jueves, 9 de octubre de 2014

Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario (A)



12-10-14                   DOMINGO XXVIII TIEMPO ORDINARIO (A)
Salmo 23 (22): EL SEÑOR ES MI PASTOR

Homilía en vídeo. HAY QUE PINCHAR EN EL ENLACE ANTERIOR PARA VER EL VIDEO. Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            - Hace un tiempo leí en un periódico una entrevista que hicieron (creo que) a un director de orquesta. No recuerdo el nombre. Este hombre había estado muy enfermo, se vio morir y narró cómo fue a un terapeuta (¿?), el cual le ayudó mucho a salir del bache en que estaba metido. Parece ser que dicho terapeuta utilizó técnicas orientales como el zen y otras cosas por el estilo. Contaba este director de orquesta el caso de que, antes de caer enfermo, cuando cortaba una zanahoria pensaba a la vez en muchas cosas, pero que ahora, al cortar la zanahoria, todo su ser estaba sólo atento a ello y que esto le alcanzó un equilibrio (no sé si expreso bien lo que él decía). Este hombre se confesaba más bien panteísta, es decir, que Dios está y ES todo el universo y todas las cosas que están en el universo. (El cristiano dice que Dios está en una persona, en un perro, en una flor, en una montaña… El panteísta dice que Dios ES cada persona, cada animal, cada flor, cada montaña…). Asimismo, en otro momento de la entrevista el hombre dijo que ya no era católico, que no soportaría tener que rendir cuentas al final de su vida al Dios cristiano por los pecados que pudiera haber cometido. Al leer estas palabras, yo pensé inmediatamente que este hombre no se había encontrado cara a cara con Dios nunca, pues, si lo hubiera hecho, no podría nunca hablar así de Dios.
            Dios, para nosotros, no es el policía o el juez al que rendir cuentas al final de nuestra vida, sino que Dios es el Padre amoroso. Jesús lo llamaba Abbá, que significa algo así como ‘papaíto’. Aquellos de vosotros que tenéis experiencia de Dios entenderéis perfectamente lo que os estoy diciendo. Uno que lo entendió perfectamente fue el salmista que compuso esta oración preciosa que hemos escuchado hoy como salmo responsorial. Dejemos que este salmo 23 fluya en nuestro corazón. Escuchémoslo con paz:
1) “El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”. Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que, con Él nada, nos falta; uno se da cuenta que Dios nos lleva praderas verdes y jugosas en medio de tantas ‘sequías y calores’; uno se da cuenta que Dios nos conduce a donde hay agua fresca y abundante, y el lugar es tranquilo (“fuentes tranquilas”); y uno se da cuenta que Dios hace todo esto para reparar nuestras fuerzas desgastadas por tantos sufrimientos, golpes, incomprensiones y limitaciones.
2) “Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan”. Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que Dios nos lleva por caminos justos y honestos. En primer lugar para los otros, y también para uno mismo. Por ello, quien encuentra a Dios sólo quiere y anhela a Dios, y no desea llenarse de ‘cacharritos’, de loterías y de viajes… Igualmente uno se da cuenta que Dios siempre acompaña y no deja a uno en soledad: “aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo”.
            3) “Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa”. Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que Dios le prepara una mesa con ricos alimentos, con bebidas generosas y buenas. También uno se da cuenta que Dios unge a uno “la cabeza con perfume”. Dios nos regala todo esto frente a los ‘enemigos’ que no nos quieren, que desean y procuran lo peor para nosotros. Así, podemos comparar cómo nos trata Dios y cómo nos tratan nuestros ‘enemigos’.
            4) “Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término”. Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que Dios nos regala, sin merecerlo nosotros para nada, antes bien al contrario, su bondad, su misericordia. Pero, ¿cuántas veces nos da esto, en qué momento nos da esto? Nos lo dice también el salmista: “todos los días de mi vida”. Y, por lo tanto –continúa diciendo el salmista-, “habitaré en la casa del Señor por años sin término”.
            ¿Decidme si se parece este Dios que muestra el salmista del salmo 23 al dios que nos ‘dibujó’ el director de orquesta en la entrevista del periódico? Otra pregunta: Nuestro Dios, el que vivimos día a día, en el que creemos en nuestro espíritu, al que rezamos… ¿a cuál se parece más, al del director de orquesta o al del salmista?
            - En la primera lectura se nos dice que Dios “preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos […] Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país”. Repito la pregunta de antes: ¿Decidme si se parece este Dios que muestra el profeta Isaías al dios que nos ‘dibujó’ el director de orquesta en la entrevista del periódico? Otra pregunta: Nuestro Dios, ¿a cuál se parece más, al del director de orquesta o al del profeta Isaías?

9 comentarios:

  1. PRECIOSISIMO ESTE SALMO, CUANTO AMOR DESTILA. BENDITO SEA DIOS

    ResponderEliminar
  2. El Salmo 23 es uno de mis favoritos. Lo he recitado y orado muchas veces; lo he dejado fluir, como usted dice...
    Para mi, es un canto del amor y la ternura de Dios. Pero sobre todo, es una profesión de fe absoluta: El Señor es mi pastor, nada me falta. Y una oración de confianza en el Señor, recogida en este verso precioso: Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo...

    Me ha gustado mucho la homilía escrita, espero con impaciencia el audio.

    ResponderEliminar
  3. El Buén pastor es uno de los salmos mas conocidos, bonitos y consoladores del Salterio, es verdad; opino como Loli.Estos días me acompaña de forma especial haciéndome percibir la presencia de su pastoreo en mi vida,a través de otras personas. Es una bonita forma que tiene Jesús de cuidarnos.
    Y como dice Loli, sí es una profesión de fe y confianza.."Tú eres mi pastor, nada me falta".
    Buena semana para todos.

    ResponderEliminar
  4. Precioso Salmo y cuántas veces se me olvida que todo con El nada sin El.
    Buena semana hermanos!

    ResponderEliminar
  5. Buenos días .....me leído y leido tu Homilia esta semana ...pues para mi no hay día que exista sin que pida al Señir y a nuestra Madre guíe mi camino El sábado 4 de octubre día de San Francisco mi hija sufrió un asalto muy brusco .. Y ha quedado eEn estado de shock .... Ella llorando me decia mama donde estaba Dios en ese momento ...... Cuidando que no te mataran o hirieran le decía yo ....... Me ha costado que lo comprendiera y mucho ..le han robado párate de su vida en ese bolso .....me ha costado mucho a mi también por ello día a día le pregunto a mi Señor para que pasó esto ? Que me muestre el para que pues la verdad no lo comprendo ....pero infinitamente tengo Fe en en El ...
    Amigos les pido una oración para mi hija pues ha quedado tan asustada .......y angustiada que nos preocupa y mucho

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias Andrés, esta homilía ha sido como ungüento para mi alma tan necesitada de este Amor.
    Este salmo es mi preferido, veo en el un amor y una ternura incomparables, produce sosiego y paz, algo de lo que carezco en estos momentos en que camino por cañadas oscuras. ¡¡Como necesito ese brazo amigo que me guíe
    en medio de esta incertidumbre. Sí, camino en la oscuridad, y estiro mis brazos como un ciego tratando de no tropezar en la multitud de obstáculos que me encuentro en mi caminar.
    Es dura a vida, así que uno necesita pegarse a este Compañero que nos describe el salmo; necesito reparar mis fuerzas con el alimento por excelencia, el Amor; y calmar mi sed con ese agua que te refresca y te da la fuerza para seguir adelante.
    ¡¡Como necesito creerme esto de verdad!! porque cuantas veces surgen las dudas, y el demonio te hace creer, que estas sola, no solo físicamente, que también, sola en tu lucha interna, sola para afrontar los problemas, sola en el combate de la fe, SOLA.

    Yo hoy quiero pedirle al Señor con todo mi corazón, que me de LA FE, esa fe que te hace ver a tu Dios en todos los acontecimientos de tu vida, que te hace sentirlo y palparlo, que te da ánimos, que sufre contigo y extiende su brazo para ayudarte a llevar la carga. También quiero pedirle que, no sea yo uno de esos invitados a LA BODA, y no acude porque prefiere otros festines; sí, que acuda a las bodas con el traje adecuado, y que cuando decida recoger los frutos de su viña, encuentre el fruto deseado; las sabrosas vides de las cuales se sacan esos vinos enjundiosos.

    Todo mi agradecimiento a este pastor que también sabe acompañarme en mi oscuridad, para que no tropiece; Que Dios te bendiga Andrés.
    Un abrazo hermanos, que la Virgen María nos cuide a todos, y interceda ante su Hijo por cada uno.Amén

    ResponderEliminar
  7. Parece que este salmo ha hecho saltar alarmas de sufrimiento, dolor y oscuridad, a la vez que de fe, ternura y agradecimiento. Voy a misa y os encomendaré a cuántos ha llegado al corazón el salmo y la homilía y sobretodo lo han compartido con sencillez en el blog. Me han emocionado vuestros sentimientos y palabras.

    ResponderEliminar
  8. "Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que...", nos dice en varios momentos la homilía escrita, y qué importante es esto; significa que yo me he dejado encontrar por Jesús, el buén pastor. Me he dejado conducir, me he dejado sostener, me he dejado ungir y alimentar y sobretodo, me he dejado habitar por el Señor.
    Hoy, Sta. Teresa nos acompaña en un camino de V siglos lleno de huellas de intimidad en el seguimiento de Jesús; aprovechemos su intercesión para un día habitar juntos en la casa del Señor.

    ResponderEliminar

  9. Dices Andrés que "Dios, para nosotros, no es el policía o el juez al que rendir cuentas al final de nuestra vida, sino que Dios es el Padre amoroso". Es cierto que siento las "caricias" de Dios.
    Sin embargo a mi también, como a "anónimo", muchas veces me inunda la duda, y el demonio me hace creer, que estoy solo en la lucha, me hunde en el pecado y me puede la desesperanza y a mi mente vienen citas del N. Testamento que hablan de un Dios Juez, que pide cuentas y condena: "Alejaos de mi malditos al fuego eterno..(Mt. 25,41..)... "Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio"(Mt 12,36). "¿Y te figuras, tú que juzgas a los que cometen tales cosas y las cometes tu mismo, que escaparás al Juicio de Dios?" (Rom, 2,3). Son palabras duras y que en muchos momentos me llenan de inquietud.
    "Nuestro Dios, ¿a cuál se parece más, al del director de orquesta o al del profeta Isaías?". Siento decir que en ocasiones al Dios Juez, y en otras al Dios Amor.

    ResponderEliminar