jueves, 18 de abril de 2013

Domingo IV de Pascua (C)



21-4-2013                               DOMINGO IV DE PASCUA (C)

Homilía del domingo IV de Pascua (C) El Buen Pastor from gerardoperezdiaz on GodTube.

Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            Celebramos hoy el 4º domingo de Pascua, también llamado como domingo del Buen Pastor. Vamos a profundizar un poco en este tema:
            - En la Misa Crismal de esta Semana Santa el Papa Francisco nos dijo a los sacerdotes lo siguiente: “El sacerdote que sale poco de sí […] se pierde lo mejor de nuestro pueblo; eso que es capaz de activar lo más hondo de su corazón presbiteral. El que no sale de sí, en vez de mediador, se va convirtiendo poco a poco en gestor. Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor «ya tienen su paga», y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el corazón, tampoco reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón. De aquí proviene precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes, sacerdotes tristes, y convertidos en una especie de coleccionistas de antigüedades o bien de novedades, en vez de ser pastores con «olor a oveja» –esto os pido: sed pastores con «olor a oveja», que eso se note–”.
            - ¿Cuáles son los medios para que los sacerdotes podamos oler a oveja? ¿Cuáles son los medios para que los sacerdotes no seamos gestores o meros funcionarios de las cosas religiosas? ¿Cuáles son los medios para que los sacerdotes vayamos dejando nuestra piel en las parroquias o en otras tareas pastorales que tenemos encomendadas por el Espíritu Santo a través de nuestros obispos? Algunos de estos medios son los siguientes:
1) El sacerdote que es buen pastor tiene que conocer y amar a sus ovejas. La única forma que yo conozco para conocer a los fieles es… TRATARLOS. Cualquier momento es bueno para tratar a los fieles: cuando se acercan ‘a pedir una Misa’, o a solicitar un bautismo, o un funeral, o un matrimonio, o una limosna, o a desahogar, o se ofrecen para colaborar con la parroquia en catequesis, en Caritas, para poner una bombilla, o a dar una limosna, o a quejarse… Y el roce hace el cariño. En efecto, cuando uno acoge con amabilidad y con una sonrisa, y escucha con atención a la persona en su situación concreta…, entonces se establece una corriente de afecto, que puede crecer hasta el cariño y, más adelante, hasta el amor.
2) El sacerdote que es buen pastor tiene que alimentar y defender a sus ovejas, incluso hasta la dar la vida por ellas. El sacerdote que quiere alimentar bien a sus ovejas procura buscar comida buena: la Palabra de Dios, ejemplos de santos, doctrina sana de la Iglesia y no simplemente lo nuevo o lo antiguo, y para ello estudiará, leerá y se preparará. Un sacerdote no puede limitarse a la media hora de la Misa, sino que trabajará, rezará y reflexionará para ‘cocinar’ ese alimento que ha de dar a las ovejas que Dios ha puesto en sus manos; también el sacerdote alimenta a las ovejas con el ejemplo propio. Mas nadie da lo que no tiene. Si un sacerdote no tiene paz, no puede dar paz; si no tiene alegría, no puede dar alegría; si no ha experimentado a Cristo muerto y resucitado, no lo podrá dar a ese Jesús vivo; si no vive austeramente, no podrá ayudar a los necesitados; si no sufre y vence al sufrimiento, sus palabras sonarán a hueco; si no es generoso, no podrá darse (en palabras del Papa: ‘no podrá salir de sí’).
El sacerdote que quiere defender a sus ovejas tiene que estar preparado a no huir, a no quejarse cuando le den golpes, cuando hablen mal de él (con razón o sin ella). El sacerdote debe saber que unos le pondrán por las nubes y otros por los infiernos[1], pero no le debe importar lo que digan uno u otros, sino lo que piense y diga Dios. Esto es lo que cuenta de verdad. ¡Qué más da que los demás hablen maravillas de uno, si Dios mismo ve otra cosa! ¡Qué más da que los demás digan lo peor de uno, si Dios mismo ve otra cosa! Al final, será Dios quien nos juzgue y no la gente, sean éstos de dentro o de fuera de la Iglesia.
3) El sacerdote que es buen pastor tendrá también que buscar a las ovejas, si alguna se pierde, y atraer a las ovejas dispersas. El sacerdote no puede conformarse con las personas que vienen a los locales parroquiales. Hay que acoger a los que vienen, pero también hay que salir al encuentro de los que no vienen nunca o vienen sólo ocasionalmente.
Dos apuntes más y totalmente necesarios:
            4) El sacerdote que es buen pastor sabe que todo lo anterior no lo hace él; no puede hacerlo él por sí mismo. Es una tarea que sólo puede hacerla Jesús; Él sí que es el Buen Pastor por excelencia. Ya puede cualquier sacerdote hacer todos los milagros del mundo o amar hasta dar la última gota de su sangre o predicar como los ángeles que, si Dios no abre el corazón y el alma de cada hombre que escucha las predicaciones o ve los milagros o recibe ese amor del sacerdote, todo se perderá. También es verdad que, aunque el sacerdote haga todo lo que hemos dicho y Dios quiera abrir el alma y el corazón del hombre, si éste no quiera, entonces será un ‘hombre pato’. ¿Sabéis cómo hace un pato? Se echa al agua, pero tiene las plumas de tal manera que, por mucho que se moje o se zambulla en el agua, nunca se moja. Pues el hombre pato es igual: aunque Dios quiera y el sacerdote actúe, como ese hombre no quiera ni ver, ni escuchar, ni abrir su corazón y su alma, todo quedará en nada. Ya lo indicaba Jesús de alguna manera: El rico contestó: ‘Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento’. Abraham respondió: ‘Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen’. ‘No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán’. Pero Abraham respondió: ‘Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán’ (Lc 16, 27-31).
            5) Lo mismo que el sacerdote tiene sus tareas como buen pastor (aquí se han apuntado algunas), también las ovejas, los fieles tienen las suyas. En muchas ocasiones he asistido a ‘piques’ entre el marido y la mujer, porque el primero preguntaba a la segunda: ‘¿En qué te ayudo? Y ella contestaba: ‘A mí… en nada. La casa no es mía solamente; es de los dos y las cosas que tú hagas no es para ayudarme a mí, sino que ambos colaboramos en una misión común, que nos corresponde por igual a los dos’. En efecto, a los dos les corresponde pasar la aspiradora, cocinar, atender la ropa y tener la casa en orden. A los dos les corresponde atender a los hijos (llevarlos al médico o acudir a las reuniones del colegio). A los dos les corresponde hacer las compras, las maletas para un viaje y los trámites en el banco o en el ayuntamiento. Pues esto mismo pasa y ha de pasar en una parroquia o en la Iglesia. La oveja no ayuda al pastor, el feligrés no ayuda al sacerdote, sino que ambos participan (cada uno a su modo, con sus cualidades y carismas) en la misma y única misión de Cristo. Esto que es una perogrullada… en tantas ocasiones no está nada claro, ni para el sacerdote ni para el feligrés. Cuando un sacerdote dice en una parroquia: ‘¡Aquí mando yo!’, no ha entendido para nada la Iglesia que Dios quiere y la Iglesia que Cristo ha fundado. Cuando un fiel se desentiende de su labor en la Iglesia o acude a ésta como si fuera al supermercado, del que coge el producto que quiere (la primera Comunión de su hijo), lo coge y con exigencias[2] y luego desaparece, tampoco ha entendido para nada la Iglesia que Dios quiere y la Iglesia que Cristo ha fundado.

            En definitiva, el sacerdote tiene que oler a oveja (a feligrés) y la oveja (feligrés) tiene que oler a sacerdote. Esto implica el trato mutuo, pues todos estamos en la misma Iglesia de Cristo Jesús.

[1] Ya lo decía Jesús: ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! (Lc. 6, 26).
[2] Recuerdo que hace años un chico y su novia querían casarse por la Iglesia. Ellos no acudían para nada a la parroquia ni a la Iglesia. Querían casarse un sábado y a las 7,30 de la tarde. A esa misma hora era la Misa parroquial. No entendían que el sacerdote no quitara la Misa parroquial para dejarles a ellos celebrar ‘su boda’: ‘Estos curas nos quitan la fe’. Por supuesto, esta pareja celebraría su boda y no volvería a aparecer por la parroquia y por la Iglesia en una larga temporada.

11 comentarios:

  1. Buenos días.
    Este eslogan lo pondría en todas las Iglesias, para que se enteren unos y otros!!!! GRACIAS.

    "La oveja no ayuda al pastor, el feligrés no ayuda al sacerdote, sin que ambos participan (cada uno a su modo, con sus cualidades y carismas) en la misma y única misión de Cristo"

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  2. Querido D. Andrés: ¿de donde saca esa sabiduría llena de recetas que hacen parecer las cosas más fáciles? Me encantan sus ingredientes de entusiasmo, sensibilidad, lógica, compresión, humanidad,generosidad, vocación por su trabajo,

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  3. ...y unción y ternura y naturalidad, querido anónimo del día 18 a las 13:11
    Y, ¡cuántas gracias hemos de dar a Dios por habernos regalado tan buen pastor!!
    Buena semana, amigos.
    pd. ¡Os recordé este finde en Covadonga a los pies de la Santina!

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  4. Estimado P. Andrés
    Maravillosa homilía.

    El Señor me sano espiritualmente, gracias a este Pastor testigo de Jesús. Siempre le pedía que orara por mi sanción. El Señor se servió de este CURA para mostrarme que El es un Dios de alegría que nos recibe contento cuando nos acercamos a EL.
    Nadie puede ser autentico transmisor del Evangelio si él mismo no ha experimentado la nueva vida traída por Cristo Jesús.
    Este PASTOR sabe comunicar lo que el Señor ha hecho a partir de su resurrección . La predicación va acompañada de las señales y prodignos que Jesús prometió.
    Jesús me ha encontrado y ya no quiero vivir sin EL.
    Nuestro Pastor, es fiel testigo de Jesús, amante de sus ovejas.
    Doy, gracias a Dios, por este encuentro, que el Señor te guarde y te bendiga.

    Un abrazo fraterno

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  5. Como siempre tu homilía me hace no sólo reflexionar ...sino me llena el alma ...Llevo en mi las palabras que dijo el Santo Padre " Sed pastores con olor a ovejas" ....creo que todos debemos salirnos de nosotros mismos ...si predicamos las palabras de Jesús y si lo llevamos dentro ....El roce con el otro hace que nos involucremos ...que nos conozcamos .... Buscando a quien anda perdido ... Acercarlo al Señor .... Y nosotras las ovejas debemos por medio del ejemplo ..de nuestra actitud acercar a la oveja su pastor .... Y ese pastor debe estar abierto .... A recibirla ...sin importarte de donde viene ..o que ha hecho ... Actuar como lo haría Jesús ....
    Hace unos años viví una experiencia que me hizo tambalear ....una joven se acercó hablar con un sacerdote x que su madre había fallecido por alcoholismo ... Ella estaba destruida .... Y necesitaba consuelo ..este Sacerdote le dijo esta palabras "tu madre ha muerto en pecado...su alma estará por un tiempo en el infierno " ...... Yo era Catequista y la verdad al escuchar esto salí corriendo ...... Sin poder comprender ... A Dios gracias luego he encontrado muy buenos pastores que llevan a Jesús en su palabra y en su corazón ...lo que hace que yo esta simple oveja no se aleje del rebaño tratando de juntar a las que se pierden ....tengan una linda semana .
    ,Que Dios los bendiga !

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  6. En el P. Andrés vemos al Buen Pastor que va en busca de las ovejas perdidas, que conoce a las suyas y hace lo imposible para salvarlas. Es nuestro maestro, manso y humilde de corazón, que alivia nuestras cargas y nos procura descanso, acogida y escucha.
    Pero también nos plantea exigencias y nos habla con autoridad.

    Un abrazo fraterno

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  7. Andrés, hoy comienzas esta profunda e impresionante homilía, con las palabras que el Papa francisco, ha dicho a los sacerdotes, unas palabras sencillas, que el pasarlas por tu corazón y al “cocinarlas con ese alimento tan peculiar tuyo” con el que cuidas, alimentas a las ovejas que Dios te ha puesto en tus manos, y que a la vez, las vas contagiando de paz, esperanza, felicidad y al mismo tiempo vas regalando vida, esa vida que nada ni nadie puede arrebatar.
    En el nº 5 dices “lo mismo que el sacerdote tienen sus tareas como buen pastor, también las ovejas, los fieles tienen las suyas”, claro que si; todos estamos llamados en la medida de nuestras posibilidades, ha ayudar, a proteger, alimentar y a curar a quien necesite nuestra ayuda.
    No podemos olvidar de que somos algo así ‘como las manos de Dios’ que prestan ayuda a quien encontramos en nuestros caminar.
    Gracias Andrés, por hacernos ver que en la comunidad de Jesús, no hay dirigentes y dirigidos, pastores u ovejas, todos somos hermanos y a todos nos incumbe la responsabilidad.
    “Uno solo es vuestro Padre, el del cielo y todos vosotros sois hermanos”.
    Un abrazo y buena semana.

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  8. Gracias al Pastor y a las ovejas que participais, o no, en este blog porque de alguna manera me ayudais en el camino.

    Un abrazo para cada un@

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  9. ¡¡¡¡ Maravillosa homilía, Pater !!!


    La imagen del Buen Pastor ha sido representada miles de veces en el arte cristiano de todos los tiempos : en pinturas, esculturas, iconos, música.....y también en la literatura de los Santos Padres, teólogos y poetas.

    San Agustín, por ejemplo, tiene un estupendo sermón donde dice : " Para vosotros como obispo, soy vuestro pastor, pero con vosotros, como cristiano, soy también oveja del rebaño de Cristo."

    En la música, tenemos la magistral Sexta Sinfonía de Beethoven, también llamada " Pastoral "

    Un soneto de Lope de Vega
    Pastor, que con tus silbos amorosos
    me despertaste del profundo sueño
    tú que hiciste cayado de este leño
    en que tiendes los brazos poderosos.

    Que el Señor nos conceda, tener siempre la conciencia clara, unidos como Iglesia, al lado de P. Andrés, que nos transmite que somos amados infinitamente.

    Un abrazo fraterno

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  10. Sacerdote con olor a oveja. Mucho me gustó esta frase cuando la escuché; creo que enseguida comprendí su significado.
    Para llegar a tener este "olor" es necesario "convivir, vivir con" y mezclarse con ellas; y esto lo hace un pastor al que le preocupa su rebaño, por encima de todo. Y ellas (las ovejas) reconocen enseguida a esta persona que, les dedica tiempo, que las alimenta y les da cariño, por eso se van detrás de el.
    En esta preciosísima homilía, ya nos explicas las cualidades necesarias para ser un pastor que huele a oveja.
    También creo que ha quedado claro en los comentarios, que somos conscientes de que el Señor, por su gran misericordia, ha tenido a bien, poner al frente de este rebaño, un pastor que reune todos los requisitos necesarios, para oler a feligrés. Bendito y alabado sea por siempre nuestro Señor Jesucristo, por ese gran "detallazo" que ha tenido con nosotros.
    También entiendo que, no todo es tarea del pastor; las ovejas no estamos solo para nutrirnos, y disfrutar de las atenciones de aquel que nos cuida, no somos objetos pasivos, pues en la iglesia de Jesucristo, todos estamos llamados a una misión, que complementa la del sacerdote, y también hemos de contagiarnos de ese "olor" a cura; creo que nos necesitamos mutuamente, por tanto el trato mutuo es necesario, para trabajar juntos.
    LO siento ya me alargué mas de lo que quería, pues me parecía que ya estaba todo dicho. En definitiva lo que deseaba apuntar es que, recemos cada día por nuestros pastores, y para que el Señor suscite nuevas vocaciones santas.
    Muchas gracias Andrés, que el Espíritu Santo siga estando siempre contigo, ayudándote en tu preciosa tarea.
    Hermanos, estoy muy contenta de pertenecer a ese rebaño, y que en nosotros surja el deseo de trabajar por la iglesia de Jesucristo, siguiendo las indicaciones y consejos de nuestro querido pastor.
    BENDITO SEA DIOS.

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  11. D. Andrés es mi pastor, nada me falta. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
    Últimamente no dejo de oír que huele a oveja, pero a mi me huele más a Santidad.
    El problema es que quiere que todos seamos santos con él, y llevarnos al Cielo, y eso cuesta mucho, aunque él nos ayude.
    Doy gracias al Buen Pastor, por habernos mandado tan buen pastor, y me alegro mucho de formar parte de su rebaño.
    Un abrazo.

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