jueves, 13 de febrero de 2014

Domingo VI del Tiempo Ordinario (A)



16-2-11                          DOMINGO VI TIEMPO ORDINARIO (A)

Homilía en vídeo. HAY QUE PINCHAR EN EL ENLACE ANTERIOR PARA VER EL VIDEO. Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            Dice el salmo 118 que acabamos de escuchar: Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor. Sí, nosotros queremos ser felices[1], aquí y siempre. Para lograrlo, como nos dice el salmo, debemos caminar al lado de Dios y de la mano de Dios, y al mismo tiempo, debemos procurar llevar una vida intachable.
            En los evangelios de estos días estamos leyendo el sermón de la montaña. Se trata de una recopilación de dichos y enseñanzas de Jesús; con estos dichos Jesús quiere enseñar a sus discípulos, es decir, a nosotros, a caminar al lado de Dios y a llevar una vida intachable. Veamos dos de estos dichos y procuremos profundizar en ellos y aplicarlos a nuestra vida en este año 2014.
            - Habéis oído que se dijo a los antiguos: ‘No matarás’, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado”. Los que estamos aquí: ¿Nos llevamos bien con todo el mundo? ¿Se lleva bien todo el mundo con nosotros? ¿Con cuántos estamos peleados? ¿Cuántos no nos hablan? ¿A cuántos no hablamos? ¿Cuántos ‘hemos matado’ en nuestro corazón y están muertos para nosotros? ¿Cuántos ‘nos han matado’ en su corazón y estamos muertos para ellos? Como todos sabemos, la convivencia humana es difícil. Los enfrentamientos, por desgracia, forman parte de las relaciones humanas. Una palabra, un gesto, una omisión pueden hacer que se rompan amistades de toda la vida o que los familiares no se vuelvan a hablar entre sí.
¿Qué tenemos que hacer los cristianos ante los problemas de convivencia? Como bien dice San Pablo, en lo posible y en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres” (Rm. 12, 18). Es decir, nosotros, los cristianos, no debemos ser el origen de los problemas: los que protestamos, los egoístas, los amargados, los iracundos, los hipersensibles, los suspicaces…, sino que debemos tratar a los demás con amabilidad, con respeto, con comprensión, con paciencia… Cuando San Pablo dice: en lo posible y en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres” (Rm. 12, 18), con ello quiere significar también que, ante los problemas de relación, el perdón y no agudizar las heridas deben formar parte del normal proceder de los cristianos. Sin embargo, con esta afirmación no quiero decir que debamos tragar por todo. NO. Cuando a Jesús lo interrogaban los judíos con intención de matarlo, sucedió esta escena: Jesús le respondió (a quien le preguntaba): ‘He hablado abiertamente al mundo; siempre enseñé en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada en secreto. ¿Por qué me interrogas a mí? Pregunta a los que me han oído qué les enseñé. Ellos saben bien lo que he dicho’. Apenas Jesús dijo esto, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada, diciéndole: ‘¿Así respondes al Sumo Sacerdote?’ Jesús le respondió: ‘Si he hablado mal, muestra en qué ha sido; pero se he hablado bien, ¿por qué me pegas?’ (Jn. 18, 20-23).
            Ya sabéis aquel cuento en que dos personas amigas (José y Fernando) tuvieron una discusión y José insultó y maltrató gravemente de palabra a Fernando. Y Fernando escribió en la arena de la playa: ‘Mi amigo José me insultó y me hirió’. Pasado un tiempo José hizo mucho bien a Fernando y entonces éste escribió con un cincel en una roca: ‘Mi amigo José hizo una gran bien para mí’. Un tercero que había sido testigo de los dos sucesos dijo a Fernando no entender la razón de escribir en la arena el mal recibido y en la piedra el bien recibido, si los dos hechos (el bueno y el malo) se los había hecho la misma persona. A lo que Fernando contestó: ‘José es mi amigo y escribo lo malo en la arena de la playa para que, cuando suba la marea, borre ese mal entre nosotros para siempre, y escribo lo bueno en la roca para que siempre me recuerde de lo bueno que fue y es Fernando conmigo’. Como vemos aquí, José cumplió muy bien la enseñanza de Jesús.
            - “Habéis oído el mandamiento ‘no cometerás adulterio’. Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior”. ¿Cuántos de los que estáis aquí habéis sido infieles a vuestro marido o a vuestra mujer[2]? Con esta frase entiendo que Jesús no sólo se refiere a  quien va con la vecina del tercero o con un hombre del pueblo de al lado. Jesús se refiere también a aquellos esposos que, no teniendo relaciones sexuales con otras mujeres o con otros hombres, sin embargo, no son fieles a sus palabras de consentimiento ante el altar: ‘Yo, N., te quiero a ti, N., como esposo/a y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida’.
            Cuando amamos más a nuestras aficiones que a nuestro marido o mujer, estamos siendo infieles y cometiendo adulterio.
            Cuando amamos más a nuestras familias de sangre que a nuestro marido o mujer, estamos siendo infieles y cometiendo adulterio.
            Cuando nos amamos más a nosotros mismos que a nuestro marido o mujer, estamos siendo infieles y cometiendo adulterio.
            Cuando no somos capaces de sacrificarnos por nuestro marido o por nuestra mujer, estamos siendo infieles y cometiendo adulterio.
            Cuando no somos capaces de perdonar a nuestro marido o a nuestra mujer, estamos siendo infieles y cometiendo adulterio.
            Cuando somos cobardes ante los gritos y amenazas de nuestro marido o de nuestra mujer, y callamos y aguantamos ‘por tener la fiesta en paz’, estamos siendo infieles y cometiendo adulterio. Sí, porque el amor verdadero corrige y enseña.

[1] ¿Cómo será esa felicidad que nos espera en el cielo? Dice San Pablo, que mucho más que nosotros conoce de esto, que no sabe, que no lo sabe él ni lo sabemos nosotros y lo dice con esta frase tan bella, tan profunda y tan llena de esperanza: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman”.
[2] Porque esta enseñanza de Jesús sirve tanto para los hombres como para las mujeres. Hace años hubo una señora de Taramundi, mayor y soltera, que, al oír la explicación de esta frase en una homilía, salió de la iglesia diciendo: ‘Mete medo, ahora as mulleres no podemos mirar a os homes’.

6 comentarios:

  1. Muy buenos días .... Que claro has sido como siempre .... Tratare desde hoy llevar una vida intachable limpiano mi corazón ...y recordando tus palabra ..se que no será fácil pero confió que El Señor me llevara de la mano ....
    Gracias Andrés por ayudarme cada semana con tu palabra a ser mejor persona ...
    Buena semana !

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  2. "Este Papa solo habla de los pobres y cuando dice sus sermones la plaza se llena de turistas de países como Argentina. ¡Esa gente no tiene dinero! Cuando Ratzinger era Papa, los alemanes llegaban en buses, organizados ¡Y gastaban! Ahora todos quieren descuento". ( vendedor de chucherías de la Plaza San Pedro, declarando para Rolling Stone magazine, 13 de febrero de 2014)


    En la última edición de la revista Rolling Stone, llega el Papa Francisco. Tiene un parecido extraño con el amigo de Mafalda: Felipe. Francisco posa en la carátula con una sonrisa que parece decirnos: esperen nomás. Resulta extraño verlo en una revista que suele colocar en portada a promotores del matrimonio homosexual y las drogas blandas. En el artículo, el Padre Bergoglio es reconocido como lo mejor que le ha pasado al Vaticano en tiempos de Ratzinger y la pedofilia.

    ¿Cambiará la iglesia? A los católicos más liberales (esos que algún Papa reprimido o facho ya habría excomulgado hace cien años) la idea nos fascina. "Mah ¿Quién soy yo para juzgarlos?", dice Francisco, y de pronto los jefes conservadores, los tiranos que comen del miedo de sus feligreses al Infierno, se quedan pasmados. "¿Quién soy yo para juzgarlos?" es, tal vez, la pregunta más radical que ha soltado un Papa en el último siglo, transmitida al mundo entero por Twitter y Facebook.

    Francisco no solo les ha quitado autoridad a los curas que lo atacaron en los medios de Estados Unidos por su sermón contra los ricos. No solo ha ordenado una encuesta entre los sacerdotes del mundo para recibir más opiniones sobre el celibato y la homosexualidad. Además, en un giro radical, el Papa ha rescatado al padre Gustavo Gutiérrez de la jaula donde lo puso Juan Pablo II –por comunista– para invitarlo a conversar en los salones del Vaticano. Al parecer, ahora todos tenemos permiso para criticar la desigualdad social. (Por favor, fijarse en la viñeta al final de esta nota. Es de Juan Acevedo, insigne historietista sudamericano. Creo que la posición del Vaticano en el Tercer Mundo, se puede reflejar muy bien en esta crítica a los amarres con la aristocracia latinoamericana. Con la venia española de Don Franco el Ibérico, claro está) Nunca debió extrañarnos que las masas hispanas huyeran del catolicismo y llenaran los templos de los Testigos de Jehová, quienes ofrecían –además de la salvación– el trámite de la visa a los Estados Unidos.

    El Papa rocanrol está viejo y tiene problemas de salud. Sin embargo, en unos pocos meses, ha demostrado el poder que tiene un solo hombre cuando actúa sin maldad y con convicción. No esperen que de un día para otro la Iglesia Católica se convierta en la más cool de la religiones, pero al parecer ése es el camino. Aleluya, amén.

    pd: Agradecimiento a mi amigo Amadeo Gonzales, quien con su arenga "rocanrol" fue el inspirador de esta humilde crónica.

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  3. Todo es aprender, para andar el camino, las homilías de D. Andrés y también los comentarios que hacéis. Hay que dar muchas gracias a Dios por tener este blog.

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  4. Suscribo en su totalidad el comentario de Pepitina.
    Hermosísimo regalo del Señor, estos dos días.
    A mi me resulta casi imposible el transmitir las delicadezas del Señor, las gracias y el amor que percibí de El.
    Acudí con el corazón seco y apagado, y bastante negativa, pero poniéndome en las manos de Dios para que El actuara a su gusto. En verdad os digo que, no esperaba ni la mitad de lo que recibí, ahí está la razón de haya regresado rejuvenecida por dentro y por fuera.
    Os digo que la homilía del miércoles sobre el discernimiento, me tocó con fuerza, percibí que el Señor me hablaba, y mi interior iba serenándose con una paz inmensa, y la alegría de comprender tantas cosas. Me dejé llevar, y todo se transformó. Apareció una gran calma, "mi casa estaba sosegada" y disfruté cada momento, mi estancia allí, resulto ser un hermoso refugio para un alma cansada, en el cual había todo lo necesario para el total descanso y felicidad, no había ninguna prisa en regresar.
    Lo cierto es que en todas las charlas, había un precioso mensaje de amor y cercanía de Dios.
    No cabe duda de que D. Andrés estaba imbuido del E, S., podía apreciarse en su vehemencia y entusiasmo. Muchísimas gracias. Es fácil "ver" al Señor a través de ti y de tus palabras.
    Bendito y alabado sea Dios en todo lugar y momento, a El la gloria por los siglos de los siglos.
    Un gran abrazo en Cristo a todos vosotros.
    BENDITO SEA DIOS.

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  5. Hola D. Andrés:
    La segunda parte de la homilia nos deja un sabor amargo a muchos casados, porque olvidamos "ese amor primero y las promesas hechas", con tanta facilidad. La vida nos envuelve con su rutina y la convivencia se nos hace dura, porque nuestra fidelidad es tan mediocre y la presecia de Dios en tantas ocasiones no está en medio de la pareja; o bien, solo la contempla uno de los conyujes. Creo D. Andrés, que es más fácil su fidelidad con Dios, porque en el matrimonio hemos de contar con el otro también, y muchas veces está ausente bien física bien espiritualmente y no se entera de nada. Pero, cuando hay hijos ellos merecen lo mejor que les podamos dar; sea de ambas partes, sea de una sola.
    Gracias por plantearnos estas situaciones donde solo la palabra de Dios y por ser de Dios, nos permiten ver algo de luz.

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  6. ¡Qué dificil la convivencia!! De hecho entre las Obras de Misericordia la que me pareció siempre mas dificil ha sido la de "soportar los defectos del prójimo", porque no hay duda de que hay DEFECTOS y defectos...sobretodo cuando son muy cercanos algunos muy marcados.
    Me queda un intento: escribir sobre arena algunos puntos de la convivencia que me humillen o entristezcan. Yo los escribiré, espero que el Señor los borre.

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