jueves, 23 de octubre de 2014

Domingo XXX del Tiempo Ordinario (A)



26-10-14                     DOMINGO XXX TIEMPO ORDINARIO (A)
Homilía en audio. HAY QUE PINCHAR EN EL ENLACE ANTERIOR PARA VER EL VIDEO. Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            El domingo pasado nos decía el evangelio que algunos grupos de judíos trataban de ‘cazar’ a Jesús con preguntas retorcidas. Le preguntaban a Jesús si estaba permitido a un judío pagar impuestos al emperador romano. Si Jesús decía que sí, entonces lo acusarían ante el resto del pueblo judío de ser un colaboracionista con los extranjeros opresores y de ser un traidor al pueblo de Israel. Si decía que no, entonces lo acusarían ante los romanos de ser un provocador y un revolucionario que buscaba alterar el orden establecido. Si se callaba, no lo dejarían paz hasta que se pronunciara o usarían su silencio contra él. Ante esta situación tan comprometida Jesús les contestó con aquella frase magistral: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.
En este domingo empieza el evangelio diciendo: “En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: ‘Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?’” Una vez más los judíos quieren ‘cazar’ a Jesús, pero Jesús una vez más sale airoso de la prueba y nos enseña de un modo maravilloso qué es lo que Dios más quiere de nosotros: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser […] Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
            Pero Dios no quiere sólo bellas palabras de nosotros: ‘Te quiero, te amo, no puedo vivir sin ti, daría mi vida por ti, hemos de respetarnos unos a otros, hay que ser tolerantes y solidarios con los demás…’ En la primera lectura Dios nos expone varios casos concretos de amor hacia los demás. Dios nos dice cómo debemos amar a los demás y por qué debemos hacerlo.
            1) “No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto”. Dios les dice a los judíos que no emplearán la fuerza, el desprecio, el abuso con los inmigrantes en Israel. Y para dar más fuerza a su mandato les recuerda que también ellos fueron extranjeros en el pasado. Las veces que he estado en Alemania y en Suiza como capellán de emigrantes españoles, éstos tenían muy presentes las humillaciones que pasaron en estos países: al comprar, al ir al médico, en el trabajo, arreglando papeles en el ayuntamiento, en los bares y discotecas… Por eso, eran muy sensibles durante sus vacaciones en España a los desprecios que pudiéramos hacer los españoles aquí a personas de otros países.
            2) “No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos”. En la antigüedad no existían pensiones de viudedad ni de orfandad. Vivían estas personas en una situación de pobreza extrema y eran fácil presa de desalmados que los explotaban de múltiples maneras. Dios les advierte contra ello y les dice que también ellos pueden morir en cualquier momento y que sus viudas e hijos pudieran verse en esa misma situación. En definitiva, les dice que no hagan a otros lo que nos les gustaría que les hicieran a sus familiares más cercanos.
            3) “Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses”. Del mismo modo Dios advierte que en los préstamos (que se dieron en la antigüedad, se dan en la actualidad y se darán en el futuro) no se aprovechen de las necesidades de otras personas para arruinarles y arrebatarles lo poco que tengan con intereses leoninos. Hace poco un banco me ofrecía por Internet un crédito personal de 5.000 € al 6,50 % anual. ¡Era un gran chollo!, me decía. Pero si yo fuera a dejar en el banco en un depósito a un año esos 5.000 €, el banco me pagaría el 0,75 % de interés anual. Como veis el negocio es redondo… ¡para el banco!
            4) “Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar?”  En tiempos de Jesús mucha gente se acostaba sobre su manto. Éste era su casa, su abrigo para el frío y para la lluvia (como recordareis, a Jesús se lo robaron los soldados romanos cuando lo crucificaron). Por eso, Dios dice a los israelitas que, si toman como prenda de una compra o de cualquier otra gestión el manto de un hombre, deben devolvérselo al anochecer, pues, en caso contrario, no tendrá con qué taparse al dormir. Ese manto es su casa, su techo, su manta, su colchón.
        Como vemos, Dios puso a los judíos actos concretos de amor a sus prójimos. ¿Qué actos concretos de amor nos pide hoy a nosotros para con nuestros prójimos?
           A continuación voy a poner un ejemplo de un acto concreto de amor que una madre ejerció sobre su hijo. Este acto de amor se llama EDUCAR. Y lo hizo a través de un teléfono móvil. La noticia la tomé del periódico ABC el 10 de enero de 2014. “Estas son las 18 reglas que una madre americana pidió a su hijo para tener y usar un móvil. Y los resultados al cabo de un año. Janell Burley Hofmann es una madre americana de cinco hijos (Gregory de 13 años, Brendan 10, Ella 8, Lily 6 y Cassidy 5). Ella es escritora y conduce un movimiento que pretende educar en el uso responsable de las nuevas tecnologías en la familia. En sus artículos, Janell expone sus reflexiones y los métodos educativos que aplica a sus propios hijos. En uno de ellos explica cómo su hijo mayor Gregory (13 años) llevaba suplicando casi un año por tener un iPhone. Consciente de que el uso de esta herramienta tecnológica exige responsabilidad y que existen unos riesgos, Janell exigió a su hijo firmar un contrato para tener su preciado iPhone. 
 Una Navidad se lo regaló. Pero a cambio, éstas fueron las 18 reglas que Gregory tenía que cumplir, unas normas que, ella pensó, también le servirán para la vida:

1. Es mi teléfono. Yo lo compré. Yo lo pagué. Yo te lo presto. ¿A que soy genial?
2. Yo siempre sabré la contraseña.
3. Si suena, cógelo. Di ‘hola’. Sé educado. Coge siempre, siempre, la llamada de mamá y papá.
4. Entregará el teléfono a mamá o a papá a las 7:30 de la mañana cada día de colegio y a las 9:00 de la tarde durante el fin de semana. Estará apagado toda la noche y se volverá a encender a las 7:30 de la mañana. Si no llamarías al teléfono fijo de alguien, porque pueden responder sus padres, tampoco llames o envíes mensajes al móvil. Respeta a las otras familias como nos gusta que nos respeten a nosotros.
5. No te llevarás el iPhone al colegio. Conversa y habla con la gente y con tus amigos en persona. Los días de media jornada, las excursiones y las actividades extraescolares requerirán consideraciones especiales.
6. Si el iPhone se cae, se golpea o se estropea, tú eres el responsable. Por tanto, asumirás los costes de la sustitución o de la reparación. Para ello ahorra dinero de tu cumpleaños o realiza otros trabajos: corta el césped, haz de canguro... Si el iPhone se rompe, tendrás que estar preparado.
7. No uses el iPhone para mentir, hacer tonterías o engañar a otro ser humano. No te involucres en conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé un buen amigo.
8. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas nada a través del iPhone que no dirías en persona.
9. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas a alguien algo que no le dirías en voz alta y en presencia de sus padres. Autocensúrate.
10. Nada de pornografía. Busca en la web información que compartirías abiertamente conmigo. Si tienes alguna duda sobre algo, pregunta a una persona. Preferiblemente, a tu padre o a mí.
11. Apágalo o siléncialo cuando te encuentres en lugares públicos. Especialmente en restaurantes, en el cine o mientras hablas con otro ser humano. No eres una persona maleducada, no dejes que el iPhone cambie eso.
12. No envíes ni recibas imágenes íntimas tuyas ni de otras personas. No te rías. Algún día estarás tentado de hacerlo, a pesar de tu gran inteligencia. Es arriesgado y puede arruinar tu vida de adolescente, joven y adulto. Es siempre una mala idea. El ciberespacio es más poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo de esa magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación.
13. No hagas millones de fotos o vídeos. No hay necesidad de documentar todo. Vive tus experiencias. Quedarán almacenas en tu memoria para toda la eternidad.
14. A veces conviene dejar el iPhone en casa. Siéntete seguro de esa decisión. No es un ser vivo ni una ninguna extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él. Tienes que vencer el miedo a perderte algo que está ocurriendo y a estar siempre conectado.
15. Bájate música que sea nueva o clásica o diferente de la que millones de chicos como tú escuchan, que es siempre lo mismo. Tu generación tiene un acceso a la música mayor que cualquier otra de la historia. Aprovecha ese don. Expande tus horizontes.
16. De vez en cuando puedes jugar a juegos de palabras, puzzles y rompecabezas.
17. Mantén tus ojos abiertos. Observa el mundo que te rodea. Mira por la ventana. Escucha a los pájaros. Date un paseo. Habla con un desconocido. Pregúntate si es necesario buscar en Google.
18. Meterás la pata. Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre ello. Volveremos a empezar. Tú y yo siempre estamos aprendiendo. Somos un equipo. Estamos juntos en esto.
El resultado un año después, Janell escribió un nuevo artículo reconociendo que el contrato funcionaba, aunque no ha sido fácil. Como ella esperaba, le tuvo que quitar el teléfono y comenzar de nuevo. Pero los resultados han sido positivos: ella ha aprendido, gracias a su hijo, sobre nuevas aplicaciones y redes sociales. Aunque no es lo más importante: La familia se ha convertido en usuarios responsables de la tecnología. Janell da una conclusión final, que parece animar a otras familias. La tecnología es una hermosa herramienta, emocionante, de nuestro mundo. Deja que sea divertido, que sea una herramienta social, creativa y expansiva. Gregory sabe que nunca podrá sustituir la lectura de un libro o un café con un amigo o un paseo por el bosque, pero ambas cosas puede coexistir’”.

 Termino: ¿Cómo amar a Dios de un modo concreto? Pasando ratos con Él: hablándole, escuchándole, tratando de descubrirle en nuestra vida, en la vida de los demás, en nuestro mundo.
            Éstas son algunas de las maneras que se me ocurren para amar de modo concreto a Dios y al prójimo. Así nos lo manda Jesús.

3 comentarios:

  1. Buenos dias .... Me ha gustado mucho tu palabra y la historia de la madre .... Que excelente idea ... La educación empieza en el hogar y lo importante que son los límites para que los niños lleguen a ser personas de bien junto desde ya con el amor y la contención familiar
    Para esta semana me quedo con esto que has puesto .. Tratare de estar así con el Señor...
    "Pasando ratos con Él: hablándole, escuchándole, tratando de descubrirle en nuestra vida, en la vida de los demás, en nuestro mundo."

    Buena semana para ti y tofos lis que por aquí paseis ....

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  2. ¡Andrés, qué bien acostumbrados nos tienes!
    Cada Homilía es una catequesis perfecta, tocas todos rincones del alma y haces que afloren en mi, recuerdos y vivencias de mi niñez y de mi vida en general.
    Hablar con Dios, sentir que me quiere, que me guía es una sensación indescriptible, no pasa siempre, pero cuando sucede, cuando lo percibo es asombroso, este modo de orar te lo debo a ti Andrés, yo solía rezar por horas, pero hablar con Dios me parecía incluso extraño, ahora, el rezo y la oración caminan juntos en perfecta armonía.
    Me gustan mucho las historias que nos cuentas, son magníficas lecciones de vida.
    ¡Enhorabuena por tu trabajo de Pastor infatigable y por ese esfuerzo permanente en hacernos llegar el Mensaje de Jesús tan actual, tan reciente..., con tanta ternura !
    Un abrazo para ti y para todos los hermanos del blog.
    Mary Carmen

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  3. Yo no puedo pasar,sin decir algo que me duele en el corazón,cuando veo a mis hermanos,pasar la verja de Melilla.El otro día un chico después de darle una paliza,y medio inconsciente lo meten por una puerta y para Marruecos,me gustaría saber que ha sido de él.Pues esos también son hermanos nuestros.
    Demasiadas injusticias,y que nadie dice nada.D. Andrés,gracias por esas palabras que nos hacer pensar y reflexionar ante el sufrimiento de los demás. Yo tengo una hija en Alemania y no me gustaría que la trataran de esa manera.Un abrazo para todos.

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