jueves, 20 de noviembre de 2014

Domingo de Cristo Rey (A)



23-11-14                        JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO (A)
Homilía en audio. HAY QUE PINCHAR EN EL ENLACE ANTERIOR PARA VER EL VIDEO. Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            Quisiera fijarme en dos ideas extraídas del evangelio de hoy:
            - Jesús pone en el evangelio dos grupos de personas: las ovejas y las cabras, los buenos y los malos, pero ambos grupos de personas le hacen a Jesús la misma pregunta: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”, o “¿Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?” Y la respuesta de Jesús es la misma a ambas preguntas, bien en positivo (“Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis”), bien en negativo (“Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo).
            Y es que Jesús se identifica totalmente con los hombres: quien a otro le hace el bien, a mí me hace el bien; quien a otro le deja de hacer el bien, a mí deja de hacerme el bien. Pero esta realidad, esta idea no la expuso Jesús solamente en este trozo del evangelio. También en otros lugares de la Palabra de Dios Jesús insistió en la misma idea: “El que recibe a uno de estos niños en mi Nombre, me recibe a mí mismo” (Mt. 18, 4-5). “El que os escucha a vosotros, me escucha a mí; el que os rechaza a vosotros, me rechaza a mí” (Lc. 10, 16).  Pablo “preguntó: ‘¿Quién eres tú Señor?’ ‘Yo soy Jesús, a quien tú persigues’” (Hch. 9, 5).
            No pensemos que estas ideas y estas realidades que Jesús nos expone son extrañas y raras al mundo que nos rodea o a nuestra vida ordinaria. ¿Cuántas veces he visto matrimonios que se llevaban muy bien entre sí, e incluso existía una relación excelente con las familias de cada uno de los cónyuges y, tras una pelea entre los esposos que acababa en ruptura conyugal, las familias de ambos dejaban de hablarse y de tratarse? Recuerdo en cierta ocasión haber conocido el siguiente caso: un matrimonio tenían una vida normal. En un determinado momento la esposa le fue infiel al esposo y lo dejó plantado yéndose con el ‘nuevo amor’. Los padres de la chica quedaron muy avergonzados y, en un primer momento, dijeron a su yerno que su hija se había vuelto loca, y que él sería siempre para ellos como un hijo, pero al cabo de dos semanas, sin que este chico hiciera nada en contra de la ex ni de sus suegros, éstos dejaron de saludarlo y comenzaron a hablar por el barrio de que el chico era ‘esto’ y ‘lo otro’. ¿Qué había pasado? Pues que los padres se posicionaron con la hija, aunque hubiese hecho algo reprensible, pero… era su hija y el otro, el inocente, era ‘de fuera’. Otro casos: cualquier cosa buena que se haga a favor de un hijo o en contra, bien sea en el trabajo, en la calle, en la amistad…, es algo que se les hace a los mismos padres. En estas circunstancias los padres pueden decir: lo bueno que se hace a nuestro hijo, nos lo hacen a nosotros; lo malo que se hace a nuestro hijo, nos lo hacen a nosotros.
            Pues esta misma realidad que acabo de exponer es lo que Jesús nos predica por activa y por pasiva. No se trata de que Jesús se ponga de nuestra parte. NO. Se trata de que Jesús está en nosotros y se identifica totalmente con nosotros (aunque no quiere decir esto que Jesús sea responsable de nuestras malas acciones). Esto fue experimentado por San Pablo, el cual escribió así: “ya no vivo yo, sino que es Cristo vive en mí” (Gal. 2, 20). Por lo tanto, cualquier cosa buena que se haga a otra persona, se está haciendo eso mismo a Jesús, y cualquier acción mala que se haga a otra persona, se está haciendo eso mismo a Jesús. Hay cristianos que tienen esto meridianamente claro: (ya lo he contado más veces) cuando en la ‘Iglesiona’ de Gijón estaban los jesuitas, había entre ellos un hermano lego con fama de santidad y era el que atendía la portería. En cierta ocasión pico al timbre un transeúnte muy mal encarado. De muy malos modos exigió al hermano lego un bocadillo y, cuando éste se lo dio, se lo arrancó de las manos y lo insultó con palabras muy gruesas. El hermano lego no contestó nada y aguantó el chaparrón. Cuando el transeúnte se marchó, el hermano lego dijo en voz alta pensando que estaba solo: ‘¡Ay, Señor! Hoy viniste tan disfrazado, que casi no te reconocí’. Se refería que venía muy disfrazado por los malos modos. Puede alguien preguntar cómo se supo este episodio. Pues estaba dentro del edificio, pero en una sala aparte un seglar, que estaba escuchando todo lo que se decía. El hermano lego jesuita no sabía que este hombre estuviese por allí. Y fue este hombre quien contó este suceso.
            Una de las características del cristiano no ha de ser simplemente hacer el bien, sino el poder reconocer la presencia de Jesús en todas las personas: blancos y negros, altos y bajos, ricos y pobres, sanos y enfermos, jóvenes y ancianos, simpáticos y antipáticos, santos y pecadores… Mientras tengamos esta incapacidad para ver y reconocer, no podremos dar el culto verdadero a Cristo Rey del Universo. Y es que Cristo no reina ni quiere reinar principalmente en tierras, castillos, mares, cielos, estrellas, peces, caballos… Cristo quiere reinar principalmente en nuestros corazones, es decir, en nosotros mismos.
            - La última idea que quiero predicaros hoy la aprendí en Italia, cuando estudiaba allí derecho canónico. Conocí la historia de San Camilo de Lelis[1], un italiano de los siglos XVI y XVII que se hizo santo con una sola frase: “estuve enfermo y me visitasteis”.

Sí, San Camilo leyó este evangelio y se sintió tocado en lo más íntimo de su ser con estas palabras. Sintió que Jesús le llamaba a cuidar a los enfermos, y en cada enfermo San Camilo veía al mismo Cristo Jesús.
Sólo Jesús es el hombre completo que es capaz siempre (en todo lugar y en todo momento) de dar de comer a los hambrientos, de dar de beber a los sedientos, de hospedar a los forasteros, de vestir a los desnudos, de visitar a los enfermos, de visitar a los encarcelados, de consolar a los tristes, de dar fuerza a los débiles, de dar vida a los muertos, de dar ilusión a los desesperanzados, de dar fe a los ateos, de dar amor a los que están vacíos de cariño y llenos de odio, de secar las lágrimas de los que lloran… Los demás, sólo podemos cumplir en parte esto. San Camilo supo que tenía el talento para cuidar a los enfermos y lo puso por obra. Descubramos cuál es nuestro talento y pongámoslo por obra.


[1] Camilo de Lellis nació en el pueblo de Bucchianico (Chieti, Italia), en 1550. Su nacimiento tuvo lugar en un establo, ya que a pesar de ser de familia noble, su madre quiso imitar el nacimiento de Jesús. Quedó huérfano de madre cuando era muy niño, vivió con su padre, que era mercenario militar, hasta que quedó huérfano de padre, en su adolescencia. Durante su adolescencia tomó como vicio el juego de las cartas, lo cual le acarreó graves contratiempos. Hijo de un militar, elige esa misma profesión a los diecinueve años y participa en numerosas acciones de guerra por todo el Mediterráneo, donde tras ser herido trabajaría como enfermero. Pronto volvió al ejército y al juego, lo que le hizo acabar mendigando. Antes de su conversión, Camilo vivió una vida disoluta, llena de vicios, hasta que un día, quedó pobre, solo y malvestido. En 1575 tiene lugar su conversión y decidió dedicar su vida a Dios, ingresando en los Capuchinos como fray Cristóbal; pero en 1582 un accidente en el empeine del pie derecho, hizo que abandonara el convento, rumbo al Hospital de Morcone. Cuando procedía a embarcar a Roma, miró por la calle a un enfermo abandonado en el muelle, eso inspiró a Camilo a dedicar su vida al servicio de los enfermos. Viendo el trato negligente que se daba a los enfermos, piensa en una asociación que les dé una atención humana y cristiana, después de haber visto tantos heridos abandonados en los campos de batalla…

9 comentarios:

  1. Gracias por contarnos la historia de San Camilo .... Y tu Homilia como siempre llega al corazón ... Sabes hace un tiempo en un taller de Oracion .. El trabajo por unas semanas era ver en el otro a Jesus .. En el que toca el timbre pidiendo ... Molesta por la calle etc etc .. No sabes lo bien que me ha hecho ... PUES creo que si todos viéramos en el que se nos cruza a Jesus que linda seri la convivencia llena amor ...paz y comprensión .... No es fácil pero se puede .....
    Buen fin de semana ...

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  2. Me interrogan las palabras de Jesús, cuando nos invita a verle en los que llama" humildes hermanos", cuando son del talante del transeunte que apareció en la Iglesiona, Andrés. ¿es esa persona, "humilde hermano" y "pobre"? Y Jesús es claro en lo que nos pide..
    "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
    Un excelente trabajo con tus homilías. Gracias.

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  3. "Descubramos cuál es nuestro talento y pongámoslo por obra", nos dice D. Andrés. Yo me fijé mucho hoy en el evangelio y al preparar las lecturas de la misa para ver donde tenía que volcarme con el prójimo, según mi carisma y algo que fuera factible y concreto para mí y pasada la misa no veía respuesta. Al rato me vino la luz. Dios ya me había hablado ayer, al ir a visitar a una hermana, para hacerle un favor a otra...fui con una nieta pequeña que estaba conmigo y mi hija y estuvo tan feliz. Por la noche ya había dado gracias a Dios por esa visita que hicimos, pero hoy me dí cuenta de que es a través de ella y en ella donde Jesús se me hace más presente en estos momentos.Se identifica con ella que está sola, desilusionada y aburrida.
    Ha sido una respuesta clara ante este evangelio. Estoy agradecida.

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  4. Que maravilla oír la palabra de nuestro padre Dios que sencillo todo y que difícil de hacer,a quién le gusta estar con el mendigo,pudiendo estar con el abogado importante,escuchar al abuelo que repite siempre lo mismo,compartir con el que tiene frío,y que duerme a la intemperie,dar un plato caliente de comida al que tiene hambre,pagar el salario al que nos trabaja,pero el justo,cuantas cosas nos pide Jesús y tan sencillas .D Andés,muchas gracias por ponérnoslo tan claro,es una maravilla poder oírte.Y la historia de S. Camilo me gustó.Dios te bendiga.Sería bueno poner a los niños alguna película de la vida de algún santo,a mi jamás se me olvidará la de Sta Rosa de lima.

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  5. Este Día en que celebramos la festividad de Cristo Rey del Universo, no se porqué, a mi me parece muy importante; la verdad es que si me paro a pensar, no me parece que Cristo reine en este mundo tan materializado, y secularizado, que parece haber borrado a Dios del mapa.
    Me parece impresionante el evangelio, porque nos pone delante el juicio final; parece que uno se “respiga” solo ante esta palabra, y sin embargo todos hemos de enfrentarnos a este momento, primero o mas tarde, pero nadie ha de librarse.
    Es interesante en lo que se fija el Señor para juzgar a cada persona: Entonces dirá el
    rey a los de su derecha: Venid benditos de i padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estuve desnudo y me vestisteis…..Etc.
    Nos deja muy claro lo que es realmente importante para Dios: El amor al prójimo. No pide sacrificios ni oblaciones, pide amor; ese amor especial que hace que podamos ver el rostro de Cristo en cada persona que se cruza en nuestro camino. ¡ Que difícil nos lo pones Señor! En ocasiones es fácil reconocerte, ayudarte, darte de comer y beber, dedicarte una sonrisa, abrazarte, y pasar ratos contigo haciéndote compañía, pero otras….Apareces tan… , antipático desagradable, e hiriente, que no me cabe en la cabeza que tu puedas presentarte así. Es ahí, donde necesito gritar para que vengas en mi auxilio, para que me concedas que, en mi corazón, vea transformado ese rostro desagradable que yo rechazo, en el tuyo propio; esa será la única forma de poder acercarme y dedicarle una sonrisa. Porque entonces podré verlo con tus ojos, y desde ahí la cosa cambia, porque Tu a todos nos ves con los ojos de Padre.
    Creo que especialmente en este día nos recuerdas las obras de misericordia, las corporales y las espirituales; mucha ayuda vamos a necesitar, por lo que mucho tiempo habré de pasar ante el sagrario, exponiéndote mi incapacidad y mi debilidad.
    Andrés; muchas gracias y que Dios te bendiga.
    A vosotros hermanos os dese lo mismo que deseo para mi, que el Señor nos conceda su gracia, para que podamos amarnos los unos a los otros como El nos amó: pasando por la cruz que supone el dejarse humillar, el perdonar, el perder la vida por aquellos que nunca te lo agradecerán.
    Feliz semana para todos.
    BENDITO SEA DIOS

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  6. Hola amigos, veo a Chony...no sé cómo, está ¡¡DE COLORES!!

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  7. ¡¡Fantastica homilía con los carteles y los niños! pero necesitamos el video, si no, no lo entendemos bien.
    Ayer tuve a mi nieta Blanca conmigo pues no pudo ir a la guardería, porque tenía fiebre. Todos los planes que tenía para ese día se fueron al traste pero....Jesús me hizo consciente de Su identificación con esta niña de 18 meses. ¡Fue tan claro! Fue como si dos carteles más, -además de los del video, que acabo de ver- apareciesen ante mi mente: en uno decía: BLANCA TIENE FIEBRE, ESTÁ MALITA y en el otro: SOY JESÚS. Pater, has puesto nombre e incluso carteles a los momentos que viví ayer. Gracias.

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  8. Pepitina, ya está 'subido' el vídeo también.
    Un abrazo

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  9. Querida anónima; tienes razón, estoy distinta, y es que a pesar de que los días están oscuros y grises, yo lo veo todo de COLORES, bellos colores que alegran el alma, y te hacen ver la vida hermosa a pesar de.
    Feliz semana a todos.
    BENDITO SEA DIOS

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