…¡cuántas veces he tenido yo este gesto contigo, Señor!
    ………………………………………………………
    Teresa de Jesús, la abulense, mujer, cordial, humanísima, con historia propia en las relaciones personales con Cristo Jesús, nos abre su intimidad para decirnos dos cosas, que la encantaron en Él: su Humanidad santa, y las palabras pronunciadas “por aquella divina boca”. Ser orante comienza por el hecho de entablar una relación personal entre uno/a y Cristo. En Teresa esa relación se hizo tan real, tan intensa, que se enamoró de Él. Hasta poder decirle en este poema:
    Voz en off:
    “Si el amor que me tenéis
    Dios mío es como el que yo os tengo.
    Decidme: ¿en qué me detengo?
    O Vos, ¿en qué os detenéis?

    Alma, ¿qué quieres de mí?

    - Dios mío, no más que verte.

    - Y ¿qué temes más de ti?

    - Lo que más temo es perderte.
    Un alma en Dios escondida
    ¿Qué tiene que desear,
    sino amar y más amar,
    y en amor toda escondida
    tornarte de nuevo a amar?

    Un amor que ocupe os pido,
    Dios mío, mi alma os tenga,
    para hacer un dulce nido
    adonde más la convenga”.

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  13. Las flores tienen su propio lenguaje, son también un regalo del Señor, ellas abren puertas y corazones. Estas eran unas flores humildes, pero dispuestas a durar, como esta querida Comunidad de las 11, llegaron de su parte.

    Los parroquianos de la Peña magníficos, aceptaron el presente, porque lo que se da de corazón por insignicante que sea, llega a quien lo recibe.

    Un fuerte abrazo para el anónimo que siguió el "paso" floral.

    Aloya

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  14. Gracias a Dios por permitir que Andrés sea mediación para todos los que visitamos este blog para alimentarnos de la palabra de Dios y de la homilía, de los comentarios que muchos hacéis y que tanto bien nos hacen a los que los leemos. Gracias por todo y a todos porque cada vez que entro y leo me ayudáis a reflexionar y me animáis a buscar mas a Dios y me hacéis caer en la cuenta de cosas que tal vez pasan desapercibidas en mi vida.
    ¡Que alegría! leer también las noticias de la comunidad de las 11, yo me siento miembro de ella aunque no esté allí presente físicamente, lo estoy de otras formas.
    Hoy martes, en la oración de la mañana retomé el texto del Evangelio y también, como al joven rico, Jesús me dice: “Una cosa te falta…”, OLGA…
    Ya he dejado casa, padres, hermanos, patria etc.etc. pero ahora me falta asumir en mi vida de consagrada, en mi vida religiosa SER FIEL A SUS EXIGENCIAS, SER OBEDIENTE A LO QUE ME ESTÁ PIDIENDO ASI HAYAN PERSECUCIONES Y CONTRARIEDADES EN MI VIDA SI SON POR VIVIR MI VIDA CONSAGRADA EN SANTIDAD.
    Pidámosle hoy a Dios la verdadera Sabiduría Y SU GRACIA, para alcanzar la SANTIDAD
    Un abrazo muy fuerte para todos
    Olga

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  15. ¡¡OLGA!!! Pero que bueno escucharte y saber que eres tú.
    Tantas veces te he recordado en Covadonga, allí en la Casa de la Madre, donde nos conocimos y tanto "platicamos", ¿a qué sí? Dios andaba entre nosotras, en nuestros deseos y penas...en todas partes.
    Seguro que Él, que todo lo puede y Tanto, tantísimo te ama, te conseguirá la fidelidad, obediencia y santidad, que deseas, también Él, para tu vida entregada de consagrada.
    Un gran abrazo amiga...

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  16. Como siempre,¡cuánto jugo sale de esta homilía! Mirando el cuadro y meditando las explicaciones de Andrés me viene este pensamiento:
    “ Señor, ayúdame a salir de “mis riquezas”, a dejar de mirarme a mí y elevar mi mirada hacia a ti, a abrirme a tu mirada. Como dice Andrés, “era Dios mismo el que miraba amando”. ¡Cuántas veces ante el Santísimo, o en oración dejo de mirarme a mí y me dejo mirar por ti y entonces todo parece cambiar…!Que me deje encontrar con tu mirada, y desde este encuentro, vivir contigo y llevarte a los demás.
    Gracias Andrés por guiar nuestros ojos y nuestra vida, hacia el Señor.
    Cova

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