28-7-2013 DOMINGO XVII TIEMPO ORDINARIO (C)
Homilía del Domingo XVII del Tiempo Ordinario (C) from gerardoperezdiaz on GodTube.
Homilía de audio en MP3
Queridos
hermanos:
En el evangelio de hoy hemos
escuchado el ‘Padre nuestro’, según la versión de san Lucas. Hay dos versiones
en los evangelios: la de san Lucas y la de san Mateo. La que nosotros hemos
aprendido en el catecismo y oramos habitualmente es la de san Mateo, que es la
más larga.
Vamos a reflexionar sobre esta
bellísima oración, que Jesús mismo enseñó a sus discípulos cuando éstos le
pidieron que les instruyera en la comunicación con Dios. Sí, los apóstoles de
Jesús fueron testigos de que Él estaba siempre orando. Le valía cualquier lugar
y cualquier momento para ponerse ante Dios y hablar con Él, pero sobre todo
para que Él le hablase. Tratemos de llegar al corazón de Dios Padre y de Dios
Hijo a través de estas palabras que proceden de lo más íntimo del Dios
Trinitario:
- “Padre”. Al empezar la oración los apóstoles pensaban que Jesús iba
a mandarles que dijeran: ‘Dios’, o ‘Creador’, o ‘Todopoderoso’. Sin embargo,
Jesús les indicó que dijeran ‘Padre’. Sí,
Padre, Padre mío y Padre de todos, Padre de
los hombres que conozco y de los que no conozco... Padre de mis amigos y de
mis enemigos. Jesús utilizaba otro término para dirigirse a
Dios. Usaba la palabra que decían los niños para referirse a su padre: ‘Abbá’,
que significa algo así como ‘papá’, o ‘papaíto’. Esta forma de dirigirse a Dios
escandalizó a los fariseos y a otros judíos. Esto llamó la atención a sus
discípulos, pero era la palabra usada por Jesús: ‘Abbá’. Jesús se dio cuenta
que muchos judíos fervorosos y creyentes tenían miedo de Dios, o lo veían como
alguien muy lejano. Pero Él no. Para Jesús Dios es era su papaíto querido. Y esto
quiere metérselo en la cabeza de sus discípulos y les dice aquellas
maravillosas palabras que acabamos de escuchar: “¿Qué padre entre
vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez,
le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si
vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
piden?” Hay gente
que me dice: ‘Tengo miedo de decir que se haga su voluntad, porque quizás su
voluntad es que me salga un cáncer o me paso algo malo, a mí o a los míos’.
Ésta es una falsa imagen de Dios. Dios no es así. Dios es nuestro Padre,
nuestro papá.
- “Santificado sea tu nombre”. 1) Cuando decimos que sea santificado su
Nombre, no lo decimos en el sentido de que nosotros podamos santificar a Dios
con oraciones. No. Lo que decimos es que
su Nombre sea santificado en nosotros. ¿Quién podría santificar al que es la
fuente de toda santidad? Ya lo decimos en la Santa Misa: “Santo, santo, santo es el Señor…”. Él
es el tres veces santo. 2) Cuando decimos que sea santificado su Nombre,
estamos pidiendo que su honor y su gloria sean lo primero y que estén sobre
toda otra cosa. Además, la santidad de
Dios implica la santidad del hombre, pues el Dios Santo hace que nosotros
seamos “santos e inmaculados en su
presencia, en el amor” (Ef. 1, 4). La santidad que el hombre tenía al
inicio de la creación, pues fuimos creados a su imagen y semejanza (Gn. 1, 26),
se perdió con el pecado original. A partir de aquí, la acción de Dios es
procurar que el hombre recobre la santidad perdida, porque habíamos sido
destinados “desde el principio a
reproducir la imagen de su Hijo” (Rm. 8, 29). Así, Dios nos da la tarea de
ser santos y este mandato está en diversas partes de la Biblia: En el Levítico: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro
Dios soy santo” (Lv. 19, 2); también se dice en el evangelio de Mateo: “Vosotros sed perfectos, como vuestro Padre
celestial es perfecto” (Mt. 5, 48). Y esto necesitamos pedirlo cada día,
pues es tarea de cada hombre, de todos los hombres, pero sobre todo es don y
regalo de Dios, que hemos de suplicar insistentemente. Sí, la santidad es más don y regalo de Dios que tarea nuestra. 3) Cuando pedimos que sea santificado
el Nombre de Dios, estamos pidiendo que sea santificado en nosotros, que
estamos con Él o queremos estarlo. Pero también
pedimos que su Nombre sea santificado en todos aquellos que aún no lo conocen
o, conociéndole, le rechazan. Por eso, esta petición nos impulsa y nos
obliga a orar por todos, incluso por nuestros enemigos. Por tanto, pedimos que
su Nombre sea santificado en todos los hombres, amigos y enemigos, los de cerca
y los de lejos, los de arriba y los de abajo, los simpáticos y los antipáticos…,
pues todos ellos son hijos de Dios y la llamada a la santidad es para todos.
-
“Venga tu reino”. Cuando
pedimos que venga el Reino de Dios a nosotros, estamos pidiendo en definitiva
que el mismo Jesús venga. Así, lo suplicamos en la Santa Misa, tras las
palabras de la
Consagración Eucarística: “Anunciamos
tu muerte, proclamamos tu resurrección, VEN SEÑOR JESÚS”. Cuando tenemos con nosotros al Rey,
entonces tenemos el Reino y todas sus cualidades y valores.
Pedir que venga su reino, significa que haya entre
nosotros justicia, verdad, libertad, paz, etc. Pero estas cosas nos las entrega
Dios si nosotros a la vez luchamos por ellas, si nos esforzamos por ellas. ¿De
qué me sirve que yo pida a Dios que me hagan justicia en la fábrica, en mi
trabajo, si yo después no soy justo con mis amigos y con mi familia? Hace años
había un hombre en Gijón que uno criticaba a todos por hacer las cosas mal
(políticos, compañeros de trabajo, vecinos, familiares…). Esto era por la
mañana y por la tarde estaba borracho como una cuba haciendo sufrir a la mujer
y a los hijos.
- “Danos cada día
nuestro pan del mañana”. Hemos de
pedir el pan de cada día, el pan del alimento del cuerpo (¡qué
angustia no tener para comer y para dar de comer a los míos!, y hay mujeres que
se están prostituyendo para dar de comer a sus hijos) y el pan del alimento del espíritu. Esta petición y la
responsabilidad que implica sirven, además, para otra clase de hambre de la que
desfallecen los hombres: “No sólo de pan
vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Dios”
(Dt. 8, 3; Mt. 4, 4), es decir, de su Palabra y de su Espíritu. Los cristianos
debemos movilizar todos nuestros esfuerzos para anunciar el Evangelio a los que
tienen hambre de Dios. Hay hambre sobre la tierra, “mas no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la Palabra de Dios” (Am.
8, 11). Por eso, el sentido específicamente cristiano de esta petición se
refiere al Pan de Vida: la
Palabra de Dios que se tiene que acoger en la fe, el Cuerpo
de Cristo recibido en la
Eucaristía (cf. Jn. 6, 26-58).
Y a propósito de esto, hace tiempo me encontré con este
texto: ¿POR
QUÉ IR A MISA? “Una persona que siempre iba a misa, escribió
una carta al director de un periódico quejándose de que no tenia ningún sentido
ir a misa todos los domingos. ‘He ido a la Iglesia por 30 años, escribía, en ese tiempo he
escuchado algo así como unos 3000 sermones. Pero juro por mi vida, que no puedo
recordar uno solo de ellos. Por eso pienso que estoy perdiendo mi tiempo y los
sacerdotes están perdiendo su tiempo dando sermones’. Para al deleite del
director, esto empezó una verdadera controversia en la columna de ‘Cartas al
Director’. Esto continuó durante semanas hasta que alguien escribió esta nota:
‘He estado casado por 30 años. Durante ese tiempo mi esposa me ha cocinado unas
32000 comidas. Pero juro por mi vida, que no puedo recordar el menú entero de
todas esas comidas. Pero sé una cosa: Esas comidas me nutrieron y me dieron la
fuerza necesaria para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera dado todas
esas comidas, estaría físicamente muerto hoy. Igualmente, si no hubiera ido a
la iglesia para nutrirme, ¡estaría espiritualmente muerto hoy! Cuando tú
no estás en nada.... ¡Dios si está en algo! ¡La fe ve lo invisible, cree
lo increíble y recibe lo imposible! Da gracias a Dios por nuestra nutrición
física y simplemente di: Jesús, ¿podrías atender la puerta, por favor? Creo en
Dios como un ciego cree en el sol, no porque lo ve, sino porque lo siente’”.
Lo siento, se me acabó el tiempo y
el espacio de esta homilía. Para otro domingo explicaré las dos peticiones que
faltan del ‘Padre nuestro’:
- “Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo
el que nos debe algo”.
- “No nos dejes caer en la tentación”.
Buenos días ...... El Padre muestro es una hermosa oración ...la cual aveces uno la repita sin sentir el verdadero significado que tiene ....en un taller de oración del padre Larrañaga me han enseñado a orarla meditando cada párrafo ... Lo cual llena el alma .......
ResponderEliminarPorque ir a Misa ..... . .?
Hace unos años años deje de ir a Misa x que sentía que nada nuevo me dejaba ...... Después de un tiempo pase por una Iglesia y mi corazón me dijo que entrara .... Era un primer viernes de mes ..y estaban por iniciar la Misa .... Me senté .... Lista para irme rápidito ...y no fue así ..... No sólo me quede a toda la ceremonia ... Sino que salí muy distinta a la que entró ..pues mi alma estaba feliz ..llena de amor de paz ..... Nutrió mi alma ..... Y Jesús se quedo por siempre en mi corazón .....
Un abrazo a todos los españoles que han sufrido esta tragedia en Santiago ..mi oración para con ellos y sus familias
Querido P. Andrés
ResponderEliminarTe agradezco las bellísimas homilías que nos haces llegar todos los jueves. El trabajo serio,la entrega gratuita, y toda la ilusión expresada en el cariño que recibimos.
Jesús quiere que sus seguidores no lo olviden nunca. " El que pide, está recibiendo, el que busca, está hallando y al que llama, se le abre. "
Jesús no dice que reciban concretamente lo que están pidiendo, que encuentran lo que andan buscando o que alcanzan lo que gritan. Su sorpresa es otra, a quienes confían en él. Dios se les da, quienes acuden a él, reciben " cosas buenas "
Soy una persona afortunada, el Señor se ha fijado en mi, me ha dado el mejor regalo, la fe. El sacerdote que ha puesto en mi camino, ha sido, nuestro querido P. Andrés.
La confianza de Jesús en el Padre es absoluta, yo, quiero imitarlo.
Un abrazo fraterno
"Me gustaría hacer un llamamiento a quienes tienen más recursos, a los poderes públicos y a todos los hombres de buena voluntad comprometidos en la justicia social: que no se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario. Nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que aún existen en el mundo".
ResponderEliminarFrancisco ha dado hoy la cara por los más pobres y ha reclamado más esfuerzos a las autoridades por poner fin a las desigualdades sociales que sacuden a Brasil, en línea con las protestas que en las últimas semanas se han sucedido en el país. Lo ha hecho sobre el terreno, durante la visita que hoy ha realizado a una favela de Río de Janeiro.
La recomendación del Papa se las trae.
ResponderEliminar“Que me perdonen los obispos, pero la Iglesia tiene que salir a la calle”
Francisco se muestra provocador ante 5.000 jóvenes argentinos que lo aclaman
PABLO ORDAZ
La cita era en la catedral metropolitana de Río de Janeiro. El papa Francisco había quedado con 5.000 jóvenes argentinos —el 10% de los que cruzaron la frontera para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)— para pasar juntos unos minutos. Podría haberles dicho qué tal, cómo están ustedes, pásenla bien y recen por mí. Un encuentro ortodoxo entre un papa de 76 años y unos muchachos cristianos encantados de tenerlo tan cerca. Pero Jorge Mario Bergoglio no es un pontífice al uso, y la armó. En un momento del encuentro, pidió a los jóvenes: “Quiero que salgan a la calle a armar lío, quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que la Iglesia abandone la mundanidad, la comodidad y el clericalismo, que dejemos de estar encerrados en nosotros mismos”. Después, se giró significativamente hacia los prelados que lo acompañaban y les dijo: “Que me perdonen los obispos y los curas si los jóvenes les arman lío, pero ese es mi consejo…”.
"La fe es revolucionaria. Y os pregunto: ¿estáis dispuestos a entrar en la ola de la revolución, de la fe? Sólo entrando en ella su vida joven tendrá sentido y será fecunda", invitó enérgico y siempre sonriente como su discurso enérgico. No cabe en él la iglesia del oscurantismo. "A veces, la vida de un obispo tiene dificultades y la fe del obispo puede entristecerse. ¡Qué feo es un obispo triste! ¡Qué feo que es!".
ResponderEliminarD. Andrés, Vd. y su labor pastoral, de feo no lemha tocado nada. Sin embargo, cuántos pocos guapos hay!!!!!!!!!!!!!
"La fe es revolucionaria. Y os pregunto: ¿estáis dispuestos a entrar en la ola de la revolución, de la fe? Sólo entrando en ella su vida joven tendrá sentido y será fecunda", invitó enérgico y siempre sonriente como su discurso enérgico. No cabe en él la iglesia del oscurantismo. "A veces, la vida de un obispo tiene dificultades y la fe del obispo puede entristecerse. ¡Qué feo es un obispo triste! ¡Qué feo que es!".
ResponderEliminarQué forma tan inteligente e inteligible de predicar!!!!
Recuerdo que a d? Andrés alguien le reprochara por predicar de esta manera. Parece que ahora el mismo Papa le da la razón.
Sacude con sus gritos nuestras conciencias adormecidas. No nos dejes en paz. Pon todas tus divisiones del amor en marcha y en posición de combate. Porque sólo así seremos dignos seguidores del Nazareno. Sólo así seremos buenos samaritanos. No dejes, Francisco, que los pobres se ahoguen en medio del silencio de los buenos. Porque ese silencio los condena.
ResponderEliminarD. Andrés, me siento feliz porque, por fin, el Papa habla como Dios manda. Celebro haber podido disfrutar de parecidas homilías oídas y leídas en su blog y en la Catedral de Ociedo.
ResponderEliminarnada podrán decir los que le reprochaban su forma poco correcta, políticamente incorrecta, de predicar?
Doy gracias a los anónimos que nos aportan estos extractos de cómo nos habla el Papa.
Espeluzante la aportación que leo: no dejes que los pobres se ahoguen en medio del silencio de los buenos, porque ese silencio es condena. No tengo palabras, me acomplejan y me avergüenzan!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarD. Andrés, ahora valoro más sus consejos de siempre, y valoro el que, siendo discreto, obediente, nunca se haya callado ante el silencio de los buenos.
Esta semana, estuve hablando con D. Andrés.
ResponderEliminarMe pidió que rezara por toda la Iglesia de Asturias. Empezando por el Obispo, (sacerdotes, religiosos, fieles...) y terminando por el último de los monaguillos.
Y luego que empezara a rezar por el último de los monaguillos y terminara por el Obispo.
Por todo el daño que nos estamos haciendo unos a otros.
Por todo el dolor que estamos sufriendo.
Esta petición me hizo pensar mucho...
Aunque no me sorprendió, porque venía de D. Andrés.
Os la dejo para que meditéis.
Un abrazo.
Loli, parece que el Papa nos pide lo mismo. Una vez más, el Papa tirando a dar. "Jesús se una a tantos jóvenes que perdieron la confianza en las instituciones políticas, por su egoísmo y corrupción, o a quienes perdieron la fe en la Iglesia y hasta en Dios, por la incoherencia de cristianos y ministros del Evangelio", declaró en un claro mensaje reevangelizador y crítico con la propia institución de la que hoy es máximo representante.
ResponderEliminartodos tendremos que rezar por el mucho daño que nos estamos haciendo.
“Con la cruz”, ha explicado el Papa a los jóvenes, “Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos; con ella, Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga; con ella, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos; con ella, Jesús se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel; en ella, Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio”.
ResponderEliminarLoli, estoy de acuerdo en rezar por toda la iglesia. Por el Obispo, debemos rezar especial,ente por los riesgos que corre al ser un Pastor muy viajero.
ResponderEliminarReconozco que el Papa francisco,me esta ganando poco a poco.Yo que al principio de su elección,no quise formar parte del cortejo de pleitesías a su persona y forma de vida,por considerar que el abito no hace al monje y aun nos quedaba por ver como seria su mandato(salvo por un par de declaraciones que hiciese en su momento,con las que no estoy de acuerdo y que no vienen a cuento)me rindo ante la evidencia.No me caben dudas de que este Papa,se asemeja bastante,a mi admirado Juan XXIII.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo,en que la fe es revolucionaria.Cierto, no solo los jóvenes,si no la iglesia al completo debe de salir a la calle armar lió y pedir justicia social.Pero no solo de pan vive el hombre.Hagamos como el premio nobel de la paz,el arzobispo sudafricano Desmond Tatu Atrevámonos,a ir más allá y pidamos el lote completo.No hay justicia social sin libertades,no existen las libertades,sin justicia social. Un abrazo y buena semana para todos. C:
No recuerdo ningún menú completo de los que cociné o comí en los últimos 30 años.
ResponderEliminarPero recuerdo casi todas las homilías que escuché a D. Andrés estos últimos 3 años.
Casi no recuerdo ni lo que comí hoy.
Pero recuerdo perfectamente todo lo que hoy alimentó mi espíritu y mi alma.
Cada día hace más bonitas las homilías
Gracias.
El papa pide a los jóvenes que derriben la violencia, la intolerancia y odio.
ResponderEliminarManos a la obra. En esta tierra, sí que hay mucho trabajo por delante.
Que va a pasar en los próximos días y meses?. ¿Cómo se van a tomar "algunos" los consejos del Papa?: salir a la calle, armar lío, ser protagonistas del cambio hacia el compromiso social.
ResponderEliminarEl Papa parece que está claramente comprometido con el diálogo “sin gratuitas ideas preconcebidas”.
D. Andrés, qué suerte tenemos con Vd. y con sus enseñanzas!!!. Tenemos mucho de este camino andado!!!!!!.
Espeluznante el discurso del Papa. Si ésto propone para los Pastores, qué tanto por hacer nos quedan a las ovejas?
ResponderEliminarQué cambio tan radical para algunos de nosotros!!!!.
D. Andrés, tenía Vd. razón, y sigue teniendo razón. A mí me queda mucho por cambiar; tiene que perdonarme por no haberle hecho caso antes.
El Papa piensa que no estamos “en una época de cambios, sino en un cambio de época”.
Y proponer renovar la Iglesia mediante la “revolución de la ternura”, y el refuerzo misionero entendido como servicio, que haga desplomar por sí solas las “estructuras caducas” que han dejado de ser útiles para la evangelización.
La misión empieza por los pastores, y el Papa propone a los obispos un examen de conciencia. Les exhorta a ser “pastores cercanos a la gente, padres y hermanos con mucha mansedumbre, pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida”.
Los obispos deben ser “hombres que no tengan ‘psicología de príncipes’ Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una iglesia, sin estar a la expectativa de otra”. El Papa les dice que deben ir, como los pastores, delante, en medio y detrás de su pueblo.
Dice que siempre fue un cura callejero y que, ay, le encantaría seguir siéndolo. Mira con complicidad a los agentes de la Gendarmería vaticana pidiéndoles que le rebajen el arresto domiciliario y, a juzgar por las sonrisas de los hombres del comandante Domenico Giani, parece que ya se los ha camelado también a ellos. Los 75 periodistas del vuelo papal escrutan a Francisco a la caza de un gesto o una frase que desvele alguna clase de impostura. Pero el papa argentino habla en corto y por derecho. De todo… lo que le da la gana. Cuando una periodista brasileña intenta que se meta por los laberintos del aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo —“¿Cómo no ha hablado usted de eso en Brasil?”—, Jorge Mario Bergoglio le deja muy claro que no hay nada nuevo, que él sigue la doctrina de la Iglesia católica, pero que —a diferencia de los obsesionados obispos españoles— sus prioridades van por otro lado. La difícil reforma de la Iglesia, la justicia social, el encuentro entre distintos.
ResponderEliminarFrancisco remueve los cimientos de la Iglesia al cargar contra su falta de sencillez y su ineficacia
ResponderEliminarEl Papa ha ofrecido su visión de lo que deben ser los cardenales y obispos y que dista mucho de la realidad de la curia. En un encuentro con las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe, tras la misa final en Copacabana en la Jornada Mundial de la Juventud, Francisco sentenció que “el obispo debe conducir”, “no mangonear” y alejarse de “la psicología de príncipes”.
Hombres que amen la pobreza
“El obispo debe conducir, que no es lo mismo que mangonear. Los obispos han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre. Pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan psicología de príncipes”, afirmó el Papa ante la jerarquía católica latinoamericana.
“¿Quién es el beneficiario de la labor clerical?
El Papa criticó la ineficacia en el día a día de la Iglesia.